martes, 14 de febrero de 2017

San Claudio de la Colombière - Fiesta Febrero 15


En la Iglesia Católica hay 12 santos que se llaman Claudio, y éste es el más moderno. Tiene el honor de haber sido el director espiritual de la propagadora de la Devoción al Sagrado Corazón de JesúsSanta Margarita María Alacoque.

Nació cerca de Lyon, en Francia, en 1641. De familia muy piadosa y acomodada, al principio sentía mucho temor a entrar a una comunidad religiosa. Pero llevado a estudiar a un colegio de los Padres Jesuitas, adquirió un enorme entusiasmo por esta Comunidad y pidió ser admitido como religioso jesuita. Fue admitido y en la ciudad de Avignon hizo su noviciado y en esa misma ciudad dio clases por bastantes años. El año en que fue declarado santo San Francisco de Sales (1665), los superiores encomendaron a Claudio de la Colombière que hiciera el sermón del nuevo santo ante las religiosas Salesas o de la Visitación. Y en aquella ocasión brillaron impresionantemente las cualidades de orador de este joven jesuita, y las religiosas quedaron muy entusiasmadas por seguir escuchando sus palabras.

El Padre Claudio preparaba con mucho esmero cada uno de sus sermones, y los escribía antes de pronunciarlos. No los leía al público, porque la lectura de un sermón le quita muchísima de su vitalidad, pero antes de proclamarlos se esmeraba por ponerlos por escrito. En Avignon, en Inglaterra, y en París impresionó muy provechosamente a los que lo escuchaban predicar. Uno de los más provechosos descubrimientos de su vida fue el de la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús, tomado de las revelaciones que recibió Santa Margarita. Cuando Claudio cumplió los 33 años (edad en que murió Cristo) se propuso, después de hacer un mes de Retiros Espirituales, morir al mundo y a sus vanidades y dedicarse totalmente a la oración, a la vida interior, a la predicación y a la enseñanza del catecismo, y a dirigir cuantas más almas pudiera, por el camino de la santificación.



En 1675 el Padre Claudio fue nombrado Superior del Colegio de los Jesuitas en Paray Le Monial, la ciudad donde vivía Santa Margarita. Esta santa se encontraba en un mar de dudas, y no hallaba un director espiritual que lograra comprenderla. Le había contado a un sacerdote las revelaciones y apariciones que le había hecho el Sagrado Corazón de Jesús, pero aquel sacerdote, que sabía poco de mística, le dijo que todo eso eran engaños del demonio. Entonces ella se dedicó a pedirle a Nuestro Señor que le enviara un santo y sabio sacerdote que la comprendiera, y su oración fue escuchada.

Escribe así Santa Margarita:
"El Padre Claudio vino a predicarnos un sermón, y mientras él hablaba oí en mi corazón que Jesucristo me decía:
"He aquí al sacerdote que te he enviado"
Después del sermón fui a confesarme con él, y me trató como si ya estuviera enterado e informado de lo que me estaba sucediendo. En la segunda confesión que hice con él le informé que yo sentía una gran aversión y repugnancia a confesarme, y me dijo que me felicitaba por esto, pues con vencer la tal aversión podía cumplir aquel mandato de Jesús que dice:
"El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo"
Este piadoso sacerdote me fue guiando con gran sabiduría, y demostrando un gran respeto por mi alma, me fue diciendo todo lo bueno y lo malo que había en mi corazón, y con sus consejos me consoló muchísimo. Me insistía continuamente que aceptara cada día el que se cumpliera en mí todo lo que la Santa Voluntad de Dios permitiera que me sucediera, y me enseñó a apreciar los dones de Dios y a recibir las comunicaciones divinas con fe y humildad"

 

Claudio no sólo dirigió espiritualmente a la santa que el Sagrado Corazón escogió para hacerle sus revelaciones, sino que dedicó toda su vida restante y sus muchas energías en propagar por todas partes la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Fue enviado el santo sacerdote a Inglaterra, y allí, como predicador de los altos empleados del gobierno, logró muchas conversiones de protestantes hacia el catolicismo. Su tema favorito era la Devoción al Sagrado Corazón.

 

Pero los protestantes, que eran muy poderosos en aquel país, le inventaron toda clase de calumnias y obtuvieron que fuera puesto preso y condenado a muerte. Sólo la intervención del rey Luis XIV de Francia logró que no lo mataran. Pero los meses pasados en la prisión le destruyeron casi por completo su salud. Fue expulsado de Inglaterra a Paray Le Monial, la ciudad desde donde se propagó a todo el mundo la Devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Santa Margarita le anunció que él moriría en aquella ciudad, y así sucedió el 15 de febrero del año 1682. Santa Margarita recibió una revelación en la cual se le decía que el Padre Claudio estaba ya en el cielo. El Papa Juan Pablo II lo declaró santo en 1992.

Fuente - Texto tomado de EWTN:
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Claudio_de_la_Colombiere.htm

San Valentín: Cuatro oraciones para el día del amor y la amistad



REDACCIÓN CENTRAL, 13 de febrero de 2017 / 07:02 pm (ACI).

“Haz todo por amor y para el amor”, solía decir Santa Margarita Alacoque, a quien se le presentó el Sagrado Corazón de Jesús. Una de las formas de amar es rezar por el ser querido. Aquí algunas oraciones en el día de San Valentín.

Existen varias formas de amor: amical, esponsal, filial, fraternal. Aristóteles definía a la amistad (amor amical) como querer y procurar el bien del amigo por el amigo mismo. Esto supone el renunciar al propio egoísmo y sumar las generosidades.

Jesús mismo experimentó la amistad, lloró por su amigo Lázaro que había muerto y les dijo a sus discípulos:

“No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer” (Jn. 15, 15).

1. Oración por los amigos


Padre,
Te pido que bendigas a mis amigos,
Revélales nuevamente tu amor y tu poder.

Te pido que seas la guía para su alma.
Si tiene dolor, dale tu paz y tu misericordia.
Si tiene dudas, renuévale la confianza.
Si tiene cansancio,
Te pido que le des la fuerza
para seguir adelante.
Si hay estancamiento espiritual,
Te pido que le reveles tu cercanía,
para un nuevo comienzo en la fe.
Si tiene miedo, revélale Tu amor,
y trasmítele tu fuerza.
Donde haya pecado, bloqueando su vida,
haz que busque la reconciliación
y perdónalo.

Bendícelo, concédele más visión de ti,
que tenga el apoyo de amigos
para darle fuerza y valentía.

Concédele a cada uno la luz
para poder distinguir las fuerzas negativas
que pudieran afectarlo,
y revélale el poder que tienen en Ti
para superarlo.
Amén.

Otra sublime forma de amor es el esponsal o también llamado conyugal. "Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla" (Ef 5,25-26).

Este amor es fruto de un camino que empieza con la amistad, pasa por el enamoramiento y se fortalece en el noviazgo. Lo importante en todas estas etapas es vivir el amor de forma oblativa. Es decir, con entrega, escucha, comprensión y servicio, tal como lo vivió Jesús:

"Ámense los unos a los otros como Yo los he amado" (Jn. 13, 34).

2. Oración de los enamorados


En mi corazón, Señor,
se ha encendido el amor por una criatura
que tú conoces y amas.
Tú mismo me la has hecho encontrar
y me la has presentado.

Te doy gracias por este don
que me llena de alegría profunda,
me hace semejante a Ti, que eres amor,
y me hace comprender el valor
de la vida que me has dado.

Haz que no malgaste esta riqueza
que tú has puesto en mi corazón:
enséñame que el amor es don
y que no puede mezclarse con ningún egoísmo;
que el amor es puro
y que no puede quedar
en ninguna bajeza; que el amor es fecundo
y desde hoy debe producir
un nuevo modo de vivir en los dos.

Te pido, Señor,
por quien me espera y piensa en mí;
por quien camina a mi lado;
haznos dignos el uno del otro;
que seamos ayuda y modelo.

Ayúdanos en nuestra preparación
al matrimonio, a su grandeza,
a su responsabilidad,
a fin de que desde ahora
nuestras almas dominen nuestros pensamientos
y los conduzcan en el amor.
Amén.

3. Oración de los novios a la Virgen María


Madre Nuestra:

En tu nombre hemos unido nuestros corazones.
Queremos que presidas nuestro amor;
que defiendas, conserves
y aumentes nuestra ilusión.
Quita de nuestro camino cualquier obstáculo
que haga nacer la sombra
o las dudas entre los dos.

Apártanos del egoísmo
que paraliza el verdadero amor.

Líbranos de la ligereza
que pone en peligro la Gracia de nuestras almas.
Haz que, abriéndonos nuestras almas,
merezcamos la maravilla de encontrar
a Dios el uno en el otro.

Haz que nuestro trabajo sea ayuda
y estímulo para lograrlos plenamente.
Conserva la salud de nuestros cuerpos.
Resuelve necesidades materiales.

Y haz que el sueño de un hogar nuevo
y de unos hijos nacidos de nuestro amor
y del cuerpo, sean realidad
y camino que nos lleve rectamente
a tu Corazón.
Amén.

Vivir la vocación del amor, al que todo cristiano está llamado, no es fácil porque siempre se presentan dificultades y discusiones, pero en el perdón, la oración, la Eucaristía y el amor a María está el camino para cambiar el rumbo del mundo y de la propia familia.

Ahora sugerimos una oración por los esposos:

4. Oración de los esposos


Señor, nuestro Dios
te bendecimos por tomar
en tus manos nuestro amor.
Ayúdanos a cumplir
nuestra misión.
Ven a compartir nuestra vida.

Ayúdanos a formar a nuestros hijos,
a ser testigos de tu amor
en nuestra familia y en la comunidad.
Danos fuerza en los desalientos.
Comparte nuestras alegrías.
Señor, bendice nuestro amor.
Amén.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM: