sábado, 28 de enero de 2017

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 5, 1-12



1. Mas viendo Jesús a todo este gentío se subió a un monte, donde habiéndose sentado, se le acercaron sus discípulos.

2. Y abriendo su boca divina los adoctrinaba, diciendo:
3. "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

4. Bienaventurados los mansos y humildes, porque ellos poseerán la tierra.

5. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

6. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.

7. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 
8. Bienaventurados los que tienen puro su corazón, porque ellos verán a Dios.

9. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

10. Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

11. Dichosos seréis cuando los hombres por mi causa os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren con mentira toda suerte de mal contra vosotros.
12. Alegraos entonces y regocijaos, porque es muy grande la recompensa que os aguarda en los cielos. Del mismo modo persiguieron a los profetas que ha habido antes de vosotros".
Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús 

Los 10 mandamientos contra el diablo y frases célebres contra los demonios





LOS 10 MANDAMIENTOS
CONTRA EL DIABLO

El cardenal Dionigi Tettamanzi, arzobispo de Génova (Italia), imprimió una carta pastoral en la que enumera los “diez mandamientos” para defenderse del Tentador.



I. No olvides que el Diablo existe, porque su primera mentira es hacernos creer que no existe. 

II. No olvides que el Diablo es un tentador. No te consideres ni exento ni invulnerable. 

III. No olvides que el Diablo es sumamente inteligente y astuto. Logra su insidia siendo fascinante, como lo hizo con el primer hombre. 

IV. Sé vigilante: con los ojos y el corazón. Y sé fuerte: en espíritu y virtud. 

V. Cree firmemente en la victoria de Cristo sobre el Tentador, pues ésto te hará seguro e imperturbable incluso ante la agresión más violenta que se desate contra ti. 

VI. Recuerda que Cristo te hace partícipe de su victoria. 

VII. Continúa escuchando la Palabra de Dios. 

VIII. Sé humilde y ama la mortificación. 

IX. Reza siempre, sin cansarte, para que superes la tentación. 

X. Adora al Señor tu Dios y solamente a Él ríndele culto.


FRASES CELEBRES
CONTRA LOS DEMONIOS 


  • Si Dios está con nosotros, quién contra nosotros. San Pablo (Romanos 8,31). 
  • No creer en el Demonio, es como no creer en el evangelio. San Juan Pablo II. 
  • El Diablo puede refugiarse en su elemento favorito, el anonimato. Cardenal Joseph Ratzinger (Papa Emérito Benedicto XVI). 
  • El Demonio presenta al hombre el pecado siempre disfrazado y camuflado, se esconde, porque su aspecto es horrible, y si se lo vieran, todos huirían de él asustados. San Juan Crisóstomo. 
  • El que se aparta de Cristo, es presa fácil de las garras del Maligno. San Agustín (véase 1 Juan 3,10). 
  • El hombre se hace hijo del Diablo en cuanto más lo imita pecando. San Agustín (Véase Lucas 11,23). 
  • El Demonio es como un furioso perro encadenado que ladra y acosa, pero que solo hace daño a quien se le acerca demasiado. San Agustín. 
  • Si el Diablo por iniciativa propia pudiera hacer algo, no quedaría un ser viviente sobre la tierra. San Agustín.
  • El que se aparte de Cristo, es alimento del Diablo. San Agustín. 
  • Con el Diablo y sus ángeles caídos no hay amistad posible. San Agustín. 
  • El Demonio nos hace no sentir vergüenza de nuestros pecados, y vergüenza de confesarlos. San Agustín. 
  • El dinero es el estiércol del Demonio. San Agustín. 
  • El Demonio puede hacer mal al hombre, pero dentro de los límites permitidos por Dios.
  • Es tanta la crueldad del Demonio por los hombres, que nos mataría de una sola dentellada, sino nos defendiera la providencia divina. San Buenaventura.
  • La caída de los demonios será reparada por los castos en el cielo. San Buenaventura.
  • La estrategia del Demonio con respecto al pecado, es mantenernos con los ojos vendados mientras vivimos, y quitarnos la venda a la hora de la muerte. Santa Catalina de Siena.
  • Desenmascarar al Demonio es vencerlo. San Ignacio de Loyola. 
  • El Diablo anclado por siempre en el mal, hace del mal su propia perfección. Busset.
  • Los exorcistas no le tienen miedo al Demonio, es el Demonio el que tiene temor a quienes viven en unión con Dios. P. Gabriel Amorth, Sacerdote exorcista.
  • Un sacerdote que tiene miedo de las represalias del Diablo, es como un pastor que tiene miedo del lobo. P. Gabriel Amorth. 
  • Una vida en gracia de Dios es una vida libre de ataduras del Demonio. P. Gabriel Amorth.
  • La mayor astucia del Diablo es la de hacernos creer que no existe. Charles Pierre Baubalaiere.
  • Si el oficio de Dios es el de perdonar, el de Satanás es el de tentar a los hombres. Heinrich Heine.
  • Como el perro huye del palo con el que se la pegado, así el Demonio aborrece la cruz de Cristo. Tireo.
  • El primer engaño del Diablo es su incógnita. De Rougemont. 
  • Los sacerdotes casi nunca usan su poder de exorcistas, porque les falta fe, y temen disgustar al Demonio. León Bloy. 
  • La religión católica, es la única entre las demás, que tiene un poder supremo contra las fuerzas infernales. Brognolo.
Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:

7 Pecados “pasados de moda” que te pueden llevar al infierno


REDACCIÓN CENTRAL, 28 de enero de 2016 / 03:38 p.m. (ACI).

El mundo actual con su ritmo vertiginoso de vida, con un mayor acceso a la información y con las nuevas tendencias, parece haber dejado de lado la contrición y considera que el pecado y el infierno están “pasados de moda”. Pero así no es.

El pecado es algo serio, el infierno existe y es el destino de los pecadores. San Pablo dijo: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? Que no te engañen…" (1 Corintios 6, 9).

Sin embargo, ¡hay esperanza!, pues por la gracia de Dios podemos apartarnos de nuestros pecados y encontrar la salvación en Jesucristo.

Pero primero necesitamos reconocer nuestros pecados y que necesitamos ser salvados. Una vez que tengamos una vida nueva en Cristo, la vida cristiana comienza y estamos llamados a cooperar con la gracia de Dios para crecer en santidad.

Por ello, te presentamos una lista de los pecados que el mundo actual considera “normales”, pero a los que debes tomar en serio:

1) La mentira

“¿Qué pasaría si la persona nunca lo descubre? ¿Qué tal si es sólo por conveniencia? ¿O qué tal si sirve para lograr un bien mayor?”

No. Mentir es mentir y está mal.

Mentir es decir una falsedad con la intención de engañar y siempre está mal porque es una ofensa contra la verdad, que es Cristo (Juan 14, 6).

Recuerda, la mentira es la lengua nativa del demonio, a quien Jesús llama “el padre de la mentira” (Juan 8, 44). El libro de la Sabiduría advierte: “la mentira destruye tu alma” (Sabiduría 1, 11).

2) Inmoralidad sexual

“¡Huye de la inmoralidad sexual!” (Corintios 6, 18).

¿Pero por qué no podemos hacer lo que queramos con nuestros cuerpos? Mientras una persona está de acuerdo, todo vale, ¿no?

No. San Pablo dice: “Eviten la fornicación. Cualquier otro pecado cometido por el hombre es exterior a su cuerpo, pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿O no saben que sus cuerpos son templo del espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos”. (1 Corintios 6, 18-20).

Nosotros podemos pecar contra nuestros propios cuerpos. Dios nos ha hecho a nosotros y a nuestra sexualidad con dignidad, valor y orden, que debe ser respetado y querido.

Recuerden que Cristo predicó sobre la lujuria en el corazón: “No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer con lujuria ya ha cometido adulterio con ella en el corazón”.

3) Robo

“No robarás”. (Éxodo 20, 15).

Robar es tomar algo que no te pertenece. Eso incluye a todo el material que tenga copyright. Robar no se vuelve aceptable sólo porque estás en Internet. Todo el mundo lo sabe, pero igual lo hacemos. Aún así es un pecado grave.

4) Alcoholismo

Jesús convirtió el agua en vino y los monjes cristianos solían hacer la mejor cerveza del mundo. Pero beber demasiado hasta el punto de emborracharse y perder el control es un pecado: “No se engañen… los bebedores… no entrarán en el Reino de Dios”. (1 Corintios 6, 9-10).

“No se emborrachen con vino, porque eso es libertinaje”. Ante esto, San Pablo nos ofrece una alternativa: “Llénense del Espíritu”. (Efesios 5, 8).

5) Gula

Algunos se han referido a la gula como el vicio olvidado.

Obviamente necesitamos comer, hay un tiempo para festejar y la comida puede disfrutarse maravillosamente. Pero, al igual que el alcohol, todo debe disfrutarse con moderación. La gula es un amor inmoderado a la comida y no sólo puede traer serias consecuencias a tu salud, sino también para tu alma.

“Porque ya les advertí frecuentemente y ahora les repito llorando: hay muchos que se portan como enemigos de la cruz de Cristo. Su fin es la predicción, su dios es el vientre, su gloria está en aquello que los cubre de vergüenza, y no aprecian sino las cosas de la tierra”. (Filipenses 3, 18-19).

6) Venganza

La justicia es importante y cualquier justicia que no ha sido dada por el gobierno será rectificada por Dios al final. Pero a nosotros ahora, Dios nos llama a un plano superior:

“No devuelvan a nadie mal por mal. Procuren hacer el bien delante de todos los hombres. (…) Queridos míos, no hagan justicia por sus propias manos, antes bien, den lugar a la ira de Dios. Porque está escrito: Yo castigaré. Yo daré la retribución, dice el Señor. Y en otra parte está escrito: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Haciendo esto, amontonarás carbones encendidos sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal. Por el contrario, vence al mal, haciendo el bien”. (Romanos 12. 17, 19-21).

También mantén en mente las enseñanzas de Jesús respecto al perdón: “Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes”. (Mateo 6, 14-15).

7) Asesinato

“¡Por favor, actualmente nadie comete asesinatos!”. ¿Estás seguro?

El asesinato es la muerte voluntaria y directa de una vida humana inocente. Incluso si la persona es pequeña y está en desarrollo en el vientre de su madre. Incluso si la persona está en desventaja. Incluso si la persona está enferma y es difícil de cuidar. Incluso si la persona es vieja y puede morir pronto de todos modos. El aborto y, cada vez más, la eutanasia es ampliamente aceptada y practicada en toda nuestra sociedad.

El asesinato es una ofensa contra Dios porque los seres humanos fuimos hechos a Su imagen y semejanza. (Génesis 1, 27).

Si has cometido alguno de estos pecados arrepiéntete y acógete a la misericordia de Dios.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/noticias/siete-pecados-pasados-de-moda-que-te-pueden-llevar-al-infierno-77247/ 

Oraciones: Contra el maleficio y todo mal - Curación Interior - Liberación - Padre Gabrielle Amorth



Padre Gabriele Amorth
Exorcista de la Diócesis de Roma

De su libro
"Un Exorcista Cuenta Su Historia"

Oración contra el maleficio
(del ritual griego)

Kyrie eleison. Dios nuestro Señor, oh Soberano de los siglos, omnipotente y todopoderoso, tú que lo has hecho todo y que lo transformas todo con tu sola voluntad; tú que en Babilonia transformaste en rocío la llama del horno siete veces más ardiente y que protegiste y salvaste a tus tres santos jóvenes; tú que eres doctor y médico de nuestras almas; tú que eres la salvación de aquellos que se dirigen a ti, te pedimos y te invocamos, haz vana, expulsa y pon en fuga toda potencia diabólica, toda presencia y maquinación satánica, toda influencia maligna y todo maleficio o mal de ojo de personas maléficas y malvadas realizados sobre tu siervo...

Haz que, en cambio, de la envidia y el maleficio obtenga abundancia de bienes, fuerza, éxito y caridad; tú, Señor, que amas a los hombres, extiende tus manos poderosas y tus brazos altísimos y potentes y ven a socorrer y visita esta imagen tuya, mandando sobre ella el ángel de la paz, fuerte y protector del alma y el cuerpo, que mantendrá alejado y expulsará a cualquier fuerza malvada, todo envenenamiento y hechicería de personas corruptoras y envidiosas; de modo que debajo de ti tu suplicante protegido te cante con gratitud:
“El Señor es mi salvador y no tendré temor de lo que pueda hacerme el hombre”.
“No tendré temor del mal porque tú estás conmigo, tú eres mi Dios, mi fuerza, mi poderoso Señor, Señor de la paz, padre de los siglos futuros”.
Sí Señor Dios nuestro, ten compasión de tu imagen y salva a tu siervo... De todo daño o amenaza procedente de maleficio, y protégelo poniéndolo por encima de todo mal; por la intercesión de la más que bendita, gloriosa Señora, la madre de Dios y siempre Virgen María, de los resplandecientes arcángeles y de todos sus santos.

¡Amén!

Oración contra todo mal

Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso descended sobre mí.

Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame.

Expulsa de mí todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.

Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica, la posesión diabólica y la obsesión y perfidia; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica.

Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.

Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre de Jesucristo Salvador, por intercesión de la Virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel Arcángel, por San Gabriel, por San Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada.

Oración por la curación interior


Señor Jesús, tu has venido a curar los corazones heridos y atribulados, te ruego que cures los traumas que provocan turbaciones en mi corazón; te ruego, en especial que cures aquellos que son causa de pecado. Te pido que entres en mi vida, que me cures de los traumas psíquicos que me han afectado en tierna edad y de aquellas heridas que me los han provocado a lo largo de toda la vida. Señor Jesús, tú conoces mis problemas, los pongo todos en tu corazón de Buen Pastor. Te ruego, en virtud de aquella gran llaga abierta en tu corazón, que cures las pequeñas heridas que hay en el mío. Cura las heridas de mis recuerdos, a fin de que nada de cuanto me ha acaecido me haga permanecer en el dolor, en la angustia, en la preocupación. Cura, Señor, todas esas heridas íntimas que son causa de enfermedades físicas. Yo te ofrezco mi corazón, acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón divino. Ayúdame a ser humilde y benigno.

Concédeme, Señor, la curación del dolor que me oprime por la muerte de las personas queridas. Haz que pueda recuperar la paz y la alegría por la certeza de que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme testigo auténtico de tu Resurrección, de tu victoria sobre el pecado y la muerte, de tu presencia Viviente entre nosotros.

¡Amén!

Plegaria de Liberación

Oh, Señor, tú eres grande, tú eres Dios, tú eres Padre, nosotros te rogamos, por la intercesión y con la ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, que nuestros hermanos y hermanas sean liberados del maligno que los ha esclavizado.

Oh, santos, venid todos en nuestra ayuda.
  • De la angustia, la tristeza y las obsesiones, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
  • Del odio, la fornicación y la envidia, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
  • De los pensamientos de celos, de rabia y de muerte, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
  • De todo pensamiento de suicidio y de aborto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
  • De toda forma de desorden en la sexualidad, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
  • De la división de la familia, de toda amistad mala: Líbranos, oh Señor.
  • De toda forma de maleficio, de hechizo, de brujería y de cualquier mal oculto, nosotros te rogamos: Líbranos, oh Señor.
Oh, Señor, que dijiste:
“La paz os dejo, mi paz os doy”
Por la intercesión de la Virgen María concédenos ser librados de toda maldición y gozar siempre de tu paz. Por Cristo Nuestro Señor.

¡Amén!

Fuente - Texto tomado de REINADELCIELO.ORG: