domingo, 4 de diciembre de 2016

¿Qué hace nuestro ángel de la guarda después de nuestra muerte?



La misión de los ángeles custodios no termina con la muerte de su protegido: continúa hasta llevarla a la unión con Dios.

Por: P. Henry Vargas Holguín | Fuente: Moral y Luces 

El Catecismo de la Iglesia Católica, haciendo alusión a los santos ángeles, enseña en el numeral 336 que “desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión”.



De lo anterior se desprende que el hombre goza de la protección y guarda de su ángel custodio aún en el momento de su muerte. La compañía que dan los Ángeles no es solo en esta vida terrestre, sino que su acción se prolonga en la otra vida.

Para entender la relación que une a los ángeles con los hombres al momento de su tránsito a la otra vida es necesario entender que los ángeles han sido “enviados para todos aquellos que han de heredar la salvación” (cfr. Hb- 1,14). Igualmente San Basilio Magno enseña que “nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida” (cfr. Cat. 336).



Es decir, los ángeles custodios tienen como principal misión la salvación del hombre, que el hombre entre a la vida de unión con Dios y en esta misión se encuentra la asistencia que dan a las almas en el momento de presentarse ante Dios.

Los Padres de la Iglesia ponen de presente esta especial misión al decir que los Custodios Angélicos asisten al alma en el momento de la muerte, y la protegen de los ataques últimos de los demonios.


San Luis Gonzaga (1568-1591) enseña que en el momento en que el alma abandona el cuerpo, ésta es acompañada y consolada por su Ángel custodio para que se presente con confianza ante el Tribunal de Dios. El ángel, de acuerdo con este santo, presenta los méritos de Cristo para que en ellos se apoye el alma en el momento de su juicio particular y, una vez pronunciada la sentencia por el Divino Juez, si el alma es enviada al purgatorio, ésta recibe la visita frecuente de su Custodio quien la conforta y consuela llevándole las oraciones que se presentan por ella, y asegurándole una futura liberación.

De esta manera se comprende que la ayuda y misión de los ángeles custodios no termina con la muerte de quien fuera su protegido. Esta misión continúa hasta llevar el alma a la unión con Dios.

Sin embargo, es necesario tener en cuenta que después de la muerte nos espera un juicio particular en el que el alma ante Dios puede elegir entre abrirse al amor de Dios o rechazar definitivamente su amor y su perdón, renunciando así para siempre a la comunión gozosa con él (cfr. Juan Pablo II, Audiencia General del 4 de Agosto de 1999).



Si el alma decide entrar en la comunión con Dios el alma se une a su ángel para alabar por toda la eternidad a Dios Uno y Trino.



Sin embargo, puede ocurrir que el alma se encuentra “en la condición de apertura a Dios, pero de un modo imperfecto, el camino hacia la bienaventuranza plena requiere una purificación, que la fe de la Iglesia ilustra mediante la doctrina del «purgatorio»” (Juan Pablo II, Audiencia General del 4 de Agosto de 1999).



En este evento el ángel al ser santo y puro, al vivir en la presencia de Dios, no necesita y tampoco puede participar de esa purificación del alma de su protegido. Lo que si hace el ángel guardián es interceder por su protegido delante del trono de Dios y buscar ayuda entre los hombres en la tierra para así llevar las oraciones a su protegido y, de esta manera, salir del purgatorio.

Aquellas almas que deciden rechazar definitivamente el amor y el perdón de Dios, renunciando así para siempre a la comunión gozosa con él (Juan Pablo II, Audiencia General, 21 de Julio de 1999), renuncian y también rechazan el gozar la amistad con su ángel custodio. En este terrible evento el ángel alaba la justicia y la santidad divinas.

En cualquiera de los tres posibles escenarios (cielo, purgatorio o infierno) el santo ángel siempre gozará con el juicio de Dios, pues el ángel se une de manera perfecta y total a la voluntad divina.



En estos días, recordemos que nos podemos unir a los ángeles de nuestros seres queridos que han fallecido para que ellos lleven ante Dios nuestras oraciones y plegarias y se manifieste la misericordia de Dios.

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/op/articulos/60384/que-hace-nuestro-angel-de-la-guarda-despues-de-nuestra-muerte

Santa Crispina - Mártir Año 304 - Fiesta Diciembre 5



Etimológicamente significa “de pelo rizado”. Viene de la lengua alemana.

Dice el Salmo:
“Dios mío, te doy gracias por tu amor y tu verdad; aumentaste la fuerza de mi alma”
Esta mujer tenía mucho dinero e hijos a quien alimentar y educar. Vivía en Tebaste, Africa, al final del siglo III y comienzos del IV. La gracia de Dios tocó su corazón. Resplandecía ante todos por su virtud y todos, ya en vida, comenzaron a llamarla la “santa.

Su salud no era muy fuerte que digamos, pero lo compensaba todo con la fortaleza de su alma. Dios aumentaba la fuerza de su alma como dice el Salmo. Los creyentes en Cristo, el Señor, la querían y respetaban con cariño profundo. Era una buena consejera en asuntos cristianos y humanos. Las dos cosas van íntimamente unidas. Las orientaciones que daba, eran acertadas.

Todo era paz y felicidad hasta que estalló la décima persecución de Diocleciano. Este hombre estaba ciego y maniático por acabar con todos los nuevos creyentes. Una de las primeras víctimas (porque era la más conocida) fue santa Crispina.

La llevaron ante la presencia del juez Anulino. Le hizo muchas preguntas. Y más amenazas todavía. Ella no se inmutaba ante nadie. El mismo juez sintió la humillación ante la valentía de esta señora. La atormentó sin cesar hasta dejarla extenuada. Irritado, mandó que la degollaran en Tebaste el 5 de diciembre del año 304.


Acta del Martirio de Santa Crispina

En Theveste, África, hacia fines del 304.

Siendo cónsules Diocleciano por novena vez y Maximiano por octava, el día de las nonas de diciembre (5 de diciembre), en la colonia de Theveste, sentado dentro de su despacho en el tribunal el procónsul Anulino, el secretario de la audiencia dijo:
"Si das sobre ello orden, Crispina, natural de Tagura, por haber despreciado la ley de nuestros señores los emperadores, pasará a ser oída"
El procónsul Anulino dijo:
"Que pase"
Entrado, pues, que hubo Crispina, Anulino dijo:
"¿Conoces, Crispina, el tenor del mandato sagrado?"
CRISPINA: "Ignoro de qué mandato se trate"
ANULINO: "Que tienes que sacrificar a todos los dioses por la salud de los príncipes, conforme a ley dada por nuestros señores Diocleciano y Maximiano, píos augustos, y Constancio y Máximo, nobilísimos césares"
CRISPINA: "Yo no he sacrificado jamás ni sacrifico, sino al solo y verdadero Dios y a nuestro Señor Jesucristo, Hijo suyo, que nació y padeció"
ANULINO: "Corta esa superstición y dobla tu cabeza al culto de los dioses de Roma"
CRISPINA: "Todos los días adoro a mi Dios omnipotente; fuera de Él, a ningún otro Dios conozco"
ANULINO: "Eres mujer dura y desdeñosa; pero pronto vas a sentir, bien contra tu gusto, la fuerza de las leyes"
CRISPINA: "Cuanto pudiere sucederme lo he de sufrir con gusto por mantener la fe que profeso"
ANULINO: "Tan grande es tu vanidad, que ya no quieres abandonar tu superstición y venerar a los dioses"
CRISPINA: "Diariamente venero, pero al Dios vivo y verdadero, que es mi Señor, fuera del cual ningún otro conozco"
ANULINO: "Mi deber es presentarte el sagrado mandato para que lo observes"
CRISPINA: "Un sagrado mandato he de observar, pero es el de mi Señor Jesucristo"

ANULINO: "Voy a dar sentencia de que se te corte la cabeza si no obedeces a los mandatos de los emperadores, nuestros señores, a quienes se te forzará a servir, obligándote a doblar el cuello bajo el yugo de la ley. Toda el África ha sacrificado, como de ello no te cabe a ti misma duda"
CRISPINA: "Jamás se ufanarán ellos de hacerme sacrificar a los demonios; sino que sacrifico al Señor que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos"
ANULINO: "¿Luego no son para ti aceptados estos dioses, a quienes se te obliga que rindas servicio, a fin de llegar sana y salva a la devoción?"
CRISPINA: "No hay devoción alguna donde interviene fuerza que violenta"
ANULINO: "Mas lo que nosotros buscamos es que tú seas ya voluntariamente devota, y en los sagrados templos, doblada tu cabeza, ofrezcas incienso a los dioses de los romanos"
CRISPINA: "Eso yo no lo he hecho jamás desde que nací, ni sé lo que es, ni pienso hacerlo mientras viviere"
ANULINO: "Pues tienes que hacerlo, si quieres escapar a la severidad de las leyes"
CRISPINA: "No me dan miedo tus palabras; esas leyes nada son. Mas si consintiera en ser sacrílega, el Dios que está en los cielos me perdería, y yo no aparecería en el día venidero"
ANULINO: "Sacrílega no puedes ser cuando, en realidad, vas a obedecer sagradas órdenes"
CRISPINA: "¡Perezcan los dioses que no han hecho el cielo y la tierra! Yo sacrifico al Dios eterno que permanece por los siglos de los siglos, que es Dios verdadero y temible, que hizo el mar, la verde hierba y la tierra seca. Mas los hombres que Él mismo hizo ¿que pueden darme?"

ANULINO: "Practica la religión romana, que observan nuestros señores los césares invictos y nosotros mismos guardamos"
CRISPINA: "Ya te he dicho varias veces que estoy dispuesta a sufrir los tormentos a que quieras someterme, antes que manchar mi alma en esos ídolos, que son pura piedra, obras de mano de hombre"
ANULINO: "Estás blasfemando y no haces lo que conviene a tu salud"
Y añadió Anulino a los oficiales del tribunal:
"Hay que dejar a esta mujer totalmente fea, y así empezad por raerle a navaja la cabeza, para que la fealdad comience por la cara"
CRISPINA: "Que hablen los dioses mismos, y creo. Si yo no buscara mi propia salud, no estaría ahora delante de tu tribunal"
ANULINO: "¿Deseas prolongar tu vida o morir entre tormentos, como tus otras compañeras?"
CRISPINA: "Si quisiera morir y entregar mi alma a la perdición en el fuego eterno, ya hubiera rendido mi voluntad a tus demonios"
ANULINO: "Mandaré que se te corte la cabeza si te niegas a adorar a los dioses venerables"
CRISPINA: "Si tanta dicha lograre, yo daré gracias a mi Dios. Lo que yo deseo es perder mi cabeza por mi Dios, pues a tus vanísimos ídolos, mudos y sordos, yo no sacrifico"
ANULINO: "¿Conque te obstinas de todo punto en ese necio propósito?"
CRISPINA: "Mi Dios, que es y permanece para siempre, Él me mandó nacer, Él me dio la salud por el agua saludable del bautismo, Él está en mí, ayudándome y confortando a su esclava, a fin de que no cometa yo el sacrilegio de adorar a los ídolos"
ANULINO: "¿A qué aguantar por más tiempo a esta impía cristiana?"
Léanse las actas del códice con todo el interrogatorio.

Leídas que fueron, el procónsul Anulino, leyó de la tablilla la sentencia:
"Crispina, que se obstina en una indigna superstición, que no ha querido sacrificar a nuestros dioses, conforme a los celestiales mandatos de la ley de los augustos, he mandado sea pasada a filo de espada"
Crispina respondió:



"Bendigo a Dios que así se ha dignado librarme de tus manos. ¡Gracias a Dios!"
Y, signándose la frente, fue degollada por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a quien sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Fuente - Texto tomado de PRIMEROSCRISTIANOS.COM:
http://www.primeroscristianos.com/index.php?/actas/view/acta_del_martirio_de_santa_crispina/

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 3, 1-12


1. En aquella temporada se dejó ver Juan Bautista predicando en el desierto de Judea.

2. Y diciendo:
"Haced penitencia, porque está cerca el reino de los cielos"
3. Este es aquel de quien se dijo por el profeta Isaías:
"Es la voz del que clama en el desierto, diciendo:
"Preparad el camino del Señor: Haced derechas sus sendas"
4.  Traía Juan un vestido de pelos de camello y un cinto de cuero a sus lomos, y la comida suya eran langostas y miel silvestre.


5. Iban, pues, a encontrarle las gentes de Jerusalén y de toda la Judea, y de toda la ribera del Jordán.

6. Y recibían de él el bautismo en el Jordán, confesando sus pecados.

7. Pero como viese venir a su bautismo muchos de los fariseos y saduceos, díjoles:
"¡Oh raza de víboras!, ¿quién os ha enseñado que con solas exterioridades podéis huir de la ira que os amenaza?
8. Haced, pues, frutos dignos de penitencia.
9. Y dejaos de decir interiormente:
"Tenemos por padre a Abrahán; porque yo os digo que poderoso es Dios para hacer que nazcan de estas mismas piedras hijos de Abrahán".
10. Mirad que ya el hacha está aplicada a la raíz de los árboles; y todo árbol que no produce buen fruto, será cortado y echado al fuego.
11. Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y no soy yo digno siquiera de llevarle las sandalias; Él es quien ha de bautizaros en el Espíritu Santo y en el fuego.

12. Él tiene en sus manos el bieldo, y limpiará perfectamente su era; y su trigo lo meterá en el granero; más las pajas quemarálas en un fuego inextinguible.
Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús

Segundo Domingo de Adviento - Diciembre 4 de 2016


CORONA DE ADVIENTO



Liturgia de las Horas:
Propio del Salterio
Color: Morado

Lecturas de la liturgia


Primera Lectura: Isaías 11, 1-10

Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará.Reposará sobre él el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh.Y le inspirará en el temor de Yahveh. No juzgará por las apariencias, ni sentenciará de oídas.Juzgará con justicia a los débiles, y sentenciará con rectitud a los pobres de la tierra. Herirá al hombre cruel con la vara de su boca, con el soplo de sus labios matará al malvado. Justicia será el ceñidor de su cintura, verdad el cinturón de sus flancos. Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá. La vaca y la osa pacerán, juntas acostarán sus crías, el león, como los bueyes, comerá paja. Hurgará el niño de pecho en el agujero del áspid, y en la hura de la víbora el recién destetado meterá la mano. Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi santo Monte, porque la tierra estará llena de conocimiento de Yahveh, como cubren las aguas el mar. Aquel día la raíz de Jesé que estará enhiesta para estandarte de pueblos, las gentes la buscarán, y su morada será gloriosa. Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en la cabeza la diadema de la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo. Dios te dará un nombre para siempre: "Paz en la justicia" y "Gloria en la piedad". Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo, gozosos invocando a Dios. A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real. Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados y a las colinas encumbradas, ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios. Ha mandado al boscaje y a los árboles aromáticos hacer sombra a Israel. Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia.



Salmo Responsorial: 72: 1-2, 7-8, 12-13, 17

Que en sus días florezca la justicia, y la paz abunde eternamente.

De Salomón. Oh Dios, da al rey tu juicio, al hijo de rey tu justicia: que con justicia gobierne a tu pueblo, con equidad a tus humildes. R/.

En sus días florecerá la justicia, y dilatada paz hasta que no haya luna; dominará de mar a mar, desde el Río hasta los confines de la tierra. R/.

Porque él librará al pobre suplicante, al desdichado y al que nadie ampara; se apiadará del débil y del pobre, el alma de los pobres salvará. R/.

¡Sea su nombre bendito para siempre, que dure tanto como el sol! ¡En él se bendigan todas las familias de la tierra, dichoso le llamen todas las naciones! R/.

Segunda Lectura: De la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 15, 4-9

En efecto todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribió para enseñanza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza.
Y el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por tanto, acogeos mutuamente como os acogió Cristo para gloria de Dios.
Pues afirmo que Cristo se puso al servicio de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para dar cumplimiento a las promesas hechas a los patriarcas, y para que los gentiles glorificasen a Dios por su misericordia, como dice la Escritura: Por eso te bendeciré entre los gentiles y ensalzaré tu nombre.

Evangelio: San Mateo 3, 1-12

Por aquellos días aparece Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea:

«Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos»

Éste es aquél de quien habla el profeta Isaías cuando dice:
«Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas»

Tenía Juan su vestido hecho de pelos de camello, con un cinturón de cuero a sus lomos, y su comida eran langostas y miel silvestre. Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. Pero viendo él venir muchos fariseos y saduceos al bautismo, les dijo:
«Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? Dad, pues, fruto digno de conversión, y no creáis que basta con decir en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham. Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo os bautizo en agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga»

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:
https://www.aciprensa.com/calendario/calendario.php?dia=06&mes=12&ano=2015