sábado, 2 de enero de 2016

Solemnidad Epifanía del Señor - Fiesta Enero 3 de 2016

Epifanía
(Manifestación del Señor)


El Evangelio de San Mateo (2, 1-12)
relata la historia de los magos:

"Jesús había nacido en Belén de Judá durante el reinado de Herodes. Unos Magos que venían de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: '¿Dónde está el Rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo'. Herodes y toda Jerusalén quedaron muy alborotados al oír ésto. Reunió de inmediato a los sumos sacerdotes y a los que enseñaban la Ley al pueblo, y les hizo precisar dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: 'En Belén de Judá, pues así lo escribió el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en absoluto la más pequeña entre los pueblos de Judá, porque de ti saldrá un Jefe, El que apacentará a mi pueblo, Israel'. Entonces Herodes llamó en privado a los Magos, y les hizo precisar la fecha en que se les había aparecido la estrella. Después los envió a Belén y les dijo: 'Vayan y averigüen bien todo lo que se refiere a ese Niño, y apenas lo encuentren, avísenme, porque yo también iré a rendirle homenaje'. Después de esta entrevista con el rey, los Magos se pusieron en camino; y fíjense: la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño. ¡Qué alegría más grande: habían visto otra vez la estrella! Al entrar a la casa vieron al Niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. Luego se les avisó en sueños que no volvieran donde Herodes, así que regresaron a su país por otro camino".



La Epifanía es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. Comenzó a celebrarse en Oriente en el siglo III y en Occidente se la adoptó en el curso del IV. Epifanía, voz griega que a veces se ha usado como nombre de persona, significa "Manifestación", pues el Señor se reveló a los paganos en la persona de los magos.

Tres misterios se han solido celebrar en esta sola fiesta, por ser tradición antiquísima que sucedieron en una misma fecha aunque no en un mismo año; estos acontecimientos salvíficos son:
  1. La adoración de los magos.
  2. El bautismo de Cristo por Juan.
  3. Primer milagro que Jesucristo, por intercesión de su Madre, realizó en las bodas de Caná y que, como lo señala el evangelista Juan, fue motivo de que los discípulos creyeran en su Maestro como Dios.
Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:
  1. Su Epifanía ante los Magos de Oriente: Manifestación a los paganos.
  2. Su Epifanía del Bautismo del Señor: Manifestación a los judíos por medio de San Juan Bautista.
  3. Su Epifanía de las Bodas de Caná: Manifestación a Sus discípulos y comienzo de Su vida pública por intercesión de Su Madre María.

Para los occidentales, que, como queda dicho más arriba, aceptaron la fiesta alrededor del año 400, la Epifanía es popularmente el día de los reyes magos. En la antífona de entrada de la Misa correspondiente a esta solemnidad se canta:

"Ya viene el Señor del universo, en sus manos está la realeza, el poder y el imperio"
Significado de la fiesta

Antes de la llegada del Señor, los hombres vivían en tinieblas, sin esperanza. Pero el Señor ha venido, y es como si una gran luz hubiera amanecido sobre todos y la alegría y la paz, la felicidad y el amor hubieran iluminado todos los corazones. Jesús es la luz que ha venido a iluminar y transformar a todos los hombres. Con la venida de Cristo se cumplieron las promesas hechas a Israel. En la Epifanía celebramos que Jesús vino a salvar no sólo a Israel sino a todos los pueblos. Epifanía quiere decir "manifestación", iluminación. Celebramos la manifestación de Dios a todos los hombres del mundo, a todas las regiones de la tierra. Jesús ha venido para revelar el amor de Dios a todos los pueblos y ser luz de todas las naciones. Dios quiere la felicidad del mundo entero. Él ama a cada uno de los hombres, y ha venido a salvar a todos los hombres, sin importar su nacionalidad, su color o su raza. Es un día de alegría y agradecimiento, porque al ver la luz del Evangelio, salimos al encuentro de Jesús, lo encontramos y le rendimos nuestra adoración como los magos.


  • Reyes Magos: Los orientales llamaban magos a los doctores; en lengua persa, mago significa "sacerdote". La tradición, más tarde, ha dado a estos personajes el título de reyes. Esta atribución de realeza a los visitantes ha sido apoyada ocasionalmente en numerosos pasajes de la Escritura, que describen el homenaje que el Mesías de Israel recibe por parte de los reyes extranjeros. Por alusión al Salmo 72, 10-11: "Los reyes de occidente y de las islas le pagarán tributo. Los reyes de Arabia y de Etiopía le ofrecerán regalos. Ante Él se postrarán todos los reyes y le servirán todas las naciones".
  • De Oriente: El Oriente, para los judíos, era Arabia, Persia o Caldea.
  • La Estrella de Belén: El evangelista Mateo (2, 2) relaciona el nacimiento de Jesús en Belén con la aparición de una estrella particularmente luminosa en el cielo de Palestina.
  • Sus nombres y regalos: Sus nombres no aparecen en la Biblia, sólo sabemos que vienen de Oriente. Pero la tradición les ha dado nombres:


  1. Melchor: Tradicionalmente un anciano blanco con barbas, trae como regalo oro que representa la realeza de Cristo.
  2. Gaspar: Joven, de piel morena, trae incienso, representando la divinidad de Cristo.
  3. Baltasar: De raza negra, ofrece al Niño Dios mirra (sustancia que se utiliza para embalsamar cadáveres), representando Su humanidad, el sufrimiento y la muerte del Señor.

El verdadero rey que debemos
contemplar en esta festividad
es el pequeño JESÚS


Las oraciones litúrgicas se refieren a la estrella que condujo a los magos junto al Niño Divino, al que buscaban para adorarlo. Precisamente en esta adoración han visto los santos padres la aceptación de la divinidad de Jesucristo por parte de los pueblos paganos. Los magos supieron utilizar sus conocimientos (en su caso, la astronomía de su tiempo), para descubrir al Salvador, prometido por medio de Israel, a todos los hombres.

El sagrado misterio de la Epifanía está referido en el evangelio de San Mateo. Al llegar los magos a Jerusalén, éstos preguntaron en la corte el paradero del "Rey de los judíos". Los maestros de la ley supieron informarles que el Mesías del Señor debía nacer en Belén, la pequeña ciudad natal de David; sin embargo, fueron incapaces de ir a adorarlo junto con los extranjeros. Los magos, llegados al lugar donde estaban el Niño con María su Madre, ofrecieron oro, incienso y mirra, sustancias preciosas en las que la tradición ha querido ver el reconocimiento implícito de la realeza mesiánica de Cristo (oro), de su divinidad (incienso) y de su humanidad (mirra).


A Melchor, Gaspar y Baltasar (nombres que les ha atribuido la leyenda, considerándolos tres por ser triple el don presentado, según el texto evangélico), puede llamárselos adecuadamente peregrinos de la estrella. Los orientales llamaban magos a sus doctores; en lengua persa, mago significa "sacerdote". La tradición, más tarde, ha dado a estos personajes el título de reyes, como buscando destacar más aún la solemnidad del episodio que, en sí mismo, es humilde y sencillo. Esta atribución de realeza a los visitantes ha sido apoyada ocasionalmente en numerosos pasajes de la Escritura que describen el homenaje que el Mesías de Israel recibe por parte de los reyes extranjeros.

La Epifanía, como lo expresa la liturgia, anticipa nuestra participación en la gloria de la inmortalidad de Cristo manifestada en una naturaleza mortal como la nuestra. Es, pues, una fiesta de esperanza que prolonga la luz de Navidad. Esta solemnidad debería ser muy especialmente observada por los pueblos que, como el nuestro, no pertenecen a Israel según la sangre. En los tiempos antiguos, sólo los profetas, inspirados por Dios mismo, llegaron a vislumbrar el estupendo designio del Señor: salvar a la humanidad entera, y no exclusivamente al pueblo elegido.

Enseñanzas


Los magos representan a todos aquellos que buscan, sin cansarse, la luz de Dios, siguen sus señales y, cuando encuentran a Jesucristo, luz de los hombres, le ofrecen con alegría todo lo que tienen.

La estrella anunció la venida de Jesús a todos los pueblos. Hoy en día, el Evangelio es lo que anuncia a todos los pueblos el mensaje de Jesús.

Los Reyes Magos no eran judíos como José y María. Venían de otras tierras lejanas (de Oriente: Persia y Babilonia), siguiendo a la estrella que les llevaría a encontrar al Salvador del Mundo. Representan a todos los pueblos de la tierra que desde el paganismo han llegado al conocimiento del Evangelio.

Los Reyes Magos dejaron su patria, casa, comodidades, familia, para adorar al Niño Dios. Perseveraron a pesar de las dificultades que se les presentaron. Era un camino largo, difícil, incómodo, cansado. El seguir a Dios implica sacrificio, pero cuando se trata de Dios cualquier esfuerzo y trabajo vale la pena.

Los Reyes Magos tuvieron fe en Dios. Creyeron aunque no veían, aunque no entendían. Quizá ellos pensaban encontrar a Dios en un palacio, lleno de riquezas y no fue así, sino que lo encontraron en un pesebre y así lo adoraron y le entregaron sus regalos. Nos enseñan la importancia de estar siempre pendientes de los signos de Dios para reconocerlos.

Los Reyes Magos fueron generosos al ir a ver a Jesús, no llegaron con las manos vacías. Le llevaron:
  • Oro: Que se les da a los reyes, ya que Jesús ha venido de parte de Dios, como rey del mundo, para traer la justicia y la paz a todos los pueblos.
  • Incienso: Que se le da a Dios, ya que Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre.
  • Mirra: Que se untaba a los hombres escogidos, ya que adoraron a Jesús como Hombre entre los hombres.
Esto nos ayuda a reflexionar en la clase de regalos que nosotros le ofrecemos a Dios y a reconocer que lo importante no es el regalo en sí, sino el saber darse a los demás. En la vida debemos buscar a Dios sin cansarnos y ofrecerle con alegría todo lo que tenemos.

Los Reyes Magos sintieron una gran alegría al ver al Niño Jesús. Supieron valorar el gran amor de Dios por el hombre. Debemos ser estrella que conduzca a los demás hacia Dios.

Los magos nos dan ejemplo en su búsqueda de la Verdad. Estuvieron dispuestos a correr grandes riesgos. Hombres en camellos, llevando tesoros por el desierto donde hay bandas de ladrones. Ellos buscaban al Mesías y nada ni nadie los detuvo. Fueron humildes, preguntaron a otros cómo llegar. Los de Jerusalén sabían dónde debía nacer el Mesías. Conocían las Sagradas Escrituras. Pero eso no es suficiente: pudieron dar instrucciones para que los Magos lleguen. Pero ellos mismos no fueron a adorarlo. Son como tantos hoy: Religión a mi manera, según mi opinión.


Sugerencias para vivir esta Fiesta


Reflexionar y contestar
las siguientes preguntas:

  • ¿Qué regalo le voy a dar a Jesús este año que comienza?
  • ¿Qué puedo cambiar para ser mejor?
  • ¿Qué regalos le voy a ofrecer a Jesús?
  • ¿Me encuentro alegre porque Dios me ama?
  • ¿Tengo fe en Dios?
  • ¿Sé vivir en la pobreza?
  • ¿Soy generoso (con mi tiempo, con mi persona, con los demás)?
  • ¿Suelo perseverar en mi vida espiritual a pesar de las dificultades que se me presentan?
  • ¿Obedezco a Dios con prontitud?
Fuente - Texto tomado de EWTN:

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 2, 1-12


1. Habiendo, pues, nacido Jesús en Belén de Judá, reinando Herodes, he aquí que unos Magos vinieron del Oriente a Jerusalén.


2. Preguntando:


"¿Dónde está el nacido rey de los judíos? Porque nosotros vimos en Oriente su estrella, y hemos venido con el fin de adorarle"
3. Oyendo esto el rey Herodes, turbóse, y con él toda Jerusalén.

4. Y convocando a todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntaba en dónde había de nacer el Cristo, o Mesías.



5. A lo cual ellos respondieron:
"En Belén de Judá; que así está escrito en el Profeta: 
6. Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ciertamente la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti es de donde ha de salir el caudillo que rija mi pueblo de Israel"
7. Entonces Herodes, llamando en secreto, o a solas, a los Magos, averiguó cuidadosamente de ellos el tiempo en que la estrella les apareció.

8. Y encaminándoles a Belén, les dijo: 
"Id e informaos puntualmente de lo que hay de ese Niño, y en habiéndole hallado, dadme aviso, para ir yo también a adorarle"

9. Luego que oyeron esto al rey, partieron. Y he aquí que la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando sobre el sitio en que estaba el Niño, se paró.



10. A la vista de la estrella se regocijaron por extremo.



11. Y entrando en la casa hallaron al Niño con María, Su Madre, y postrándose le adoraron; y abiertos sus cofres le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra.




12. Y habiendo recibido en sueños un aviso del cielo para que no volviesen a Herodes, regresaron a su país por otro camino.

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Santísimo Nombre de Jesús - Fiesta Enero 3


Honramos el Nombre de JESÚS no porque creamos que existe un poder intrínseco escondido en las letras que lo componen, sino porque el Nombre de JESÚS nos recuerda todas las bendiciones que recibimos a través de Nuestro Santo Redentor. Para agradecer estas bendiciones reverenciamos el Santo Nombre, así como honramos la Pasión de Cristo honrando Su Cruz (Colvenerius, "De festo SS. Nominis", ix). Descubrimos nuestras cabezas y doblamos nuestras rodillas ante el Santísimo Nombre de JESÚS; Él da sentido a todos nuestros afanes, como indicaba el emperador Justiniano en su libro de leyes: "En el Nombre de Nuestro Señor JESÚS empezamos todas nuestras deliberaciones".

El Nombre de JESÚS, invocado con confianza:
  • Brinda ayuda a necesidades corporales, según la promesa de Cristo: "En Mi Nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien" (Marcos 16, 17-18).  En el nombre de JESÚS los Apóstoles dieron fuerza a los lisiados (Hechos 3, 6; 9, 34) y vida a los muertos (Hechos 9, 40).
  • Da consuelo en las aflicciones espirituales. El Nombre de JESÚS le recuerda al pecador al padre del hijo pródigo y del buen samaritano; le recuerda al justo el sufrimiento y la muerte del inocente Cordero de Dios.
  • Nos protege de satanás y sus engaños, ya que el demonio teme el Nombre de JESÚS, Quien lo ha vencido en la Cruz.
  • En el Nombre de JESÚS obtenemos toda bendición y gracia en el tiempo y la eternidad, pues Cristo dijo: "Lo que pidáis al Padre os lo dará en Mi Nombre" (Juan 16, 23). Por eso la Iglesia concluye todas sus plegarias con las palabras: "Por Jesucristo Nuestro Señor", etc.




Así se cumple la palabra de San Pablo: "Para que al Nombre de JESÚS toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos" (Fil. 2, 10). Un especial devoto del Santísimo Nombre fue San Bernardo, quien habla de Él con especial ardor en muchos de sus sermones. Pero los promotores más destacados de esta devoción fueron San Bernardino de Siena y San Juan Capistrano. Llevaron consigo en sus misiones en las turbulentas ciudades de Italia, una copia del monograma del Santísimo Nombre, rodeado de rayos, pintado en una tabla de madera, con el cual bendecían a los enfermos y obraban grandes milagros. Al finalizar sus sermones mostraban el emblema a los fieles y les pedían que se postraran a adorar al Redentor de la humanidad.

Les recomendaban que tuviesen el monograma de JESÚS ubicado sobre las puertas de sus ciudades y sobre las puertas de sus viviendas (cf. Seeberger, "Key to the Spiritual Treasures", 1897, 102).

Debido a que la manera en que San Bernardino predicaba esta devoción era nueva, fue acusado por sus enemigos y llevado al tribunal del Papa Martín V. Pero San Juan Capistrano defendió a su maestro tan exitosamente que el Papa no sólo permitió la adoración del Santísimo Nombre, sino que asistió a una procesión en la que se llevaba el Santo Monograma. La tabla usada por San Bernardino es venerada en Santa María en Ara Coeli en Roma.



El emblema o monograma que representa el Santísimo Nombre de JESÚS consiste de las tres letras:

IHS


Se encuentra por primera vez en una moneda de oro del siglo VIII: DN IHS CHS REX REGNANTIUM (El Señor Jesucristo, Rey de Reyes). Los jesuitas hicieron de este monograma el emblema de su Sociedad, añadiéndole una cruz sobre la H y tres clavos bajo ella. Consecuentemente se inventó una nueva explicación del emblema, pretendiendo explicar que los clavos eran originalmente una "V", y que el monograma significaba "In Hoc Signo Vinces" (En Esta Señal deben Conquistar), palabras que, de acuerdo con un registro muy antiguo, vio Constantino en los cielos bajo el signo de la Cruz, antes de la batalla en el puente Milvian (312).



Leer - Exaltación de la Santa Cruz:
http://diosysantidad.blogspot.com.co/2015/09/exaltacion-de-la-santa-cruz-fiesta_13.html

También se sostiene que Urbano IV y Juan XXII concedieron una indulgencia de 30 días a aquellos que añadieran el Nombre de JESÚS al AVE MARÍA o se hincaran, o por lo menos hicieran una venia con las cabezas al escuchar el Nombre de JESÚS (Alanus, "Psal. Christi et Mariae", i, 13, and iv, 25, 33; Michael ab Insulis, "Quodlibet", v; Colvenerius, "De festo SS. Nominis", x). Esta afirmación puede ser cierta; pero fue gracias a los esfuerzos de San Bernardino que la costumbre de añadir el Nombre de JESÚS al AVE MARÍA fue difundida en Italia, y de ahí a la Iglesia Universal. Pero hasta el siglo XVI era desconocida en Bélgica (Colven., op. Cit, x), mientras que en Bavaria y Austria los fieles aún añaden al AVE MARÍA las palabras: "JESUS CHRISTUS" (ventris tui, Jesus Christus)Sixto V (2 de julio de 1587) concedió una indulgencia de 50 días a la jaculatoria:


"¡Bendito sea el Nombre del Señor!" con la respuesta "Ahora y por siempre", o "Amén".

En el sur de Alemania los campesinos se saludan entre ellos con esta fórmula piadosa. Sixto V y Benedicto XIII concedieron una indulgencia de 50 días, para todo aquel que pronuncie el Nombre de JESÚS reverentemente, y una indulgencia plenaria al momento de la muerte. Estas dos indulgencias fueron confirmadas por Clemente XIII, el 5 de septiembre de 1759. Tantas veces como invoquemos el Nombre de JESÚS y de MARÍA ("¡Jesu", "María"!) podremos ganar una indulgencia de 300 días, por decreto de Pío X, el 10 de octubre de 1904. Es también necesario, para ganar la indulgencia papal al momento de la muerte, pronunciar aunque sea mentalmente el Nombre de JESÚS.




Éste es aquel Santísimo Nombre
anhelado por los patriarcas,
esperado con ansiedad,
demandado con gemidos,
invocado con suspiros,
requerido con lágrimas,
donado al llegar
la plenitud de la gracia.

No pienses en un nombre
de poder, menos en uno
de venganza, sino de salvación.
Su nombre es
misericordia, es perdón.
Que el nombre de JESÚS
resuene en mis oídos,
porque su voz es dulce
y su rostro bello.

No dudes,
el Nombre de JESÚS
es fundamento de la fe, 
mediante el cual somos
constituidos hijos de Dios.


La fe de la religión católica
consiste en el conocimiento
de CRISTO JESÚS
y de su persona,
que es la luz del alma,
franquicia de la vida,
piedra de salvación eterna.
Quien no llegó
a conocerle o le abandonó
camina por la vida
en tinieblas, y va a ciegas
con inminente riesgo
de caer en el precipicio,
y cuanto más se apoye
en la humana inteligencia,
tanto más se servirá
de un lazarillo también ciego,
al pretender escalar los
recónditos secretos celestiales
con sólo la sabiduría
del propio entendimiento,
y no será difícil que le acontezca,
por descuidar los materiales sólidos,
construir la casa en vano y,
por olvidar la puerta de entrada,
pretenda luego entrar a ella por el tejado.

No hay otro fundamento
fuera de JESÚS, luz y puerta,
guía de los descarriados,
lumbrera de la fe para todos
los hombres, único medio
para encontrar de nuevo
al Dios indulgente, y,
una vez encontrado,
fiarse de Él; y poseído,
disfrutarle.
Esta base sostiene
la Iglesia, fundamentada
en el Nombre de JESÚS.

El Nombre de JESÚS
es el brillo de los predicadores,
porque de Él les viene
la claridad luminosa,
la validez de su mensaje
y la aceptación de su
palabra por los demás.
¿De dónde piensas que procede
tanto esplendor y que
tan rápidamente se haya
propagado la fe por todo el mundo,
sino por haber predicado a JESÚS?
¿Acaso no por la luz y dulzura
de este Nombre, por el que Dios
nos llamó y condujo a su gloria?
Con razón el Apóstol, a los elegidos
y predestinados por este Nombre
luminoso, les dice: en otro tiempo
fuisteis tinieblas, mas ahora
sois luz en el Señor.
Caminad como hijos de la luz.

¡Oh Nombre glorioso,
Nombre regalado,
Nombre amoroso y santo!
Por ti las culpas se borran,
los enemigos huyen vencidos,
los enfermos sanan,
los atribulados y tentados
se robustecen, y se sienten
gozosos todos. Tú eres la honra
de los creyentes, tú el maestro
de los predicadores, tú la fuerza
de los que trabajan, tú el valor
de los débiles. Con el fuego de tu
ardor y de tu celo se enardecen
los ánimos, crecen los deseos,
se obtienen los favores,
las almas contemplativas
se extasían; por ti,
en definitiva, todos los
bienaventurados del cielo
son glorificados.

Haz, dulcísimo JESÚS,
que también nosotros
reinemos con ello
por la fuerza de tu
Santísimo Nombre.

San Bernardino de Siena


Leer - Los 16 principales Nombres que se le dan a Jesús:

Fuente - Texto tomado de ENCICLOPEDIA CATÓLICA:

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Santa Genoveva - 422-502 - Fiesta Enero 3


Santa Genoveva
Etim: Genoveva, "ola o espuma blanca", en galés.

Patrona: fabricantes de velas y cirios, pues, de acuerdo con una leyenda, el diablo habría querido apagarle su linterna, mientras visitaba enfermos, cosa que su ángel de la guarda habría evitado.

Iconografía: aparece como pastora y con su cayado; o bien, como virgen, con el velo o toca de su consagración, y una linterna o vela en la mano, por atributo.

Nace en Nanterre, pequeño pueblo cerca de París (Francia) en el año 422. Según la leyenda, de joven fue pastora. Cuando tenía solo siete años el venerable Obispo San Germán, la reconoció como futura santa, el cual le aconsejó que dedicara su vida a servir a Dios y al prójimo y así lo hizo.

Con el permiso de sus padres y respondiendo a su petición el obispo la consagró a Cristo y a la edad de 15 años recibió el velo de la vida religiosa en París. A los 15 años formó con un grupo de amigas una asociación de mujeres dedicadas al apostolado y a ayudar a los pobres. No eran religiosas pero vivían muy santamente en su casa o en su sitio de trabajo, y asistiendo mucho al templo y ayudando todo lo más posible a los necesitados. Se dedicó a practicar obras de piedad entre los pobres, aconsejar a sus vecinos y llevar una intensa vida ascética. 

Genoveva practicaba de tan manera el recogimiento y apartamiento del mundo que durante los 40 días de cuaresma no salía de su casa sino para ir al templo o ayudar a algún necesitado. Y el resto del año hacía casi lo mismo.

Pocos años después, la ciudad de París estaba bajo asedio por el rey Childerico, rey de los francos, por lo que llegó una espantosa escasez y carestía y la gente se moría de hambre. Genoveva al ver el sufrimiento de París, en vez de quejarse reunió un buen grupo de hombres y ella salió escondida de la ciudad. Regresó con las barcas llenas de comestibles: con alimentos y provisiones, y así salvó una vez más la ciudad.

Como los reyes Childerico y Clodoveo sentían por ella una gran veneración, logró obtener de ellos el perdón para muchos presos políticos que iban a ser ajusticiados. Pero París pronto cayó ante la fuerza superior de los francos. Al descubrir el heroísmo de la joven, Childerico se entrevistó con ella. Impresionado por su santidad, accedió a establecer una iglesia en honor a S. Denis de París.


Cuando tenía 30 años oyó que el terrible bárbaro llamado Atila se acercaba con 100.000 guerreros a sitiar a Lutecia (París, 451 A.D.), y a destruirla a sangre y fuego. La gente quería salir huyendo pero Genoveva los convenció de que en vez de salir corriendo lo que debían hacer era ir al templo a rezar. Casi la linchan los cobardes, pero la mayoría le hizo caso y se dedicaron a orar. Atila, cuando ya venía llegando a París, cambió imprevistamente de rumbo y se dirigió hacia Orleáns. Por el camino le salieron al encuentro los ejércitos cristianos que lo derrotaron en la terrible batalla de los Campos Cataláunicos.

Así se cumplió lo que había anunciado Genoveva, que si el pueblo oraba con fe la ciudad de París no sería atacada. Esto le dio una gran popularidad en esa capital.

Cuando Genoveva murió, muy anciana, el 3 de enero del año 502, ya la ciudad de París la consideraba su patrona, y todavía hoy, ella es la Patrona de París. Sobre su tumba se construyó un famoso templo y sus restos fueron profanados por la Revolución Francesa (21 de noviembre de 1793). El templo fue destruido y en ese sitio levantaron el edificio llamado Panteón, donde los franceses entierran a sus héroes.

Su veneración inició en el siglo VI con peregrinaciones a su tumba y aumentó aún más desde 1130 cuando, con sus restos llevados en procesión, se conjuró una peste. El Papa Inocencio II aceptó su culto y fiesta en este día. 

Los datos acerca de esta santa los conocemos porque los escribió Gregorio de Tours, unos veinte años después de haber muerto ella. Santa Genoveva ha sido invocada en épocas de grandes calamidades públicas, y ha librado muchas veces a ciudades y pueblos de pestes, carestías e invasiones de enemigos. Se le invoca: contra desastres, herpes, fiebre, sequía.

Señor: que a imitación
de Santa Genoveva
amemos a nuestra patria
y a nuestros paisanos
no sólo con amor de palabras,
sino con amor que se demuestra
en buenas obras y que como ella, estemos convencidos de que
es mejor confiar en Dios
que confiar sólo
en las ayudas humanas.
Amén.

Fuente - Texto tomado de EWTN.COM:
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Genoveva.htm

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:
http://www.corazones.org/santos/genoveva.htm