sábado, 30 de julio de 2016

San Ignacio de Loyola - (1491-1556) - Fundador de la Compañía de Jesús (Jesuitas) - Fiesta Julio 31


San Ignacio de Loyola
"Para mayor gloria de Dios"
Nació en el año 1491 en Loyola. Su vida transcurrió primero entre la corte real y la milicia; luego se convirtió y estudió teología en París, donde se le juntaron los primeros compañeros con los que había de fundar más tarde, en Roma, la Compañía de Jesús. Ejerció un fecundo apostolado con sus escritos y con la formación de discípulos, que habían de trabajar intensamente por la reforma de la Iglesia. Murió en Roma en el año 1556.

Cronología de la vida
de San Ignacio de Loyola
  • 1491 - Año probable del nacimiento de Ignacio de Loyola.
  • 1521 - Colabora en la defensa de Pamplona acosada por el rey de Francia. Es herido en la pierna derecha y enviado a Loyola, donde pasa la convalecencia. En este tiempo caen en sus manos algunos libros piadosos que le hacen descubrir, en la vida de Jesús y de los santos, un nuevo horizonte en su vida. Se produce en Ignacio una primera conversión. Experimenta, igualmente, una lucha interior entre deseos piadosos y deseos mundanos.
  • 1522 - San Ignacio comienza una peregrinación al Santuario de Nuestra Señora de Montserrat. Una vez en Montserrat, hace una confesión general y deja sus vestidos y su espada. Continúa el camino hacia Manresa donde da comienzo a una vida de pobreza, oración, y penitencia. Después de un tiempo de turbación, escrúpulos, dudas y angustias, vivirá una singular experiencia de Dios que recordará toda la vida: "la ilustración del Cardoner". Igualmente comenzará a formular su experiencia espiritual con lo que da comienzo a lo que más adelante será el libro de los Ejercicios Espirituales.
  • 1527 - A lo largo de este año Ignacio vivirá dos procesamientos más y será encarcelado. Al salir de la prisión viaja a Salamanca. Nuevamente tendrá procesos inquisitoriales, se le prohíbe predicar y enseñar materias teológicas por no haber hecho suficientes estudios. Ignacio decide marchar de Salamanca, pasa por Barcelona y se encamina a París.
  • 1538 - San Ignacio celebra su primera misa en la iglesia de "Santa María la Maggiore".
  • 1540 - Paulo III confirma la fundación de la Compañía de Jesús.
  • 1541 - Ignacio comienza la redacción de las Constituciones de la Compañía y es elegido superior general de la misma. A partir de este momento Ignacio vivirá permanentemente en Roma.
  • 1556 - Muerte de San Ignacio de Loyola. Es enterrado en el lugar donde actualmente está la Iglesia del Gesú en Roma.
  • 1609 - El Papa Paulo V beatifica a Ignacio de Loyola.
  • 1622 - Canonización de Ignacio de Loyola por el Papa Gregorio XV.


Reflexiones claves
del Diario Espiritual 
de San Ignacio de Loyola


San Ignacio de Loyola
  • Dios me ama más que yo a mí mismo.
  • ¡Siguiéndoos, Jesús, no me puedo perder!
  • Dios proveerá lo que le parezca mejor.
  • ¡Señor, soy un niño! ¿A dónde me lleváis?
  • ¡Jesús, por nada del mundo te dejaría!
  • ¿Qué queréis, Señor, de mí?
  • ¡Señor, sostenedme con vuestra gracia!
  • ¡No merezco, Señor, cuanto recibo!
  • ¡Dadme, Señor, vuestro amor y gracia, éstas me bastan!
  • Jesús, sé mi guía, condúceme.
"A fin de imitar a Cristo Nuestro Señor y asemejarme a Él, de verdad, cada vez más; quiero y escojo la pobreza con Cristo, pobre más que la riqueza; las humillaciones con Cristo humillado, más que los honores, y prefiero ser tenido por idiota y loco por Cristo, el primero que ha pasado por tal, antes que como sabio y prudente en este mundo"
El amor de Dios es la fuente del entusiasmo de Ignacio por la salvación de las almas, por las que emprendió tantas y tan grandes cosas y a las que consagró sus vigilias, oraciones, lágrimas y trabajos. Se hizo todo a todos para ganarlos a todos y al prójimo le dio por su lado a fin de atraerlo al suyo. Recibía con extraordinaria bondad a los pecadores sinceramente arrepentidos; con frecuencia se imponía una parte de la penitencia que hubiese debido darles y los exhortaba a ofrecerse en perfecto holocausto a Dios, diciéndoles que es imposible imaginar los tesoros de gracia que Dios reserva a quienes se le entregan de todo corazón.


Se exhorta a los católicos
peguen en la puerta
de su casa esta cédula:

 


SAN IGNACIO DE LOYOLA DICE AL DEMONIO ¡NO ENTRES!

San Ignacio de Loyola tiene gran imperio contra los demonios, según lo dice la Iglesia en su oficio: IN DEAMONES MIRUM EXERCUIT IMPERIUM. Por lo cual es costumbre poner en las puertas de los aposentos, por la parte de adentro, esta cédula.

El mismo demonio dijo una vez:
"No puedo entrar sólo que quites la cédula puesta en tu puerta"
Ven. P. Galatuyud, S.J. 
"Yo suelo aconsejarlas en las misiones contra los asaltos e infestación del enemigo y Satanás"
P. Rivadeneira. Lib. A. C.V. En Roma y Padua, echado de los cuerpos por virtud de San Ignacio, exclamó el demonio dando bramidos:
"NO ME MENTÉIS A SAN IGNACIO, QUE ES EL MAYOR ENEMIGO QUE TENGO EN EL MUNDO"

El libro más famoso de San Ignacio se titula: "Ejercicios Espirituales", y es lo mejor que se ha escrito acerca de cómo hacer bien los santos ejercicios. En todo el mundo es leído y practicado este maravilloso libro. Duró 15 años escribiéndolo.


Ejercicios Espirituales
de San Ignacio de Loyola

A continuación presento textualmente el extracto del Quinto Ejercicio que hace referencia al infierno:

"Quinto Ejercicio - Es meditación del infierno: contiene en sí, después de la oración preparatoria, y dos preámbulos, cinco puntos y un coloquio.

La oración preparatoria sea la solita:


Oración que solía repetir
San Ignacio en sus Ejercicios

ORACIÓN
ANIMA CHRISTI




Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del Costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh mi buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que junto con tus ángeles y santos,
Te alabe y Te bendiga
por los siglos de los siglos.
Amén.



El primero preámbulo composición, que es aquí ver con la vista de la imaginación la longura, anchura, y profundidad del infierno.

El segundo, demandar lo que quiero: será aquí pedir interno sentimiento de la pena que padecen los dañados, para que, si del amor del Señor eterno me olvidare por mis faltas, a lo menos el temor de las penas me ayude para no venir en pecado.

El primero punto, será ver con la vista de la imaginación los grandes fuegos, y las ánimas como en cuerpos ígneos.


El segundo, oír con las orejas llantos, alaridos, voces, blasfemias contra Cristo Nuestro Señor y contra todos sus Santos.

El tercero, oler con el olfato humo, piedra, azufre, sentina, y cosas pútridas.

El cuarto, gustar con el gusto cosas amargas, así como lágrimas, tristeza, y el verme de la consciencia.

El quinto, tocar con el tacto, es a saber, cómo los fuegos tocan y abrasan las ánimas.

Haciendo un coloquio a Cristo Nuestro Señor, traer a la memoria las ánimas que están en el infierno, unos porque no creyeron el advenimiento; otras, creyendo, no obraron según sus mandamientos: haciendo tres partes, la primera antes del advenimiento; la segunda en su vida; la tercera después de su vida en este mundo; y con ésto darle gracias porque no me ha dejado caer en ninguna de estas, acabando mi vida. Así mismo, cómo hasta ahora siempre ha tenido de mí tanta piedad y misericordia; acabando con un Pater Noster.

El primero Ejercicio se hará a la medianoche; el segundo luego en levantándose a la mañana; el tercero antes o después de la Misa, finalmente que sea antes de comer; el cuarto a la hora de las Vísperas; el quinto una hora antes de cenar. Esta repetición de horas más o menos (siempre entiendo en todas las cuatro semanas, según la edad, disposición y temperatura), ayuda a la persona que se ejercita para hacer los cinco ejercicios o menos".


El santo proponía a los pecadores esta oración, que él solía repetir:




Tomad, Señor,
y recibid toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento
y toda mi voluntad;
todo mi haber y mi poseer.
Vos me lo disteis,
a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro,
disponed de ello
según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y Gracia,
que éstas me bastan.
Amén.







Oración del Abandono

Padre, en tus manos me pongo,
haz de mi lo que quieras.
Por todo lo que hagas de mi,
te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal de que Tu voluntad
se haga en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más,
Dios mío.
Pongo mi alma entre Tus manos,
te la doy, Dios mío,
con todo el ardor de mi corazón
porque te amo,
y es para mi necesidad
de amor el darme,
el entregarme
entre tus manos sin medida,
con infinita confianza,
porque Tu eres mi Padre.


Fuente - Texto tomado de ES.WIKIPEDIA.ORG:

Fuente - Texto tomado del Libro "Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola" en PDF de Google:

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Fuente - Texto tomado de ENCUENTRA.COM:


Video tomado de Youtube: