viernes, 7 de julio de 2017

San Isaías - Profeta (Año 765 a.c.) - Fiesta Julio 8



Isaías fue para Israel un héroe nacional. Es un poeta maravilloso. La elegancia de su estilo, la viveza de sus imágenes y la belleza literaria de sus profecías lo convierte en un clásico de la literatura de Israel.

Nació en Jerusalén en el año 765 antes de Cristo, y parece que era de familia de clase aristocrática. Todo su modo de hablar y comportarse lo presentan como un hombre de cultura superior. En el Capítulo 6 de sus profecías narra cómo Dios lo llamó. Dice así:
"Vi al Señor Dios, sentado en un trono excelso y elevado y miles de serafines lo alababan cantando: Santo, Santo es el Señor Dios de los ejércitos, llenos están el cielo y la tierra de Tu Gloria"


Yo me llené de espanto y exclamé:
"Ay de mí que soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo pecador y mis ojos ven al Dios Todopoderoso"
Entonces voló hacia mí uno de los serafines, y tomando una brasa encendida del altar, la colocó sobre mis labios y dijo:
"Ahora has quedado purificado de tus pecados"
Y oí la Voz del Señor que me decía:
"¿A quién enviaré? ¿Quién irá de mi parte a llevarles mis mensajes?"
Yo le dije:
"Aquí estoy Señor, envíame a mí"
Llamadas desatendidas

Isaías empezó entonces a llevar a las gentes los mensajes de Dios, pidiéndoles que se apartaran de su vida de pecado y empezaran una vida agradable a Dios. Pero se cumplía lo que le había avisado el Señor:
"Teniendo oídos, no querrán escuchar"
Avisó fuertemente que si no se convertían serían llevados presos al destierro. No le hicieron caso y la nación de Israel fue llevada después presa a un país extraño.

El Emmanuel


Una de las más famosas profecías que hizo ese gran vidente fue la de Emmanuel. Dijo así:
"He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz a un niño al cual llamarán Dios con nosotros"
Así está avisando con siete siglos de anticipación el nacimiento de Jesús, de María Virgen.

Senaquerib ataca a Jerusalén

El temible rey de Nínive, Senaquerib, atacó a Jerusalén y amenazaba con destruirla y matar a todos. Pero Isaías animó al piadoso rey Ezequías diciéndole:
"Prudencia y calma. Confíen en Dios, que la ciudad no caerá en manos de los enemigos"
Y sucedió entonces que al ejército invasor le llegó una espantosa epidemia de disentería (que es una inflamación y ulceración de los intestinos), y murieron muchos miles y el rey Senaquerib tuvo que alejarse y no pudo apoderarse de la ciudad. Con esta profecía adquirió Isaías una gran popularidad entre las gentes.

El Libro más largo de la Biblia



El Libro de Isaías es el más largo de los 73 que componen la Biblia, tiene unas 70 páginas, se compone de dos partes, la primera fue escrita por el propio profeta Isaías y la segunda se llama "Nuevo Isaías o DeuteroIsaías", probablemente escrita por un discípulo de éste.

La vid que no quiso dar frutos

Isaías tiene bellísimas comparaciones para enseñar sus mensajes. Por ejemplo la de "La Vid y el Viñador", en el Capítulo 5. En la cual compara al pueblo de Dios, con una vid (plantación de uvas), a la que el Señor la cuidó, la regó y la abonó y luego viene a buscar buenos frutos (buenas obras), y encuentra con que sólo produce frutos amargos (obras malas), entonces el Señor abandona su plantación, dejándola en manos de sus enemigos para que la pisoteen y destruyan.

El primer biógrafo de Jesús



En el Libro de Isaías se pueden encontrar muchos datos de lo que será la vida del Mesías o enviado de Dios, se puede afirmar que éste escrito es la primera biografía de Jesús, escrita siete siglos antes de que naciera el Redentor. Son impresionantemente hermosas las descripciones del Cap. 53, acerca del Siervo de Yahvé, donde parece estar viendo la Pasión y Muerte de Jesús, describiéndola, tal como ella iba a suceder. Y allí se insiste que estos sufrimientos del enviado de Dios serán para pagar nuestros pecados.

El más grande profeta

Después de Cristo y de Moisés, el más grande profeta de todos los siglos ha sido Isaías, es el profeta de la Confianza en Dios. Quiere que aunque las situaciones de la vida sean terribles, jamás dejemos de confiar en que Dios llegará con su gran poder a ayudarnos y defendernos. Anuncia un Mesías o Salvador, de la familia de David, portador de paz y de justicia, cuyo oficio es encender en la tierra el amor hacia Dios.

Fue un genio religioso que ejerció enorme influencia en la verdadera religión, y cuyos escritos los leen y meditan hoy en todo el mundo los seguidores de Cristo. Una antigua tradición judía, nos dice que a Isaías lo hizo martirizar el impío rey Manasés.

Gracias Señor por tus profetas y por los anuncios que por medio de ellos nos has enviado y nos seguirás enviando siempre. Haz que nunca seamos sordos a las llamadas de conversión que nos haces cada día, por medio de tu divina palabra en las predicaciones y en la Santa Biblia.

Fuente - Texto tomado de EWTN:

Novena a Nuestra Señora Virgen del Carmen - Día Segundo - Julio 8 de 2017



Acto de Contrición
para todos los días

Dios mío y Señor mío, postrado delante de vuestra Majestad Soberana, con todo mi ser, con toda mi alma y todo mi corazón te adoro, confieso, bendigo, alabo y glorifico. A Ti te reconozco por mi Dios y mi Señor; en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío me has de perdonar mis culpas, y dar tu gracia y perseverancia en ella, y la gloria que tienes ofrecida a los que perseveran en tu amor. A Ti amo sobre todas las cosas. A Ti confieso mi suma ingratitud y todas mis culpas y pecados, de todo lo cual me arrepiento y te pido me concedas benignamente el perdón. Pésame, Dios mío, de haberos ofendido, por ser Vos quien sois. Propongo firmemente, ayudado con vuestra divina gracia, nunca más pecar, apartarme de las ocasiones de ofenderos, confesarme, satisfacer por mis culpas y procurar en todo serviros y agradaros. Perdóname, Señor, para que con alma limpia y pura alabe a la Santísima Virgen, Madre vuestra y Señora mía, y alcance por su poderosa intercesión la gracia especial que en esta Novena pido, si ha de ser para mayor honra y gloria vuestra, y provecho de mi alma. Amén.

Oración para todos los días

Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:

(Rezar tres Avemarías)

Rezar a continuación
la oración del día que corresponda:



DÍA SEGUNDO

¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que por tu singular amor a los Carmelitas los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios, alumbrándolos con las luces de tu enseñanza y ejemplo de que dichosamente gozaron. Te ruego, Señora, me asistas con especial protección, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz para conocer su infinita bondad y amarle con toda mi alma; para conocer mis culpas y llorarlas, para saber cómo debo comportarme a fin de servirle con toda perfección; y para que mi trato y conversación sean siempre para su mayor honra y gloria y edificación de mis prójimos. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:

Dios te Salve, Reina y Madre 
de misericordia, etc.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena

Oración final para todos los días

Virgen Santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de tu santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de ésta tu querida Insignia. ¡Oh hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen, y concédenos benigna tu amorosa protección.

Te recomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos cómo ofenden a tu divino Hijo, y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

Asombroso testimonio: sacerdote condenado al Infierno - Madre Angélica entrevistó al Padre Steven Scheier



Madre Angélica entrevista a un sacerdote que fue condenado al infierno. Este es el estremecedor testimonio del Padre Steven Scheier, quien tras un accidente de auto, pierde la vida pero la misericordia infinita de Jesucristo le permite estar de vuelta, sabiendo él mismo que no había sido fiel a su vocación recibe, gracias a la intercesión de Nuestra Madre y de las oraciones de los fieles de distintas denominaciones cristianas la gracia de regresar. Steven Scheier era un sacerdote que no vivía según la vocación a la que había sido llamado, un accidente de auto termina con su existencia, al menos temporalmente, en ella se da cuenta que su vida sacerdotal la había vivido hipócritamente, y que se presentaba frente a Jesús con las manos vacías y manchadas, su parroquia ora por él, incluso feligreses de distintas denominaciones cristianas, y la intercesión de Nuestra Madre es decisiva para el nuevo rumbo de la vida del Padre Scheier. (1997-04-15 - EWTN).

El P. Steven Scheier sabe de primera mano lo difícil que es hacer una buena confesión. En su caso, lo que le reveló la gravedad del estado de su alma y la importancia de una verdadera contrición al confesarse fue una experiencia cercana a la muerte tras un accidente de coche en 1985, en la que sufrió una fractura del cuello y un corte cerebral.

Le daban una probabilidad de recuperación de 15% pero se recuperó por completo. Meses después, leyó la parábola del árbol que no daba fruto e iba a ser cortado pero por las súplicas de un hortelano se le concedió otra oportunidad. Recordó entonces una conversación que le había cambiado la vida en la que creyó oír la voz del Señor Jesucristo y a Su Santísima Madre.

Al ser juzgado y oír sus pecados no confesados, sólo pudo asentir a cada uno sin encontrar ninguna excusa porque estaba ante la Verdad. Al oír la sentencia de infierno, pensó que sí, que sabía que se lo merecía, que era la única conclusión lógica. En ese momento oyó una voz femenina que pedía a Su Hijo por su vida y su alma. El Señor respondió que había sido un sacerdote por sí mismo en vez de para Él. Ella insistió, diciendo que si le daban gracia y ayuda especiales quizás mejoraría y si no, que se hiciera Su Voluntad. El Señor dijo:
“Madre, es tuyo”


Fuente - Texto tomado de INFOCATOLICA.COM:
http://infocatolica.com/blog/sarmientos.php/0909260333-sacerdote-que-se-oyo-condenad

Video tomado de YOUTUBE:
https://www.youtube.com/watch?v=phh2t_Gg1fg