viernes, 19 de enero de 2018

Importante descubrimiento - Halladas ruinas defensivas de las minas del rey Salomón en Israel


La fortificación está ubicada en uno de los mayores campos de fundición del valle de Timna (Universidad de Tel Aviv)

Arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv han descubierto la fortificación militar en el valle Timna de Israel.

EP, Tel Aviv - 18/01/2017 - 13:54 | Actualizado a 18/01/2017 15:51

Algunos creen que las legendarias minas del rey Salomón se encontraban entre los campos de fundición de cobre en el valle Timna de Israel. Las condiciones áridas en Timna han permitido la asombrosa preservación de materiales orgánicos de 3.000 años de antigüedad, que han proporcionado a los arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv (TAU) una ventana única en la cultura y las prácticas de una sofisticada sociedad antigua.

Una fortificación militar avanzada, un complejo de guardia bien definido, desenterrado recientemente en Timna y que incluye establos de burros, apunta al sistema de defensa altamente organizado de la comunidad y la dependencia significativa del comercio de larga distancia. La investigación ha sido publicada en The Journal of Archaeological Science: Reports.

Las condiciones áridas en Timna han permitido la asombrosa preservación de materiales orgánicos de 3.000 años de antigüedad

La fortificación data de los reinados de los reyes David y Salomón en el siglo X a.C.

“Aunque no hay una descripción explícita de las minas del Rey Salomón en el Antiguo Testamento, hay referencias a los conflictos militares entre Israel y los edomitas en el Valle de Arava”, dice en un comunicado Erez Ben-Yosef del Instituto de Arqueología de la TAU y uno de los líderes del equipo de investigación y excavación de Timna.

“Según la Biblia, David viajó cientos de kilómetros desde Jerusalén y se involucró en un conflicto militar en el desierto, abatiendo a 18.000 edomitas en el Valle de Salt”. Ahora, habiendo encontrado evidencia de medidas defensivas, comprendemos lo que estuvo en juego en aquella remota región: el cobre. “El cobre era un producto raro y muy difícil de producir, y por tanto, el descubrimiento de la fortificación indica un período de grave inestabilidad y amenazas militares en ese momento en la región”.

La investigación ha sido publicada en The Journal of Archaeological Science: Reports

En la inusitada fortificación de dos estancias, ubicada en uno de los mayores campos de fundición en el valle de Timna, los investigadores también encontraron evidencia de un complejo sistema de comercio de larga distancia que probablemente incluía la meseta norte de Edomita, la llanura costera mediterránea y Judea. El complejo ofrece acomodo para animales. De acuerdo con los análisis precisos de polen, semillas y fauna, fueron alimentados con heno y orujo de uva, sustento de alta calidad que debió llegar desde cientos de kilómetros de distancia.

“La fortificación de la puerta de entrada era al parecer un hito prominente”, dice Ben-Yosef. “Tenía una función cultural o simbólica, además de sus funciones defensivas y administrativas, la puerta de entrada se construyó de piedra resistente para defenderse contra la invasión. Nos encontramos huesos de animales y pilas de estiércol tan intactos que se podría analizar la comida con la que los animales fueron alimentados con precisión. La comida sugiere un tratamiento especial y cuidado, de acuerdo con el papel clave de los burros en la producción de cobre y en el comercio en una región logísticamente desafiante”.

Los investigadores también encontraron evidencia de un complejo sistema de comercio de larga distancia

El sitio fue descubierto en 1934 por el arqueólogo americano Nelson Glueck. Llamó al sitio de fundición de cobre “Colina de los Esclavos”, porque creía que llevaba todas las marcas de un campamento de esclavos de la Edad de Hierro completo, con hornos de fuego y una formidable barrera de piedra que parecía diseñada para evitar la fuga.

Pero en 2014, Ben-Yosef y sus colegas desacreditaron esta teoría, revelando que las ruinas, perfectamente preservadas por las condiciones del desierto, apuntaban a una sociedad jerárquica y sofisticada. “Se discute la exactitud histórica de los relatos del Antiguo Testamento, pero la arqueología ya no se puede usar para contradecirlos”, observa Ben-Yosef. “Por el contrario, nuestros nuevos descubrimientos están en completa conformidad con la descripción de los conflictos militares contra una sociedad jerárquica y centralizada situada al sur del Mar Muerto”.

La fortificación data de los reinados de los reyes David y Salomón en el siglo X a.C.

Fuente - Texto tomado de LAVANGUARDIA.COM:

San Sebastián - Soldado Mártir - Año 300 - Fiesta Enero 20


Sebastián, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana. Era respetado por todos y apreciado por el emperador, que desconocía su cualidad de cristiano. Cumplía con la disciplina militar, pero no participaba en los sacrificios idolátricos. Además, como buen cristiano, ejercitaba el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentaba a los cristianos encarcelados por causa de Cristo.

Esta situación no podía durar mucho, y fue denunciado al emperador Maximino, quien lo obligó a escoger entre ser su soldado o seguir a Jesucristo. El santo escogió la milicia de Cristo; desairado el emperador, lo amenazó de muerte, pero San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su fe.

Enfurecido Maximino, lo condenó a morir asaeteado; los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de saetas, dándolo por muerto. Sin embargo, sus amigos que estaban al acecho, se acercaron, y al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana, llamada Irene, que lo mantuvo escondido en su casa y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.


Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma, pero el santo se negó rotundamente, pues su corazón ardoroso del amor de Cristo, impedía que él no continuase anunciando a su Señor. Se presentó con valentía ante el emperador, desconcertado porque lo daba por muerto, y el santo le reprochó con energía su conducta por perseguir a los cristianos. Maximino mandó que lo azotaran hasta morir, y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión y tiraron su cuerpo en un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

El culto a San Sebastián es muy antiguo; es invocado contra la peste y contra los enemigos de la religión, y además es llamado el Apolo cristiano ya que es uno de los santos más reproducidos por el arte en general.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA:

8 cosas asombrosas que el Corán dice de Jesús y un cristiano debería conocer



En su libro "Encontré a Cristo en el Corán", publicado en español, Mario Joseph, que fue imán musulmán en la India y hoy es católico, explica, precisamente, lo que dice el título: las referencias a Cristo en el Corán le llevaron al cristianismo.

Eso complicó mucho su vida con persecuciones, incomprensiones y rechazos, que él acepta, dice, porque también Cristo las vivió, previno sobre ellas y deben verse como parte de la vida cristiana. 

El 20% de la población mundial

Una de cada cinco personas sobre la tierra, si conoce algo de Jesús, es a través del Islam y del Corán. Los musulmanes, incluso los poco letrados, creen conocer a Jesús bastante, lo tienen integrado en su cosmovisión, como un profeta más. Que el Corán no lleve a más musulmanes al cristianismo se debe a que muchos musulmanes no conocen con detalle el Corán y no hacen preguntas incómodas sobre él. El musulmán de a pie conoce y profesa que Jesús, según el Corán, fue un gran profeta antes que Mahoma, que Dios lo engendró milagrosamente en María sin concurso de varón, que hizo milagros, etc...

La clave que inquietó a Mario Joseph es hasta qué punto es grande Jesús, sobre todo cuando se compara con lo que el Corán dice de Mahoma.

Usar el Corán para comprobar las diferencias que da a Jesús y a Mahoma es algo que se está empezando a difundir. En el ámbito cristiano protestante, el teólogo y apologeta evangélico Norman L. Geisler suele señalar estos seis:

Puntos de comparación entre ambos "profetas" según el Corán:


1) El Corán reconoce que Jesús nace de una mujer virgen, pero que Mahoma no (la tradición islámica conoce bien a los padres de Mahoma, Abdulá y Amina).


2) El Corán reconoce que Jesús no pecó, no tenía pecado en Él, mientras que recoge que Mahoma sí era pecador.


3) En el Corán, Jesús es llamado el "Mesías", es decir, el Ungido, un título muy elevado que Mahoma no recibe.


4) En el Corán Jesús es llamado "la Palabra de Dios", un título poderoso y elevado, que Mahoma no recibe.


5) En el Corán se declara varias veces que Jesús hacía milagros, mientras que en este libro Mahoma no los hace.


6) Jesús en el Corán es ascendido al Cielo con su cuerpo; cosa que el Corán no recoge acerca de Mahoma.

Mario Joseph, cuando aún era imán musulmán y se llamaba Suleimán, sin conocer nada de Geisler y su exposición, ya había notado estos aspectos que le inquietaban. 

Y cuando preguntaba a sus maestros si eso no significaba que Jesús era más grande que Mahoma, quizá mucho más grande, ellos no sabían responder con razones. Pero Mario Joseph señala algunos detalles más.


7) El nombre de Mahoma aparece en el Corán sólo 4 veces, bajo dos denominaciones: Ahmed y Mohammed. En cambio, Jesús es mencionado en el Corán con 4 títulos poderosos: Kalimathullahi (Palabra de Dios), Ruhullahi (Espíritu de Dios), Isá al-Masih (Jesús el Mesías) y, finalmente, Ibnu Mariam (hijo de María, título poderoso porque María es la más excelsa de las mujeres, protegida de Dios, modelo para todos, etc...).


8) El capítulo 19 del Corán, titulado "María", canta excelencias asombrosas de Jesús que Mario no veía atribuidas en Mahoma, a saber:


  • Jesús es la Palabra de Dios.
  • Jesús es el Espíritu de Dios.
  • Habló desde su cuna (el bebé Jesús, casi recién nacido, explica a unos maledicentes que su madre no ha tenido trato con varón).
  • Dio vida a pájaros hechos de barro (historia que el Corán toma del evangelio apócrifo de Tomás, o de la Infancia, del siglo II).
  • Curó enfermedades incurables.
  • Dio vida a los muertos.
  • Es omnisciente.
  • "Reveló todos los secretos".
  • "Ascendió al Cielo".
  • "Todavía está vivo".
  • "Cristo volverá a venir".

¿Cómo encajar todo esto con la supuesta autoridad de Mahoma? 

Y eso se refiere sólo a lo que se encuentra en el Corán: en los hadices y otras fuentes de tradición islámica, se ve claramente, por ejemplo:


"Que los demonios no se acercaban siquiera a Jesús y María, tal era su pureza y santidad, mientras que sí hostigaban a Mahoma. ¿No hace eso de Jesús alguien muy superior?"



Mahoma peca, Jesús no.

Mahoma ha de pedir perdón por sus faltas.

Y es que aunque el clero musulmán y los líderes religiosos islámicos hablen maravillas de Mahoma, en el Corán se ve, por ejemplo, como en la Sura 47 se dice al "profeta": "sabe, pues, que no hay más dios que Alá y pide perdón por tus faltas"; y más adelante, "que Dios te perdone por tus faltas" (en 48,2). 

En cambio, Jesús, ni en el Corán ni en el Evangelio pide nunca perdón a Dios; Él, que insiste en la humildad, nunca reconoce haber pecado. Ni cristianos ni musulmanes atribuyen pecado alguno a Jesús.

Mahoma es sólo apóstol, Jesús es Ungido.

Y el título de "Mesías" ("Ungido") de Jesús, puede sonar mucho más fuerte que el de Mahoma, que para el Corán es sólo "enviado" (es decir "apóstol", en griego), o profeta (si bien el Corán le llama "el Apóstol de Dios y el sello de los Profetas", en 33,45).



Por otra parte, el título de que Jesús es la Palabra de Dios resuena con fuerza, ya que Mahoma no es nunca llamado así. Un cristiano que hable con un musulmán e insista en que Jesús es el Logos, la Palabra, algo eterno que está eternamente unido a Dios, no un mero hombre, podrá avanzar bastante. 



El cuerpo de Mahoma está en La Meca; el de Jesús, en el Cielo.

Por otra parte, los musulmanes no dudan de que el cuerpo de Mahoma está enterrado en La Meca, y allí peregrinan. También peregrinan a las tumbas de muchos otros profetas y hombres santos y milagrosos. Pero saben que no hay tumba de Jesús, que el cuerpo de Jesús no está en ningún sitio, y que en el Santo Sepulcro no hay ningún cadáver ni restos, como bien saben también los cristianos. El Corán mismo dice que Dios elevó a Jesús hacia Él (al Cielo). Añade -eso sí- que "no lo mataron ni lo crucificaron, aunque eso les parecía a ellos" (Sura 4:157-158).

Para entender a Alá,
acude a la Biblia


En su apasionante testimonio, Mario cuenta que rezó a Alá pidiéndole guía sobre cómo debía entender y tratar a Jesús; después acudió al Corán y leyó:

"Si tienes alguna duda acerca de lo que te hemos revelado, pregunta a quienes antes que tú ya leían la Escritura" (Sura 10, Jonás, verso 94).

Mario entendió, asombrado, que ¡quien tenga dudas sobre el Corán es remitido por el mismo Corán a los que leían las escrituras previas, cristianos y judíos! Es decir, para obtener la perfección del Corán, debe obtenerse de la Biblia. 

En su testimonio, Mario cuenta cómo eso le llevó, siendo un joven imán, a preguntar a una monja en una parada de autobús, y cómo ésta le remitió al Centro Divine Retreat de Muringoor, donde hoy es predicador católico, no sin pasar por duras pruebas que explica en su libro.

Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM: