lunes, 12 de junio de 2017

10 datos de San Antonio de Padua que tal vez no conocías



REDACCIÓN CENTRAL, 13 de junio de 2015 / 10:33 a.m. (ACI).

"Si predicas a Jesús, Él ablanda los corazones duros; si lo invocas, endulzas las tentaciones amargas; si piensas en Él, te ilumina el corazón; si lo lees, te sacia la mente"

Recomendaba San Antonio de Padua


Conozca 10 datos curiosos
de este famoso Santo


1. Se llamaba Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo. A los 25 años adoptó el nombre de Antonio cuando se hizo franciscano.

2. Fue agustino antes de ser franciscano. A los 15 años ingresó a los Canónigos Regulares de San Agustín. Diez años después ingresó a los Frailes Menores Franciscanos.

3. Quiso ser mártir y decidió ingresar a los Frailes Menores para predicar a los sarracenos y sufrir por amor a Cristo. Se fue a Marruecos, pero por una severa enfermedad tuvo que retornar.

4. Era un gran predicador, tenía una voz clara y fuerte, talante imponente, memoria prodigiosa y un profundo conocimiento, el espíritu de profecía y un extraordinario don de milagros.



5. Fue testigo de una aparición del Niño Jesús, a quien sostuvo en brazos.


6. Su fama de obrar actos prodigiosos nunca ha disminuido y aún en la actualidad es reconocido como el más grande taumaturgo de todos los tiempos.

7. En Padua ocurrió su milagro más famoso, el del pie amputado. Un joven de nombre Leonardo, en un arranque de ira, pateó a su propia madre. Arrepentido, le confesó su falta a San Antonio quien le dijo:
"El pie de aquel que patea a su propia madre, merece ser cortado"
Leonardo corrió a casa y se cortó el pie. Enterado de esto, San Antonio tomó el miembro amputado del joven y milagrosamente lo reunió al cuerpo.

8. Su canonización fue la más rápida de la historia. El Papa Gregorio IX lo canonizó menos de un año después de su muerte en Pentecostés el 30 de Mayo de 1232.

9. León XII lo llamó “el Santo de todo el mundo” porque por todas partes se puede encontrar su imagen y devoción. Es patrón de los pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros.

10. Se le invoca para pedir un buen esposo o esposa. Por esta razón algunas personas ponen su imagen de cabeza, pero esto es una superstición y una práctica no cristiana.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/noticias/10-datos-de-san-antonio-de-padua-que-tal-vez-no-conocias-50433/

San Antonio de Padua - Presbítero - Doctor de la Iglesia - Doctor Evangélico - Fiesta Junio 13



Nació en Lisboa (Portugal), el 15 de agosto de 1195, con el nombre de Fernando Martim de Bulhões e Taveira Azevedo, pero adquirió el apellido por el que lo conoce el mundo, de la ciudad italiana de Padua, donde murió el 13 de junio de 1231 y donde todavía se veneran sus reliquias. Primero formó parte de los canónigos regulares de San Agustín, y, poco después de su ordenación sacerdotal, ingresó en la Orden de los Frailes Menores, con la intención de dedicarse a propagar la fe cristiana en África. Sin embargo, fue en Francia y en Italia donde ejerció con gran provecho sus dotes de predicador, convirtiendo a muchos herejes. No le faltaron las pruebas. En la juventud fue atacado duramente por las pasiones sensuales. Pero no se dejó vencer y con la ayuda de Dios las dominó. Él se fortalecía visitando al Santísimo Sacramento. Además desde niño se había consagrado a la Santísima Virgen y a Ella encomendaba su pureza.

Fue el primero que enseñó teología en su Orden. Escribió varios sermones llenos de doctrina y de unción. León XIII lo llamó "el santo de todo el mundo", porque su imagen y devoción se encuentran por todas partes. Llamado "Doctor Evangélico". Escribió sermones para todas las fiestas del año. Fue canonizado en 1232 por el Papa Gregorio IX. Proclamado "Doctor de la Iglesia" el 16 de enero de 1946 por el Papa Pío XII.
"El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree" San Antonio
"Era poderoso en obras y en palabras. Su cuerpo habitaba esta tierra pero su alma vivía en el cielo" (Un biógrafo de ese tiempo)
Iconografía


Por regla general, a partir del siglo XVII, se ha representado a San Antonio con el Niño Jesús en los brazos; ello se debe a un suceso que tuvo mucha difusión y que ocurrió cuando San Antonio estaba de visita en la casa de un amigo. En un momento dado, éste se asomó por la ventana y vio al santo que contemplaba, arrobado, a un niño hermosísimo y resplandeciente que sostenía en sus brazos. En las representaciones anteriores al siglo XVII aparece San Antonio sin otro distintivo que un libro, símbolo de su sabiduría respecto a las Sagradas Escrituras. En ocasiones se le representó con un lirio en las manos y también junto a una mula que, según la leyenda, se arrodilló ante el Santísimo Sacramento que mostraba el santo; la actitud de la mula fue el motivo para que su dueño, un campesino escéptico, creyese en la presencia real.

Se le llama el "Milagroso San Antonio" por ser interminable lista de favores y beneficios que ha obtenido del cielo para sus devotos, desde el momento de su muerte.

Milagros de San Antonio de Padua

El recién nacido que habla



Una mujer en Ferrara fue salvada de una terrible sospecha. El Santo reconcilió a la consorte con el marido, un personaje ilustre, una persona importante de la ciudad. Hizo un verdadero milagro, al hacer hablar a un recién nacido, que tenía pocos días de vida, y que contestó a la pregunta que le había hecho el hombre de Dios. Aquel hombre estaba tan furioso a causa de los infundados celos hacia su mujer, que ni siquiera quiso tocar al niño que acababa de nacer algunos días antes, convencido de que era fruto de un adulterio de la mujer. San Antonio cogió al recién nacido en brazos y le habló:
"Te suplico en nombre de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, nacido de María Virgen, que me digas en voz clara, para que todos puedan oírlo, ¿quién es tu padre?"
Y el niño, sin balbucear como hacen los niños pequeños, sino con una voz clara y comprensible como si fuera un chiquillo de diez años, fijando los ojos en su padre, ya que no podía mover las manos, ligadas al cuerpo con las fajas, dijo:
"¡Éste es mi padre!"
Se giró hacia el hombre, y el Santo añadió:
"Toma a tu hijo y ama a tu mujer, que está atemorizada y se merece toda tu admiración"
(SICCO POLENTONE, Vita di S. Antonio, n. 37)

El joven resucitado



En la ciudad de Lisboa, de donde era oriundo San Antonio (mientras todavía estaban vivos los parientes del Santo, la madre, el padre y los hermanos), había dos ciudadanos, que eran enemigos y se odiaban mucho. Sucedió que el hijo de uno de éstos, un chiquillo, se encontró con el enemigo de la familia, que vivía cerca de los padres del beato Antonio. Éste, despiadado, cogió al chico, lo llevó a su casa y lo mató. Después, por la noche, entró en el jardín de la familia del Santo, excavó una fosa, enterró allí el cadáver, y después huyó.

Al ser el joven hijo de una persona noble, se empezó a investigar sobre su desaparición, y se supo que había estado por el barrio donde vivía el enemigo. Se registraron su casa y su huerto, pero no se descubrió ningún indicio. Haciendo una inspección en el jardín de la familia del beato Antonio, se encontró al chico, enterrado en el huerto. Entonces la justicia del rey hizo arrestar, como asesinos del joven, al padre de San Antonio con todos los de casa. El beato Antonio, a pesar de estar en Padua, se enteró de lo ocurrido, por intervención divina. Por la noche, pedido el permiso al guardián del convento, pudo salir.

Y mientras caminaba en medio de la noche, fue con divino prodigio transportado hasta la ciudad de Lisboa. Entrando en la ciudad por la mañana, se dirigió al juez, y empezó a rogarle que absolviera a aquellos inocentes de la acusa y los dejara libres. Pero el juez no quiso hacerle caso bajo ningún motivo, y entonces el beato Antonio ordenó que lo condujeran delante del chico asesinado.

Delante del cuerpo, le ordenó que se levantara y dijera si lo habían asesinado sus familiares. El chico se despertó de la muerte y afirmó que los familiares del beato Antonio no tenían nada que ver con el delito. Consecuentemente, fueron absueltos y liberados de la cárcel. El beato Antonio se quedó haciéndoles compañía todo el día. Después, por la noche, salió de Lisboa y a la mañana siguiente estaba en Padua de nuevo.

(BARTOLOMEO DA PISA 4, 19-32)

El sermón a los peces



Si los hombres, a pesar de ser inteligentes, despreciaban su predicación, Dios intervenía para mostrarla digna de veneración, cumpliendo señales y prodigios por medio de animales sin razón. Una vez en que algunos herejes, cerca de Padua, despreciaban y se burlaban de sus sermones, el Santo se dirigió a la orilla de un río, que corría por allí cerca, y dijo a los herejes para que toda la multitud lo oyera:
"A partir del momento en que vosotros demostráis ser indignos de la palabra de Dios, aquí estoy, dirigiéndome a los peces, para confundir más abiertamente vuestra incredulidad"
Y con fervor de espíritu empezó a predicar a los peces, enumerándoles todos los dones concedidos por Dios:
  • Cómo los había creado.
  • Cómo les había asignado la pureza de las aguas y cuánta libertad les había concedido.
  • Cómo los alimentaba sin que tuvieran que trabajar.
Mientras hablaba, los peces empezaron a unirse y a acercarse a él, elevando sobre la superficie del agua la parte superior de su cuerpo y mirándolo atentamente, con la boca abierta. Mientras el santo les habló, lo estuvieron escuchando muy atentos, como si fueran seres dotados de razón. No se alejaron del lugar hasta que recibieron su bendición.

La visión


Una vez que el beato Antonio se encontraba en una ciudad para predicar, fue hospedado por una persona del lugar. Éste le asignó una habitación separada, para que pudiera entregarse tranquilo al estudio y a la contemplación. Mientras rezaba, solo, en la habitación, el propietario multiplicaba sus idas y venidas por su casa.

Mientras observaba con atención y devoción la habitación donde rezaba San Antonio solo, ojeando a escondidas a través de una ventana, vio entre los brazos del beato Antonio a un niño hermoso y alegre. El Santo lo abrazaba y lo besaba, contemplando su rostro incesantemente. Aquel hombre, asombrado y extasiado por la belleza del niño, pensaba por sus adentros de dónde habría venido un niño tan gracioso.
Aquel niño era el Señor Jesús
Y fue el mismo Niño Jesús quien reveló al beato Antonio que el huésped los estaba observando. Después de una larga oración, acabada la visión, el Santo llamó al propietario y le prohibió que revelara a nadie, mientras él viviera, lo que había visto.


La mula y la Eucaristía



Es muy común que nos encontremos con pinturas que representan a San Antonio con un cáliz en la mano y una mula, de rodillas, a su lado. Estos símbolos hacen alusión a un milagro que el santo operó en homenaje a la Sagrada Eucaristía. Predicaba sobre la Eucaristía en Rimini (Italia), en el año 1227 y un albigense, adepto de la herejía cátara se levantó contra el dogma de la presencia real de Jesucristo en el pan y en el vino, diciendo:
"Usted puede raciocinar y dar argumento tras argumento, pero los hechos están en su contra. No hay presencia de Cristo en la Hostia consagrada"
Sin perder la calma, San Antonio le responde:
"¿Qué problema hay que el Cuerpo del Salvador esté velado por las apariencias de pan y de vino? ¿No es suficiente saber por su palabra infalible que Él está escondido bajo estos velos?"
"No -respondió el irreligioso-. Si está Cristo, su presencia debe ser sentida por las criaturas. Tome una Hostia consagrada y yo tomaré mi mula: si el animal la respeta, creeré que el Maestro Supremo está allí y creeré en su doctrina. Que sea realizada esa experiencia dentro de tres días. ¿Acepta estas condiciones?"
El santo, después de haber consultado a Dios por medio de la oración, aceptó el desafío. Pasados tres días una multitud se reunió en la plaza. San Antonio celebró Misa y después, avanzando con el Santísimo Sacramento en las manos, se colocó al lado de un pesebre, el cual había sido llenado con heno. Todos los católicos se postraron en adoración y rezaron a Dios, Nuestro Señor, escondido en el Sacramento de la Eucaristía, para que manifestase su gloria para conversión de las almas ciegas.

Llegó entonces el cátaro conduciendo su mula, la cual había sido privada de todo alimento hacía tres días. El animal hambriento saltaba y daba coces; por un momento todos pensaron que ni su dueño conseguiría contenerla próxima del pesebre.

Efectivamente, la mula salió corriendo cuando se dio cuenta de la existencia del alimento, pero bruscamente, se volvió en dirección al santo y dobló las patas, bajando la cabeza delante de la Hostia Santa que Fray Antonio sostenía en sus manos. En vista de tal milagro se escuchaban gritos de admiración que procedían de la multitud. Algunas almas más devotas comenzaron a entonar cánticos de alabanza al Dios de la Eucaristía, repetidos por todos. Finalmente, el dueño de la mula reconoció la verdad enseñada por la Iglesia y se convirtió al catolicismo, juntamente con muchos otros seguidores de aquella herejía.

Oración de Liberación
(Exorcismo)
San Antonio de Padua


Este exorcismo usado frecuentemente por San Antonio es muy eficaz contra las tentaciones del demonio, como lo prueban muchísimos ejemplos. Constituyen esas palabras el breve o carta de San Antonio que él mismo escribió y entregó a una devota suya para librarla de una fuerte y tenaz tentación.

Haciendo la señal de la cruz
dirás con mucho fervor:
He aquí la Cruz del Señor: (Hacerla, +)
Huid, potestades enemigas: (Hacerla, +)
El león Judá, descendiente de David: (Hacerla, +)
Ha vencido.
Aleluya.


Oración a San Antonio de Padua


A ti, Antonio,
dechado de amor a Dios 
y a los hombres que tuviste
la dicha de estrechar
entre tus brazos al Niño Dios,
a ti lleno de confianza,
recurro en la presente
tribulación que me acongoja.

Te pido también
por mis hermanos
más necesitados,
por los que sufren,
por los oprimidos,
por los marginados,
por los que hoy
más necesiten
de tu protección.

Haz que nos amemos
todos como hermanos,
que en el mundo
haya amor y no odios.

Ayúdanos a vivir
el mensaje cristiano.
Tú, en presencia ya del Señor,
no ceses de interceder por Él,
con Él, y en Él, a favor nuestro
ante El Padre.

Amén

Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:
http://www.catolico.org/santos/antonio_padua.htm

Fuente - Texto tomado de SANANTONIODEPADUA.ORG:

Fuente: Textos tomados de Wikipedia - corazones.org - sanantoniodepadua.org

Fuente - Texto tomado del Libro Jesucristo con nosotros en la Eucaristía - Caballeros de la Virgen

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 5, 1-12



1. Mas viendo Jesús a todo este gentío se subió a un monte, donde habiéndose sentado, se le acercaron sus discípulos.

2. Y abriendo su boca divina los adoctrinaba, diciendo:
3. "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

4. Bienaventurados los mansos y humildes, porque ellos poseerán la tierra.

5. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

6. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.

7. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 
8. Bienaventurados los que tienen puro su corazón, porque ellos verán a Dios.

9. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10. Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

11. Dichosos seréis cuando los hombres por mi causa os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren con mentira toda suerte de mal contra vosotros.
12. Alegraos entonces y regocijaos, porque es muy grande la recompensa que os aguarda en los cielos. Del mismo modo persiguieron a los profetas que ha habido antes de vosotros".
Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús 

San Juan de Sahagún - Predicador - Fiesta Junio 12



Sahagún es una ciudad de España, y allá nació nuestro santo en el año 1430. Sus padres no tenían hijos y dispusieron hacer una novena de ayunos, oraciones y limosnas en honor de la Santísima Virgen y obtuvieron el nacimiento de este que iba a ser su honor y alegría.

Educado con los monjes benedictinos, demostró muy buena inclinación hacia el sacerdocio y el señor obispo lo hizo seguir los estudios sacerdotales y después de ordenado sacerdote lo nombró secretario y canónigo de la catedral. Pero estos cargos honoríficos no le agradaban, y pidió entonces ser nombrado para una pobre parroquia de arrabal.

Después de varios años de sacerdocio, sintió el deseo de especializarse en teología y se matriculó como un estudiante ordinario en la Universidad de Salamanca. Allí estuvo cuatro años hasta completar todos sus estudios teológicos. Al principio era bastante desconocido pero un día fue invitado a hacer el sermón en honor de San Sebastián, patrono de uno de los colegios, y su predicación agradó tanto que empezó a ser muy popular entre la gente de la ciudad.

Y sucedió que le sobrevino una gravísima enfermedad con serio peligro de muerte y no había más remedio que hacerle una difícil operación quirúrgica (y con los métodos tan primarios de ese tiempo). Fue entonces cuando prometió a Dios que si le devolvía la salud mejoraría totalmente sus comportamientos y entraría de religioso. Dios le concedió la salud y Juan entró de religioso agustino.

En el noviciado lo pusieron a lavar platos y barrer corredores y desyerbar campos, y siendo todo un doctor, lo hacía todo con gran humildad y total esmero. Después lo pusieron a servir el vino a la comunidad, y todavía se conserva la vasija con la cual hizo el milagro de que con un poco de vino sirvió a muchos comensales y le sobró vino. En cumplimiento de sus deberes, en penitencias, en obediencia y en humildad, no le ganaba ninguno de los otros religiosos.

El convento de los padres Agustinos en Salamanca tenía fama de gran santidad, pero desde que Juan de Sahagún llegó allí, esa buena fama creció enormemente. Era un predicador muy elocuente y sus sermones empezaron a transformar a las gentes. En la ciudad había dos partidos que se atacaban sin misericordia y el santo trabajó incansablemente hasta que logró que los cabecillas de los partidos se amistaran y firmaran un pacto de paz, y se acabaron la violencia y los insultos.

Los biógrafos dicen que Fray Juan era un hombre de una gran amabilidad con todos, devotísimo del Santísimo Sacramento y muy amigo de dedicar largos ratos a la oración. Las gentes cuando lo veían rezar decían: "parece un ángel". El estudio que más le agradaba era el de la Sagrada Biblia, para lograr comprender y amar más la palabra de Dios. A veces gastaba todo el día visitando enfermos, tratando de poner paz en familias desunidas y ayudando a gentes pobres y hasta se olvidaba de ir a comer.

Algunos lo criticaban porque en la confesión era muy rígido con los que no querían enmendarse y se confesaban sólo para comulgar, sin tener propósito de volverse mejores. Pero su rigidez transformó a muchos que estaban como adormilados en sus vicios y malas costumbres. Confesarse con él era empezar a enmendarse.

Otro defecto que le criticaban sus superiores era que tardaba mucho tiempo en celebrar la Santa Misa. Pero para ello había una explicación:

Y es que nuestro santo veía a Jesucristo en la Sagrada Eucaristía y al verlo se quedaba como en éxtasis y ya no era capaz por mucho rato de proseguir la celebración. Pero las gentes gustaban de asistir a sus misas porque les parecían más fervorosas que las de otros sacerdotes.

San Juan de Sahagún predicaba muy fuerte contra los ricos que explotan a los pobres. Y una vez un rico, amargado por estas predicaciones, pagó a dos delincuentes para que atalayaran al santo y le dieran una paliza. Pero cuando llegaron junto a él sintieron tan grande terror que no fueron capaces de mover las manos. Luego confesaron muy arrepentidos que los había invadido un temor reverencial y que no habían sido capaces de golpearlo.

En un pueblo habló muy fuerte contra los terratenientes que no pagaban lo debido a los campesinos y desde entonces aquellos ricachones no le permitieron volver a predicar en ese pueblo.


Sus preferidos eran los huérfanos, los enfermos, los más pobres y los ancianos. Para ellos recogía limosnas y buscaba albergues o asilos. A las muchachas en peligro les conseguía familias dignas que les dieran sanas ocupaciones y las protegieran.

Hizo frecuentes milagros, y obtuvo con sus oraciones que a Salamanca la librara Dios, durante la vida del santo, de la peste del tifo negro, que azotaba a otras regiones cercanas. Un joven se cayó a un hondo pozo. Fray Juan le alargó su correa y, sin saber cómo, salió el joven desde el abismo, prendido de la tal correa. La gente se puso a gritar "¡Milagro! ¡Milagro!", pero él se escondió para no recibir felicitaciones.

Salamanca sufría un terrible verano. El les anunció que con su muerte llegarían lluvias abundantes. Y así sucedió: apenas murió, enseguida llegaron muy copiosas y provechosas lluvias.

Y sucedió que un hombre que tenía una amistad de adulterio con una mala mujer, al escuchar los sermones de Fray Juan, se apartó totalmente de tan dañosa amistad. Entonces aquella pérfida y malvada exclamó: "Ya verá el tal predicador que no termina con vida este año". Y mandó echar un veneno en un alimento que el santo iba a tomar. Desde entonces Fray Juan empezó a enflaquecerse y a secarse, y en aquel mismo año de 1479, el santo predicador murió de sólo 49 años. A su muerte, dejaba la ciudad de Salamanca completamente transformada, y la vida espiritual de sus oyentes renovada de manera admirable.

Que Dios nos mande
muchos valientes predicadores
como San Juan de Sahagún

Dijo Jesús:
"El que pierda su vida por mí en este mundo, la salvará para la vida eterna" (Jn. 12, 25)
Fuente - Texto tomado de EWTN.COM: