martes, 24 de abril de 2018

San Marcos Evangelista - Mártir - Fiesta Abril 25


Se le atribuye el primer Evangelio escrito. Fue amigo de San Pedro y de otros apóstoles. Fundó la comunidad cristiana de Alejandría en Egipto. Sus palabras sencillas nos muestran a Jesús como el Salvador amoroso y cercano. Su fiesta se celebra el 25 de abril.

En los escritos del Nuevo Testamento aparece un personaje, importante en la Iglesia apostólica, que unas veces es llamado Juan, otras Juan Marcos y otras Marcos solamente. Por la simple lectura del Evangelio se ve que se trata de la misma persona. Nada tiene de extraño que un judío usase dos nombres: uno hebreo Juan y otro latino helenizado Juan Marcos, máxime si procedía de provincias del Imperio romano. En San Marcos, como en San Pablo, el nombre romano terminó por imponerse sobre el hebreo.

San Marcos era hijo de María, viuda al parecer, de alta posición, en cuya casa se reunía la primitiva Iglesia de Jerusalén. Una antigua tradición nos atestigua que es la misma casa en la que el Señor celebró la Última Cena e instituyó la Eucaristía, y que el hombre que llevaba el cántaro era el propio Marcos, detalle conservado por el evangelista y usado también por San Lucas. También parece que "el muchacho que seguía (al grupo del prendimiento) cubierto con una sábana" era el propio Marcos que guarda este dato como íntimo recuerdo personal. De ser así, Getsemaní debió pertenecer al patrimonio de la familia. Era primo de Bernabé, una de las grandes figuras de la primitiva Iglesia y, al ser Bernabé levita y de Chipre, es natural que Marcos perteneciese a la colonia chipriota de Jerusalén y que fuese levita, como su primo. Así lo cree el Prólogo de Prisciliano.

San Marcos Evangelista

La actividad evangélica de San Marcos la inicia con Bernabé y Pablo, quienes cumplido su ministerio de llevar subsidios a la iglesia de Jerusalén, se volvieron a Antioquía llevándose consigo a Marcos. Enviados de nuevo Bernabé y Saulo a la misión, para la que les había llamado el Espíritu Santo, embarcaron rumbo a Chipre donde predicaron en las sinagogas, teniendo a Marcos como auxiliar o diácono y una vez evangelizada la Isla, al zarpar Pablo y los que con él estaban de Pafos a Perge de Pamfilia, Marcos se separó de ellos y se volvió a Jerusalén. Cuando más tarde Pablo y Bernabé visitaron las comunidades evangelizadas, Bernabé quiso llevar consigo a Marcos pero Pablo se opuso, pues no olvidaba que no les había acompañado a Pamfilia. Como la divergencia de criterios fue irreductible, ambos se separaron en la tarea misional y "Bernabé tomando consigo a Marcos se embarcó para Chipre". Los acontecimientos posteriores indican una plena reconciliación de San Pablo con Marcos.

Unos diez años más tarde encontramos a Marcos en Roma como intérprete de San Pedro y, un poco después, como escritor de su evangelio, según lo presenta la tradición. Su relación debía de ser muy antigua. Sabemos que liberado Pedro por el Ángel, se dirigió a la casa de María, la madre de Marcos, donde era muy familiar. Tal testimonio, junto con los datos de la tradición, hace suponer que Marcos se hallaba en Roma como intérprete de Pedro antes de que llegara San Pablo, con el que, olvidadas las diferencias de la primera separación, ahora le sirve como auxiliar, de consuelo y de gran utilidad para el ministerio. En Roma, hacia el año 60, debió de escribir el Evangelio conocido en la tradición como Evangelio según San Marcos.

San Marcos
escribiendo su Evangelio

Consta que tuvo que visitar la Iglesia de Colosas y que San Pablo le recomendó a los colosenses:
"Hacedle buena acogida"
No sabemos si realizó tal visita; pero sí que estaba en Oriente y por aquellas tierras, pues Timoteo al parecer en Éfeso, recibe este encargo de San Pablo:
"Procura venir pronto... y a Marcos, tráele, que me va a ser útil para el ministerio"
Marcos se halla en Roma el año 67 cuando mueren los dos Apóstoles, San Pedro y San Pablo. La tradición dice que Marcos evangelizó como Obispo de Alejandría, en Egipto, donde realizó varios milagros y estableció una iglesia y su famosa escuela cristiana, nombrando un obispo, tres presbíteros y siete diáconos.

Probablemente murió en el año 68 d.C., de muerte natural, según una relación, y según otra, como mártir, en Alejandría de Egipto. Los Hechos de San Marcos, un escrito de mitad del siglo IV, refieren que San Marcos fue arrastrado por las calles de Alejandría, atado con cuerdas al cuello. Después lo llevaron a la cárcel y al día siguiente le volvieron a aplicar el mismo martirio hasta que falleció. Luego echaron su cuerpo a las llamas, pero los fieles lograron sacarlo y evitar su destrucción.


Se dice que sus asesinos trataron de quemar su cuerpo, sin conseguirlo. Los cristianos de Alejandría rescataron su cuerpo intacto, lo envolvieron y le dieron sepultura. En Venecia, Italia, se veneran, en la preciosa catedral de su mismo nombre, los restos mortales del evangelista, cuyo traslado de Alejandría se remonta al siglo IX.


De Alejandría fueron trasladadas sus reliquias a Venecia el año 825, cuya República lo adoptó como celestial patrono, erigiendo en su honor la maravillosa Basílica de San Marcos, y tomando el símbolo del evangelista (el león alado con el libro del Evangelio) como su escudo, que esculpió en todos sus monumentos y posesiones.

Secretario, intérprete y consejero de San Pedro
Los documentos más antiguos que hablan de San Marcos aseguran que Marcos estuvo al lado de San Pedro, en Roma, como intérprete y redactor de la Buena Nueva, primeramente en la catequesis oral y después, en la composición (guiado por el Espíritu Santo) de aquel admirable texto que es el Evangelio más condensado de la vida, los milagros y la muerte de Jesús.

Un sabio afirmó que "el evangelio de San Marcos es el libro más importante que se ha escrito", pues todo indica que fue el primer evangelio que se escribió, que estuvo basado en el testimonio del mismo San Pedro y que de él sacaron mucho material los otros tres evangelistas.

La primera vez que habla de Marcos el libro de los Hechos de los Apóstoles, es en el capítulo 12, versículos 12-16, cuando relatan la salida milagrosa de San Pedro, de la cárcel, por obra del Ángel que le abre las puertas y se dirige "a casa de María, madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde muchos hermanos se hallan congregados en oración". Quizá era un niño o jovencito cuando Jesús fue condenado a muerte. Dice su Evangelio que cuando Jesús fue apresado en el Huerto de Los Olivos, le seguía un joven envuelto en una sábana para curiosear, a ver en qué paraba todo aquello. Es muy posible que este joven fuera el mismo Juan Marcos.

Todo parece indicar que Jesús tuvo estrecha amistad con los padres de Juan Marcos y que éste escuchara, en muchas ocasiones los discursos de Jesús. Fue él uno de los primeros bautizados por San Pedro. El que era un niño el año 30, por el 44 ya era todo un hombre y decidió marcharse a evangelizar con su primo, José Bernabé. Acompañó a Pablo y Bernabé en sus recorridos apostólicos por Chipre y otras ciudades. Posteriormente pasó diez o doce años en Jerusalén al lado de Pedro, ayudándole como secretario y haciendo de "intérprete y consejero". Pedro amaba con cariño a Marcos. Le llama "mi hijo Marcos" (1 Pedro 5, 13).

El evangelista Marcos escribe con fluidez, sencillez, en estilo directo y sólido a la vez, y se propone probar la Divinidad de Cristo. El Evangelio de Marcos comprende dos partes, y cada una comienza con una manifestación divina: en la primera es la palabra divina con ocasión del Bautismo de Jesús por Juan, y en la segunda la Transfiguración.

La primera parte del Evangelio se desarrolla en Galilea, la provincia de Jesús; la segunda en Judea y en Jerusalén, el corazón de la nación judía. La primera parte muestra la novedad de Jesús, el impacto de su enseñanza sobre las multitudes. Pero, en la segunda parte, viene la desilusión, pues Jesús se niega a ser lo que la gente quería que fuera, y la muchedumbre ya no lo sigue. Cuando Jesús muere, el oficial romano reconoce que el crucificado era el Hijo de Dios (Marcos 15, 39).

Es el más breve de los libros del Evangelio (16 capítulos); sin embargo, tiene sus razones: Marcos dio a su Evangelio los mismos límites que los apóstoles habían asignado a la catequesis primitiva. Los apóstoles no se proponían dar todo lo que los creyentes querían saber, sino que querían transmitir lo esencial de lo que Jesús había dicho y hecho (Hechos 1, 21-22).

El león es el símbolo de San Marcos. Tanto este símbolo como el de los otros tres evangelistas (Apocalipsis 4, 7-8), son muy antiguos. De ellos hablan San Jerónimo y San Agustín, explicando que San Marcos, en su primer capítulo, habla de Juan el Bautista en el desierto y el león es el rey del desierto (Marcos 1, 3).

Fuente - Texto tomado de ENCUENTRA.COM:
Fuente - Texto tomado de ARCHIBOGOTA.ORG.CO:

Al término de mi vida... ¿Cómo será el juicio particular y el juicio final?


El Juicio particular y el Juicio final

Por: Evangelizadores de Tiempo Completo.

Todos hemos deseado en algunos momentos de nuestra vida, ser jueces de los demás. Opinamos con facilidad acerca de su vida juzgando si hicieron bien o mal. Sin embargo, nos cuesta trabajo pensar que nosotros también vamos a ser juzgados al final de nuestra vida y que nuestros actos, por más secretos que hayan sido, van a trascender más allá del momento en el que los hicimos.

¿Qué sucede con el alma después de la muerte?


Los cristianos encontramos en el Evangelio algunos pasajes que nos hablan acerca del destino del alma. Específicamente, en la parábola del pobre Lázaro (Lucas 16, 22) y en las palabras que Cristo dirige al buen ladrón, crucificado junto a Él (Lucas 23, 43).


Al morir, nuestra alma se separará de nuestro cuerpo. Se presentará ante Dios para recibir, de acuerdo con lo que nosotros mismos hayamos elegido en la vida terrena, la recompensa o el castigo eterno.

El Juicio Particular



Al morir, tendremos un Juicio Particular. En este juicio nos encontraremos ante Jesucristo y ante nuestra vida: todos nuestros actos, palabras, pensamientos y omisiones quedarán al descubierto.

Suena dramático, pero es real. Si nos encontramos en gracia de Dios, nuestra eternidad feliz empezará en ese momento. Si morimos en una actitud de rechazo total y voluntario a Dios, en pecado mortal, entonces empezará para nosotros el castigo eterno, el infierno.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos habla de la “retribución inmediata después de la muerte de cada uno como consecuencia de sus obras y de su fe” (n. 1021). El destino del alma será diferente para cada uno de nosotros, de acuerdo a cómo hayamos utilizado nuestro tiempo de vida en la Tierra.

Hay muchas personas que dicen: “Yo me voy a salvar, pues nunca he hecho el mal a nadie”. Hay que tener cuidado, pues ese día no se nos juzgará sólo por el mal que no hayamos hecho, sino también por el bien que hayamos dejado de hacer. Debemos preocuparnos no sólo por evitar hacer el mal, sino por hacer el bien a todo el que nos rodea. Si no hacemos el bien a los demás, llegaremos al juicio con las manos vacías y “no aprobaremos el examen”.

El Juicio Particular, como su nombre lo dice, será para cada uno de nosotros en lo personal. En éste, Dios nos preguntará:


“¿Cuánto amaste?”



Y cada uno de nosotros tendrá que responder a esta pregunta. Dios espera que cada uno de nuestros actos sea hecho por amor.

San Juan de la Cruz tiene una frase que dice:


“Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor”

El Juicio Final



El Juicio Final lo tendremos al final de los tiempos, cuando Jesús vuelva a venir glorioso a la Tierra. En él, todos los hombres seremos juzgados de acuerdo a nuestra fe y a nuestras obras.

La resurrección de todos los muertos, “de los justos y de los pecadores”, precederá al Juicio Final. Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación (Juan 5, 28-29).



En la Biblia podemos leer cómo será este juicio en Mateo 25, 31.32.46: Lo que sucederá ese día, de acuerdo con la narración de Jesucristo, será como un examen de aquello que nos caracteriza como personas humanas: nuestra capacidad de amar.

En ese día saldrán a la luz todas nuestras acciones y se verá el amor hacia los demás que pusimos en cada una de ellas.

Este amor será el que nos juzgará:
"Venid benditos de mi Padre… porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber…"

"Id malditos al fuego eterno… porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber…"

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice:


“El Juicio Final revelará hasta sus últimas consecuencias lo que cada uno haya hecho de bien o haya dejado de hacer durante su vida terrena” (n. 1039).




El juicio final es la prueba de que Dios es infinitamente justo y ha dispuesto todo con sabiduría para que la verdad se conozca y se aplique la justicia en cada hombre con el destino eterno que él mismo se haya merecido.

Algunas personas piensan que no hay que preocuparse por eso de los juicios, pues creen que Dios va a salvar a todos los hombres al final de los tiempos porque es infinitamente bueno y nos ama.

Es verdad que Dios es muy bueno, pero también es muy justo y respeta nuestra libertad. Cuando nosotros estamos en pecado mortal, libremente le hemos dicho a Dios que “no nos interesa salvarnos”. Si morimos en este estado, Dios respetará nuestra decisión. El hombre, con su libertad, alcanza la recompensa o el castigo eterno.

Frente a Cristo se conocerá la verdad de la relación de cada hombre con Dios. El Juicio Final revelará que la justicia de Dios triunfa sobre todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte.

Reflexionar tanto en el Juicio Particular como en el Juicio Final nos recuerda que mientras tengamos vida, tenemos oportunidad de alcanzar nuestra salvación. Cada día nos ofrece la posibilidad de amar a Dios y a los que nos rodean, de perdonar a los que nos ofenden, de vivir cristianamente.

¿Cuándo será el juicio final?


El mismo Jesucristo nos aclaró que ni siquiera Él conoce el día ni la hora en que se llevará a cabo este acontecimiento, sino sólo Dios Padre. Así que no debemos dejarnos engañar por personas que pretenden conocer la fecha del fin del mundo. No debemos preocuparnos por intentar conocer esa fecha, sino sólo por estar siempre bien preparados, pues no sabemos en qué momento sucederá.

Para profundizar, puedes leer el Catecismo de la Iglesia Católica:
Núm. 668 - 682, 1021-1023, 1038-1042, 2831.

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

EXTRAORDINARIO DESCUBRIMIENTO: ¿Esta es la imagen más antigua de la Virgen María?

Supuesta imagen de la Virgen María
en la iglesia Dura-Europos /
Crédito: Yale University Art Gallery

24 de abril de 2018 11:05 am |
ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN HOY 11:06 am

¿Esta es la imagen más antigua de la Virgen María?

Redacción ACI Prensa

En la iglesia cristiana más antigua conocida, ubicada en Siria, una pintura en una de sus paredes podría considerarse una de las imágenes mas antiguas en la historia de la Virgen María.

Así lo han explicado algunos arqueólogos que han investigado la imagen que representa a una mujer inclinada sobre un pozo. Esta figura está impresa en un pequeño baptisterio de la iglesia Dura-Europos, que data del siglo III y fue descubierta en excavaciones antes de la Segunda Guerra Mundial.

De confirmarse el dato, esta imagen sería solo superada en antigüedad por la imagen de las Catacumbas de Priscila en Roma, en la que aparece la Virgen María amamantando al niño Jesús, que es del año 150 d.C.

En un artículo titulado “Las primeras representaciones de la Virgen María” de la revista sobre arqueología bíblica, Biblical Archaeology Review, la especialista Mary-Joan Leith indicó que si bien algunos investigadores creen que la escena de la mujer corresponde a la de la mujer samaritana que habla con Jesús junto al pozo de Jacob (Juan 4: 1-42), hoy se discute otra posibilidad.

Leith revisó el argumento del estudioso Michael Peppard de que el retrato no representa a la mujer samaritana, sino a la Virgen María en el momento de la Anunciación, cuando el ángel Gabriel le anuncia que llevará al Hijo de Dios en su vientre:

“Como explica Peppard, la Anunciación de Dura-Europos no está basado en Lucas 1, 26-38, sino en el Protoevangelio de Santiago, un texto apócrifo del siglo II que narra la vida de María hasta el nacimiento de Jesús”, expresó Leith.

La experta añade que de acuerdo al texto apócrifo, María “tomó el cántaro y salió a llenarlo de agua y ¡he aquí! Una voz dijo: ‘¡Salve, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre las mujeres!’ Y miró a su derecha y a su izquierda para ver de dónde podría haber venido esta voz”.

Si la interpretación de Peppard es correcta, esto haría que el retrato en la iglesia Dura-Europos sea la imagen más antigua de la Virgen María.

Según Leith, otras primeras imágenes de la Virgen María pueden arrojar luz sobre las creencias cristianas en los primeros siglos.

“Entre los rompecabezas está la forma en que los cristianos vieron a la madre de Jesús, María, en los primeros siglos del cristianismo. El estatus de María en el cristianismo solo se hizo oficial en el 431 cuando el Concilio de Éfeso le otorgó el título de Theotokos (Madre de Dios), indicó.

Finalmente, la experta indicó que “la información sobre el significado de María antes, ya sea visual o textual, es sorprendentemente escasa, sin embargo, la arqueología ha proporcionado algunas pistas útiles”.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/noticias/esta-es-la-imagen-mas-antigua-de-la-virgen-maria-12201