jueves, 27 de julio de 2017

Tema de actualidad mundial: un católico no puede ser comunista



Un católico no puede ser comunista, por Germán Mazuelo-Leytón


Miércoles, 16 de noviembre de 2016

Reproducimos el siguiente artículo de Germán Mazuelo-Leytón, publicado originalmente en su columna en el diario La Patria.

Recientemente, el Obispo de Roma Jorge Mario Bergoglio, en una nueva entrevista al periodista italiano Eugenio Scalfari ha hablado del presidente electo de los Estados Unidos Donald Trump, las resistencias en la Iglesia a su pontificado y sobre comunismo afirmando: «son los comunistas los que piensan como los cristianos».

¿Son los comunistas los que piensan como los cristianos? El Papa Pío XI en su encíclica Quadragesimo Anno nos lo responde: "socialismo religioso, socialismo cristiano, implican términos contradictorios: nadie puede ser a la vez buen católico y verdadero socialista".

«Los socialistas, abusando del mismo Evangelio para engañar más fácilmente a incautos, acostumbran a forzarlo adaptándolo a sus intenciones, con todo hay tan grande diferencia entre sus perversos dogmas y la purísima doctrina de Cristo, que no puede ser mayor. Porque ¿qué participación puede haber de la justicia con la iniquidad, o qué consorcio de la luz con las tinieblas? Ellos seguramente no cesan de vociferar, como hemos insinuado, que todos los hombres son entre sí por naturaleza iguales; y, por lo tanto, sostienen que ni se debe honor y reverencia a la majestad, ni a las leyes, a no ser acaso a las sancionadas por ellos a su arbitrio» (Encíclica "Quod Apostolici Muneris" de S. S. León XIII sobre el socialismo).

Es conocida la violencia anticatólica en los países en los que la ideología comunista se hizo del poder, en varios de los cuales continúa aún hoy en día su oprobioso ejercicio dominante de partido único. Empero, ante las ideologías condenadas por el magisterio pontificio, no siempre los episcopados han sido unánimes, salvo honrosas excepciones, como el Episcopado polaco que se mantuvo incólume ante el comunismo defendiendo a su grey de los ataques de esa ideología, los obispos españoles actuaron de la misma forma en 1936 cuando el terror comunista llegó a España.

¿Qué precisa un gobierno de izquierda para consolidarse y perpetuarse?
El experto en comunismo D. Alexander Torres Mega, nos recuerda:

«1. Una "oposición" que sea tibia, ineficaz, colaboracionista y entreguista.

2. Pocos empresarios serviles que generen imagen favorable al gobierno, adormeciendo reacciones.

3. Medios masivos de comunicación que sean su megáfono incondicional e impongan silencio o diluyan lo negativo del gobierno.

4. Una cúpula militar que controle y neutralice a todos los uniformados que NO están dispuestos a dejarse pisotear y humillar.

De este modo, el gobierno tiene facilitada la completa manipulación de los sectores claves de la opinión pública y el sometimiento de eventuales opositores auténticos».

No podemos obviar mencionar aquí que aunque el nuevo Presidente de los Estados Unidos ganó con el voto católico, y ganó en los estados industriales, las monjas dirigentes de la Junta Directiva de Mujeres Religiosas (Leadership Conference of Women Religious, LCWR) se han rasgado las vestiduras, entre ellas la Madre Elizabeth Johnson que ha manifestado públicamente que desea marcharse de su país.

Así podemos entender cómo en los últimos días los radicales, -«anarquistas» como los llamó la policía norteamericana- han causado disturbios especialmente en California financiados por el Partido Demócrata, el judío Soros y la Fundación Clinton. Es que las marchas y protestas de esa bazofia perversa no pueden surgir del aire.

Y en Colombia surge también en estos días un entusiasmante movimiento el MLCC (Movimiento de Laicos Católicos de Colombia) que «debido a las declaraciones recientes del presidente Juan Manuel Santos, en la ciudad de Londres, donde afirmó que la campaña ganadora del No en el pasado plebiscito, «fue el resultado de una estrategia basada en desinformación y mentiras"», «se levanta y recuerda que la mayoría de votantes del país somos católicos y levantándonos como católicos dimos la mayoría de votos para el triunfo del no».

Recordándole al Presidente Santos que la mayoría de los colombianos son bautizados católicos, rechazan rotundamente entre otros aspectos los siguientes: «la ideología de género como constructor teórico-ideológico que reemplaza la verdad con el pretexto de la paz y abre el camino al desarrollo de su agenda. El inmenso gasto público en la reinserción de cada guerrillero. La creación de una cuarta cadena informativa de ideario marxista-leninista. La impunidad de crímenes de lesa humanidad. La creación de curules para las FARC. La implementación del voto electrónico como medio de fraude. La inmensa burocracia que crea la izquierda, etc.». Recuerdan asimismo a los mártires, víctimas de las FARC y los secuestrados (420).

¿Será el inicio de un despertar del laicado católico, el gigante adormecido?

Con genio lo había avizorado el gran obispo Fulton Sheen:

«La Iglesia no va a ser rescatada de la actual crisis ni por los obispos, ni por los sacerdotes, ni por los religiosos, sino por los laicos».

Fuente - Texto tomado de VOTOCATOLICO.CO:

5 razones por las que un católico no puede ser comunista


Junio 8 de 2016

Es común ver a personas que dicen ser católicas y comunistas. ¿Pero es posible ser cristiano y comulgar con una ideología que ha causado millones de muertes en el mundo?

Conoce 5 razones por las que un católico no puede ser comunista

1. Las consecuencias del comunismo

Cuando estudiamos la historia de las revoluciones comunistas, es imposible no sentirnos aterrados por los horrores que los revolucionarios practicaron buscando modificar el sistema económico de sus países. El “Libro Negro del Comunismo” estima que en medio siglo 100 MILLONES de personas han sido asesinadas por las dictaduras totalitarias, incluyendo cristianos de varias denominaciones. El Museum on Communism ha estimado las muertes y las resumimos en esta tabla:

También la guerra civil española mató a 12 obispos, 4.184 sacerdotes, 300 monjas, 2.363 monjes, según números estimados por el historiador Hugh Thomas.

2. El comunismo se alimenta del odio y promete un “paraíso” en la tierra

El comunismo de Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895) tiene como base de su doctrina la lucha de clases, la lucha entre dos grupos opuestos: los “oprimidos” y los “opresores” (ricos contra pobres, negros contra blancos, gays contra héteros, hombres contra mujeres, etc.) y es esta lucha de clases la que mueve la historia. El fin de la opresión y entonces un mundo sin desigualdades, vendrán solamente cuando los oprimidos destruyan y sometan al opresor, destruyendo toda cultura opresora independientemente de cuántos deban morir para eso.

“No se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos” – Decálogo de Lenin (1913)

3. El Comunismo niega a Dios y la religión

Marx propuso que los oprimidos hagan una revolución que acabaría con la lucha de clases y crearía un paraíso terrenal sin Dios, para promover la igualdad, pues el mal del mundo es la desigualdad. Según Marx, la religión es el opio del pueblo”, es decir, un fármaco, un medio de mantener a las masas bajo el dominio de los poderosos que debe ser destruido.

El Papa Pío XI en su encíclica Quadragesimo Anno aseguró que “Socialismo religioso, socialismo cristiano, implican términos contradictorios: nadie puede ser a la vez buen católico y verdadero socialista”

4. La desigualdad es natural y fruto de la sabiduría de Dios 

Analizando el universo nos damos cuenta de que es jerárquico y desigual, yendo desde un mineral, pasando por los vegetales, animales, hombres y los ángeles; hay una jerarquía que promueve la armonía en el cosmos. Si todo el universo se rige por un orden a través de la desigualdad de los seres, tal ley natural también es igual para los hombres. En los seres humanos también hay desigualdades naturales de los que no se derivan derechos (bajo y alto, gordo y delgado, negro y blanco, calvo y peludo, fuerte y débil) y desigualdades de las que sí se derivan derechos (justos y pecadores, ladrones y honestos, maestros y estudiantes, trabajadores y desempleados, padres e hijos). Esto significa que un hombre no tiene ningún derecho sobre el otro por ser alto y el otro bajo, pero si usted es padre y tiene un hijo, ambos tienen derechos equivalentes y sus prerrogativas.

El Magisterio de la Iglesia se ha expresado en diversas ocasiones sobre este tema, por ejemplo:

El Papa León XIII (Quod Apostolici Muneris e Humanum Genus) dice que los hombres son semejantes pero no iguales. Estos poseen la misma naturaleza, por lo tanto los mismos derechos naturales. En este sentido, Dios creó tal desigualdad precisamente fomentar la cooperación mutua entre los hombres; recordemos: la ley de Dios es el amor.

5. La propiedad privada es un bien natural

La propiedad privada asegura a los hombres la libertad y el derecho a su trabajo para la supervivencia y el bien de la familia. Ella no puede ser quitada por el Estado, pues es un derecho natural de los hombres. 

El Papa Pío IX dijo al respecto que: “tal es la nefanda doctrina del comunismo contraria al derecho natural, que una vez admitida, echa por tierra los derechos de todos, la propiedad, la misma sociedad humana (Encíclica Qui pluribus, 1846).

Fuente - Texto tomado de ES.CHURCH.POP.COM: