jueves, 23 de marzo de 2017

Exorcista Amorth: "Cómo prevenir la influencia del demonio"


Padre Gabriele Amorth

El exorcista Amorth habla de las «heridas del alma producidas por no saborear el amor de Dios».

El famoso exorcista Gabriele Amorth ayuda a entender qué es el mal pero también el inmenso amor de Dios por los hombres.


La lucha contra el mal comienza en la familia y la razón por la que muchos jóvenes actualmente se vuelven malos muy a menudo es que “viven sin la conciencia de la sacralidad de ser hijos y, por lo tanto, padres y madres”.

Se parte del ser “una sola carne” y “un solo espíritu” para “luego separarse a causa de atracciones diversas; y posteriormente volver a unirse y separarse de nuevo, en pareja, familias, hogares, países distintos y con hijos distintos".

"Muchos padres e hijos padecen, por lo tanto, soledad, rechazo, celos, traición, abandono, infelicidad, depresión, tristeza”. “De esta catástrofe provienen la delincuencia, la maldad”.

Lo afirma el padre Gabriele Amorth, uno de los exorcistas más reconocidos. Ordenado sacerdote en 1954, en 1986 obtuvo el cargo de exorcista en la diócesis de Roma por el cardenal Ugo Poletti.

Dios es más bello que el diablo


Angelo De Simone, que vive en su misma comunidad religiosa, la Sociedad San Pablo, ha recogido en una larga reflexión-entrevista las ideas del sacerdote exorcista en el libro Dios es más bello que el diablo. Testamento espiritual (Edizioni San Paolo, en italiano), en el que el Padre Amorth habla de la maldad pero más aún del bien.

Para el Padre Amorth, al día de hoy es fundamental redescubrir la relación filial, con el Padre celestial pero también con el terrenal, subrayando que la ausencia y, por lo tanto, el no conocimiento del padre “abren una herida dolorosa en los hijos que los expone a desviaciones, delincuencia, y acciones verdaderamente malas”.

Del mismo modo, debe recuperarse la relación con Dios, al cual (según el Padre Amorth) el fundamentalismo religioso de nuestro tiempo le hace “un pésimo servicio, oscureciendo su benévolo y tolerante rostro materno y paterno”.

Personas heridas
más que endemoniadas

Para el exorcista, muchas personas consideradas “endemoniadas” en realidad son “individuos heridos, con muchas heridas en el alma porque hacen referencia sólo a la ley de Dios, sin siquiera haber saboreado su amor”.

“Movido por la premura y la caridad sacerdotal, Amorth los invita a redescubrir en sí mismos, a pesar de los límites personales, la identidad, la dignidad y la sacralidad de ser hijos de Dios”, subraya De Simone.

“Gracias a esta liberadora identidad de hijo amado por Dios, el Padre Gabriele logra enfrentar al diablo, habiendo recibido la fuerza y la gracia divinas para someterlo con autoridad”.

En las almas infelices, el Padre Amorth “va en búsqueda de esa ‘imagen y semejanza’ divinas que ninguna fuerza demoníaca logra siquiera arañar. Da por sentado que Dios está más presente, es más bueno, más bello y más atractivo que el diablo”.

En sus respuestas a las preguntas de De Simone, el Padre Amorth recuerda que el bien también existe en nuestros días; “no siempre, sin embargo, aparece ni es publicitado. Se difunde más bien lo que hoy algunos llaman la “eufobia”, es decir, el rechazo del bien”.

Fe y oración como antídoto


Las noticias sobre Dios “son buenas noticias y, por lo tanto, son mayormente ignoradas. Las del diablo son malas noticias y obtienen más atención”. El maligno, subraya, “existe pero teme a nuestro Señor”. La verdadera fe y la oración son posiciones formidables para defendernos contra el demonio”.

“Tanto el exorcista como el bautizado están seguros en cuanto tienen mayor conciencia de ser amados por Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, protegidos por la Santa Virgen María, por los ángeles y los santos: finalmente, están de parte del Más Fuerte y el Más Atractivo”.

Cómo prevenir la influencia del demonio

¿Cuáles son las disposiciones interiores para prevenir la influencia del demonio?


El Padre Amorth aconseja principalmente “dejarse ayudar a interiorizar el posible malestar que está en nosotros” y que puede expresarse de muchas maneras –tristeza, rabia, violencia, rebeldía, incluso blasfemia, “abandonar un comportamiento indiferente, apático, desinteresado respecto al bien para vivir con profunda serenidad y buena conciencia”, estar “en comunión con Dios”, abandonando “un posible ateísmo práctico, una vida de pecado, pasando a una vida en Dios”, y también tener humildad, fe, orar, frecuentar los sacramentos, llevar una vida cristiana conforme al Evangelio, hacer obras de caridad, perdonar a los enemigos.


“Si existe una manera para alejar al diablo de nosotros”, observa, “consiste en dejarse atraer por la bondad y la belleza que emanan del bien y de nuestro Dios y Padre”.

El Señor, concluye Amorth, concede a los exorcistas y a los bautizados “toda la gracia para poder enfrentar y superar al diablo.

A sus amenazas
cada uno puede responder:


“Estoy envuelto en el manto de la Virgen, ¿qué puedes hacerme?


Tengo de mi parte al arcángel San Miguel, intenta luchar contra él.


Tengo a mi ángel de la guarda que vigila para que no sea tocado; tú no puedes hacer nada”.

Rezar el Santo Rosario


Oraciones: Contra el maleficio y todo mal - Curación Interior - Liberación - Padre Gabrielle Amorth


Fuente - Texto tomado de RELIGIONENLIBERTAD.COM:

Reabren el Santo Sepulcro de Cristo en Jerusalén




El Santo Sepulcro después de la restauración.
Foto: Daniel Ibáñez (EWTN katholisches TV)

VATICANO, 22 de marzo de 2017 / 01:05 pm (ACI).

El Santo Sepulcro, la tumba donde el cuerpo de Jesucristo fue depositado tras la crucifixión, vuelve a brillar en todo su esplendor.

Las obras de restauración ya han finalizado de forma oficial, justo a tiempo para la Semana Santa, y los peregrinos ya pueden acceder al interior del recinto sagrado.

En una sencilla y simbólica ceremonia ecuménica, representantes de las tres iglesias cristianas encargadas de la custodia del Santo Sepulcro –la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa Griega y la Iglesia Ortodoxa Armenia– agradecieron por la reapertura del Santo Sepulcro.

Hablaron en esta reapertura Su Beatitud Teófilo III, Patriarca greco-ortodoxo; Francesco Patton, Custodio Franciscano de Tierra Santa; Su Beatitud Nourhan Maougian, Patriarca armenio apostólico; y Mons. Pierbattista Pizzabala, Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén.

El Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, asistió al acto ecuménico en el que también participaron representantes de las demás Iglesias y comunidades cristianas con presencia en la Basílica del Santo Sepulcro: coptos, sirios, etíopes y luteranos.

Mons. Pizzabala afirmó que “la aparente misión imposible de la restauración del Santo Edículo se hizo posible porque permitimos a Dios iluminar nuestros pensamientos, nuestros ojos y nuestros vínculos”.

“Pienso que la mayoría de los habitantes de Jerusalén y todos aquellos que están familiarizados con la vida en el Santo Sepulcro, en general con la vida de los cristianos en Jerusalén, no podían creer que pudiera ser posible que llegara este momento. Muchas veces, cuando los peregrinos, los cristianos locales, también los no cristianos, venían a la Basílica se preguntaban cuándo sería posible la restauración del Edículo, la respuesta inmediata era: ‘Nunca veremos ese día’”. Pero ese día “por fin ha llegado”.

El Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén indicó que “el Santo Sepulcro, donde nuestro Señor fue enterrado y donde resucitó, es el custodio de nuestra fe. Pero también de nuestras respectivas historias, de nuestras identidades. Es el espejo de lo que somos”.

El Santo Sepulcro


La tumba de Cristo se encuentra en el interior de un pequeño edificio, denominado Edículo, construido en el año 1801 –después de que un terremoto destruyera una edificación anterior– que a su vez está dentro de la Basílica del Santo Sepulcro.

De estilo barroco otomano, el Edículo volvió a sufrir los efectos de los temblores de tierra en 1927, lo que ocasionó un paulatino deterioro que obligó a instalar, en el año 1947, unas vigas de acero para evitar su derrumbe.

Ahora, las obras de restauración han permitido retirar esas vigas y contemplar el edificio, limpio de suciedad y con todas sus policromías e inscripciones perfectamente visibles, en todo su esplendor debajo de la gran cúpula que cubre el crucero de la Basílica.

Las labores de consolidación y restauración del edificio han tenido un presupuesto de 3 millones 500 mil dólares. La financiación corrió a cargo de las tres denominaciones cristianas sobre las que recae la custodia del sepulcro.

También se recibieron ayudas del gobierno griego y de benefactores privados. Además, el Fondo Mundial para los Monumentos desempeñó un papel importante en la recaudación de fondos.

Las ayudas económicas para las obras también procedieron de países musulmanes. Así, el rey Abdalá II de Jordania ofreció una donación, al igual que las autoridades palestinas, que no quisieron quedarse al margen del proyecto y realizaron una aportación económica para la restauración de la tumba de Cristo.

Ahora, se abre una nueva fase en las obras de restauración del Edículo, que comenzarán tras las celebraciones de Semana Santa y Pascua. Según explican fuentes de la Custodia de Tierra Santa mediante un comunicado de prensa, “habrá que quitar todo el pavimento alrededor del Edículo, rehacer todas las canalizaciones, restaurar todas las piedras del pavimento y sustituirlas por otras del mismo estilo, consolidar los cimientos del edículo garantizando la estabilidad sísmica del conjunto”.

Sin duda, se trata de una fase muy interesante y que deparará sorpresas, pues, señalan en la Custodia, será posible realizar excavaciones arqueológicas que en la anterior fase, ya finalizada, no se pudieron realizar.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Fuente - Video tomado de YOUTUBE:
https://www.youtube.com/watch?v=F34mf0a50Hk