sábado, 18 de noviembre de 2017

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 25, 14-30


14. Porque el Señor obrará como un hombre que, yéndose a lejanas tierras, convocó a sus criados y les entregó sus bienes.

15. Dando al uno cinco talentos, a otro dos, y uno sólo a otro, a cada uno según su capacidad, y marchóse inmediatamente.

16. El que recibió cinco talentos fue, y negociando con ellos, sacó de ganancia otros cinco.

17. De la misma suerte aquel que había recibido dos, ganó otros dos.

18. Mas el que recibió uno, fue e hizo un hoyo en la tierra, y escondió el dinero de su señor.

19. Pasado mucho tiempo, volvió el amo de dichos criados, y llamólos a cuentas.

20. Llegando el que había recibido cinco talentos, presentóle otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco más que he ganado con ellos"
21. Respondióle su amo:



"Muy bien, siervo bueno, siervo diligente y leal; ya que has sido fiel en lo poco, yo te confiaré lo mucho: ven a tomar parte en el gozo de tu señor"
22. Llegóse después el que había recibido dos talentos, y dijo:
"Señor, dos talentos me diste; aquí te traigo otros dos que he granjeado con ellos"
23. Díjole su amo:

"¡Muy bien, siervo bueno y fiel!, pues has sido fiel en pocas cosas, yo te confiaré muchas más: ven a participar del gozo de tu señor"
24. Por último, llegando el que había recibido un talento, dijo:
"Señor, yo se que eres un hombre de recia condición, que siegas donde no has sembrado, y recoges donde no has esparcido.


25. Y así, temeroso de perderle, me fui y escondí tu talento en tierra; aquí tienes lo que es tuyo"
26. Pero su amo, cogiéndole la palabra, le replicó y dijo:
"¡Oh siervo malo y perezoso! Tú sabías que siego donde no siembro, y recojo donde nada he esparcido.
27. Pues por eso mismo debías haber dado a los banqueros mi dinero, para que yo a la vuelta recobrase mi caudal con los intereses.
28. Ea, pues, quitadle aquel talento, y dádselo al que tiene diez talentos.
29. Porque a quien tiene, dársele ha, y estará abundante o sobrado; mas a quien no tiene, quitársele aún aquello que parece que tiene.


30. Ahora bien; a ese siervo inútil arrojadlo a las tinieblas de afuera: allí será el llorar y el crujir de dientes".

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

10 razones de peso para vivir la pureza y la castidad. ¿Por qué es mejor esperar?


Vale la pena todo el esfuerzo
que estás haciendo
por vivir la castidad

Por: PildorasdeFe.net | Fuente: Tad.org.mx

¿Pureza y castidad?


Hablar de eso hoy en día es ir contracorriente. La castidad es para nuestra sociedad hipersexualizada algo del pasado. Hoy a los hombres se les considera “ganadores” y a las mujeres “experimentadas” mientras más sexo tengan. En cambio, se desprecia o rechaza a quien decide esperar hasta el matrimonio. La virginidad parece ser una enfermedad de la que hay que curarse cuanto antes. A quien decide valientemente vivir la castidad se le califica de mojigato, incapaz sexual, enfermo mental o reprimido.



Pero la realidad demuestra que el adelantarse (aunque sea “por amor”) causa demasiadas heridas, mientras que la espera paciente y el autodominio producen frutos excelentes. Aquí te ofrecemos 10 razones para que entiendas que vale la pena todo el esfuerzo que estás haciendo por vivir la castidad, especialmente en el noviazgo.

1. Ayuda a tener una buena comunicación en el noviazgo



Cuando una pareja de novios vive la abstinencia sexual, su comunicación es buena porque no se centran solamente en el placer, sino en la alegría de compartir puntos de vista y vivencias; además, sus conversaciones son más profundas. Por el contrario, la intimidad física es una forma fácil de relacionarse, pero eclipsa otras formas de comunicación. Es un modo de evitar el trabajo que supone la verdadera intimidad emocional, como hablar de temas personales y profundos y trabajar en las diferencias básicas que hay entre ambos.

2. Crece el lado amistoso de tu relación



La cercanía física puede llevar a que los adolescentes piensen que están emocionalmente cercanos, cuando en realidad no lo están. Una relación romántica consiste esencialmente en cultivar una amistad, y no hay amistad sin conversación y sin compartir intereses. La conversación personal crea lazos de amistad, y ayuda a que uno descubra al otro, que conozca sus defectos y sus cualidades. Algunos jóvenes se dejan llevar por las pasiones y cuando se conocen en profundidad, se desencantan. Y no se conocieron porque no llegaron a ser amigos, sino “novios con derechos”.

3. Hay mejor relación con los padres de familia de ambos



Cuando el hombre y la mujer se respetan mutuamente, maduran su cariño y mejoran la amistad con los padres de ambos. Generalmente, los padres de familia prefieren que sus hijos solteros vivan la continencia sexual, y se sienten preocupados si saben que están sexualmente activos sin ser casados. Cuando una pareja sabe que debe esconder sus relaciones sexuales, crece en ellos la culpa y el estrés. Los novios que deciden esperar se relacionan más cordialmente con los padres de familia propios y de la pareja.

4. Te sientes más libre para cuestionar si ese noviazgo te conviene



Las relaciones sexuales tienen el poder de unir a dos personas con fuerza, y pueden prolongar una relación poco sana basada en la atracción física o en la necesidad de seguridad. Una persona se puede sentir “atrapada” en una relación de la cual quisiera salir pues en el fondo no la desea, pero no encuentra la salida. Una persona que no tiene relaciones sexuales puede romper con mayor facilidad el vínculo afectivo que lo ata al otro, pues no ha habido una intimidad tan poderosa en el aspecto físico. Además, si llega a haber un embarazo, las personas no se sienten tan libres de decidir si se separan, se casan, se ponen a trabajar, etcétera.

5. Se fomenta la generosidad contra el egoísmo



Las relaciones sexuales en el noviazgo invitan al egoísmo y a la propia satisfacción, inclinan a sentirse en competencia con otras personas que puede resultarle más atractivas a la propia pareja. Se fomenta la inseguridad y el egoísmo, ya que al empezar a entrar en intimidades la tendencia es pedir más y más.

6. Hay menos riesgo de abuso físico o verbal



El sexo fuera del matrimonio se asocia a la violencia y a otras formas de abuso. Por ejemplo, se da más del doble de agresión física entre parejas que viven juntas sin compromiso, que entre las parejas casadas. Hay menos celos y menos egoísmo en las parejas de novios que deciden posponer las relaciones sexuales que en las que se dejan llevar por las pasiones.

7. Aumenta el repertorio de modos de mostrar afecto



Los novios que viven la abstinencia encuentran detalles nuevos para mostrar afecto; cuentan con inventiva e ingenio para pasarla bien y demostrarse mutuamente su interés. La relación se fortalece y tienen más oportunidad de conocerse en cuanto a su carácter, hábitos y en el modo de mantener una relación.

8. Hay más posibilidades de triunfar en el matrimonio



Las investigaciones han demostrado que las parejas que han cohabitado tienen más posibilidades de divorciarse que las que no han cohabitado.

9. Si decides “romper” esa relación, dolerá menos



Los lazos que crea la actividad sexual por naturaleza, vinculan fuertemente, entonces, si hay una ruptura, se intensifica el dolor que produce la ruptura por los vínculos establecidos. Cuando no se han tenido relaciones íntimas, y deciden separarse, la separación es menos devastadora.

10. Te sentirás mejor como persona



Los adolescentes sexualmente activos frecuentemente pierden autoestima y admiten vivir con culpas. Cuando deciden dejar de lado la intimidad física se sienten como nuevos y crecen como personas. Además, mejoran su potencial intelectual, artístico y social, al poner toda esa energía creativa en desarrollar sus talentos.

Ejemplo de una persona famosa que vive en castidad:



Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/op/articulos/54904/por-qu-es-mejor-esperar-10-razones-de-peso-para-vivir-la-pureza-y-la-castidad.html

Dedicación de las Basílicas de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo - Fiesta Noviembre 18



Propongámonos tener siempre
el más grande respeto
y veneración por nuestros templos

La actual Basílica de San Pedro en Roma fue consagrada por el Papa Urbano VIII el 18 de noviembre de 1626, aniversario de la consagración de la Basílica antigua.

La construcción de este grandioso templo duró 170 años, bajo la dirección de 20 Sumos Pontífices. Está construida en la colina llamada Vaticano, sobre la tumba de San Pedro.


Tumba de San Pedro en Roma
Allí en el Vaticano fue martirizado San Pedro (crucificándolo cabeza abajo) y ahí mismo fue sepultado. Sobre su sepulcro hizo construir el emperador Constantino una Basílica, en el año 323, y esa magnífica iglesia permaneció sin cambios durante dos siglos. Junto a ella en la colina llamada Vaticano fueron construyéndose varios edificios que pertenecían a los Sumos Pontífices. Durante siglos fueron hermoseando cada vez más la Basílica.


Cuando los Sumos Pontífices volvieron del destierro de Avignon el Papa empezó a vivir en el Vaticano, junto a la Basílica de San Pedro (hasta entonces los Pontífices habían vivido en el Palacio, junto a la Basílica de Letrán) y desde entonces la Basílica de San Pedro ha sido siempre el templo más famoso del mundo.

La Basílica de San Pedro mide 212 metros de largo, 140 de ancho, y 133 metros de altura en su cúpula. Ocupa 15.000 metros cuadrados. No hay otro templo en el mundo que le iguale en extensión.

Su construcción la empezó el Papa Nicolás V en 1454, y la terminó y consagró el Papa Urbano VIII en 1626 (170 años construyéndola). Trabajaron en ella los más famosos artistas como Bramante, Rafael, Miguel Angel y Bernini. Su hermosura es impresionante.






Hoy recordamos también la consagración de la Basílica de San Pablo, que está al otro lado de Roma, a 11 kilómetros de San Pedro, en un sitio llamado "Las tres fontanas", porque la tradición cuenta que allí le fue cortada la cabeza a San Pablo y que al cortársela cayó al suelo y dio tres golpes y en cada golpe salió una fuente de agua (y allí están las tales tres fontanas).



La antigua Basílica de San Pablo la habían construido el Papa San León Magno y el emperador Teodosio, pero en 1823 fue destruida por un incendio, y entonces, con limosnas que los católicos enviaron desde todos los países del mundo se construyó la nueva, sobre el modelo de la antigua, pero más grande y más hermosa, la cual fue consagrada por el Papa Pío Nono en 1854. En los trabajos de reconstrucción se encontró un sepulcro sumamente antiguo (de antes del siglo IV) con esta inscripción:


"A San Pablo, Apóstol y Mártir"


Estas Basílicas nos recuerdan lo generosos que han sido los católicos de todos los tiempos para que nuestros templos sean lo más hermoso posible, y cómo nosotros debemos contribuir generosamente para mantener bello y elegante el templo de nuestro barrio o de nuestra parroquia.

Fuente - Texto tomado de EWTN: