martes, 5 de junio de 2018

Decálogo del enfermo - San Juan María Vianney (Santo Cura de Ars)



1.-"La cruz es el regalo que Dios hace a sus amigos"



2.-"Deberíamos ir afanosos en busca de la cruz, como va el avaro tras el dinero"



3.-"Las contradicciones nos ponen al pie de la Cruz y la cruz a la puerta del cielo"



4.-"La mayor cruz es no tener cruz"



5.-"Yo no comprendo cómo un cristiano puede odiar la cruz y sacudirla de sus hombros"



6.-"Nada nos hace tan parecidos a Nuestro Señor como llevar su cruz; y todas las penas son dulces cuando se sufren en unión con Él"



7.-"¡Cuán felices nos consideraremos en el día del juicio por nuestros sufrimientos!"



8.-"¡Qué dulce es morir cuando se ha vivido siempre sobre la cruz!"



9.-"El temor de la cruz es la más grande de nuestras cruces"



10.-"¡Qué dulce, qué bello es conocer, amar y servir a Dios! Esto es lo único que tenemos que hacer en este mundo".



Cuando el sufrimiento te apriete, recuerda este decálogo de San Juan María Vianney (el Cura de Ars) y repite las siguientes palabras:



"Qué dulce es morir cuando se ha vivido siempre sobre nuestra cruz".



SONRÍE a tu cruz y te será más fácil aceptarla y llevarla.

Fuente - Texto tomado de ES.PAPERBLOG.COM:

Exorcista de Padua - Sante Babolin - defiende la existencia real del diablo desde la doctrina católica



ReL - 4 de junio de 2017

El sacerdote italiano Sante Babolin, conocido como el “exorcista de Padua”, ha querido aclarar algunas declaraciones del padre Arturo Sosa, General de la Compañía de Jesús, sobre la existencia del demonio y recordó que la doctrina de la Iglesia enseña que “el mal no es una abstracción” y que el diablo, Satanás, existe. Se trata de unas declaraciones hechas a David Ramos de la página web ACI Prensa, tras una reciente entrevista en el diario español El Mundo, donde el padre Sosa señaló que “hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal”.

Primera razón:
En el IV Concilio Ecuménico Lateranense

En declaraciones a ACI Prensa, el 2 de junio, el padre Babolin recordó que en el IV Concilio Ecuménico Lateranense, en 1215, se declaró que los cristianos “firmemente creemos y simplemente confesamos” que Dios creó “de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la mundana, y después la humana”.


“El diablo y demás demonios”, prosigue el texto conciliar citado por el padre Babolin, “por Dios, ciertamente, fueron creados buenos por naturaleza; mas ellos, por sí mismos se hicieron malos”.

Segunda razón:
Discursos de Pablo VI

El exorcista de Padua recordó además dos discursos de Pablo VI de 1972, en los que “probablemente para reafirmar una verdad de fe, en un contexto de interpretaciones poco claras del magisterio conciliar”, propone nuevamente “a los fieles, que tienden a dudar de la existencia de Satanás, el tema de su presencia y acción”.


El 29 de junio de 1972, señaló, “Pablo VI, aludiendo a la situación actual de la Iglesia, en su homilía, afirma tener la sensación que, de alguna fisura, entró el humo de Satanás en el templo de Dios. Hay la duda, la incertidumbre, los problemas, la inquietud, la insatisfacción, la confrontación”.

“¿Cómo sucedió esto? El Papa confía a los presentes un pensamiento suyo: que ha tenido la intervención de un poder en contra; y su nombre es el diablo, ese ser misterioso, al que alude la Carta de San Pedro”, indicó el sacerdote italiano.

Ese mismo año, el 15 de noviembre, Pablo VI advirtió que “una de las necesidades mayores de la Iglesia” es defendernos “de aquel mal que llamamos Demonio”.

Tercera razón:
El Catecismo de la Iglesia Católica


Finalmente, el P. Babolin recordó que el Catecismo de la Iglesia Católica, al comentar la petición “líbranos del mal”, del Padre Nuestro en su numeral 2851, señala que “en esta petición, el mal no es una abstracción, sino que designa una persona, Satanás, el Maligno, el ángel que se opone a Dios. El ‘diablo’ (diá-bolos) es aquél que ‘se atraviesa’ en el designio de Dios y su obra de salvación cumplida en Cristo”.

Para el exorcista de Padua, la declaración del IV Concilio Ecuménico Lateranense, las aseveraciones de Pablo VI y lo consignado en el Catecismo constituyen “tres puntos irrefutables” sobre la existencia del demonio.

Favor leer:

Dogma Católico: ¡El infierno existe y podríamos ir ahí! - Padre Marcel Nault

Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:

Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Día Séptimo - Junio 6 de 2018



La Señal del Cristiano

Por la señal de la Santa Cruz, + de nuestros enemigos, + líbranos, Señor Dios nuestro. + En el nombre del Padre, + y del Hijo, + y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de Contrición

Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío en que por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas, y me has de llevar a la vida eterna. Amén.

Oración Preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.



Rezar a continuación la oración
del día que corresponda:

Día Séptimo - Oración



Oración. ¡Oh Corazón clementísimo de Jesús!, divino propiciatorio, por el cual ofreció el Eterno Padre que oiría siempre nuestras oraciones, diciendo:
"Pídeme por el Corazón de mi amantísimo Hijo Jesús; por este Corazón te oiré, y alcanzarás cuanto me pides"
Presento sobre Vos a vuestro Eterno Padre todas mis peticiones, para conseguir el fruto que deseo. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra Vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Rezar Tres Padrenuestros
y tres Avemarías,
en reverencia de las

tres insignias de la Pasión
con que se mostró
el divino Corazón

a Santa Margarita de Alacoque
Rezar Oraciones Finales




Oraciones Finales

Al Padre eterno. ¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con Vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición
que se desea obtener
con esta novena

Oración. ¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.

Novena tomada del Devocionario Católico: