domingo, 12 de julio de 2015

Beato Padre Mariano de Jesús Eusse Hoyos - Fiesta Julio 13


Beato Padre Mariano de Jesús Eusse Hoyos
Primogénito de los siete hijos de Pedro José Eusse, de ascendencia francesa y María Rosalía de Hoyos, el beato Mariano de Jesús Eusse Hoyos nació en Yarumal (Antioquia - Colombia), el 14 de octubre de 1845. Para esquivar el influjo de la escuela laica de entonces, Pedro y Rosalía prefirieron ser ellos mismos los maestros de sus hijos, educándolos en el temor de Dios. En 1868 ingresa al Seminario de Medellín, recién fundado. Entre sus condiscípulos se encontraron muchos que fueron luego honra de la Iglesia y de las letras, como el futuro presidente de Colombia don Marco Fidel Suárez.

A comienzos de 1870 es recibido como clérigo y el 14 de julio de 1872, ordenado presbítero por el obispo Valerio Antonio Jiménez, con quien lo unía algún parentesco. Inicia su misterio Sacerdotal como Vicario Parroquial en San Pedro (1872 - 1875), y en varios lugares de la extensa diócesis. En marzo de 1876 llega a la población de Angostura, para ayudar al anciano párroco, el padre Rudesindo Correa, a quien cuida con desvelo y dedicación.

Fue un celoso evangelizador, con sus catequesis y pláticas doctrinales sencillas sobremanera. Sabía salpicarlas además con provechosas anécdotas, al alcance de sus oyentes. Tuvo especiales cuidados de padre para con los niños. Profesó especial afecto a los campesinos, en cuyo ambiente se había levantado. Sentía y vivía todos sus problemas y trataba de solucionarlos. Continuamente iba en busca de las ovejas descarriadas, por quienes oraba y hacía orar. Su ilimitada caridad no le consentía dejar miseria alguna sin remediar.

Quebrantada su salud por los trabajos, los años y las penitencias, ya cercano a la muerte pidió ser confortado con la Eucaristía y la Unción, antes de perder el conocimiento. Cerca de la medianoche del 12 de julio de 1926, murió en la mayor pobreza, pues hasta la ropa de cama era prestada por haberlo repartido todo entre los pobres.
"Ya he vivido bastante. Ahora mi mayor deseo es ir a unirme con Jesús"
Fueron sus últimas palabras. Muchos favores se cuentan del Padre Marianito durante su vida. Con su visita y una breve oración, sanó muchos enfermos, arregló variados litigios entre campesinos por asuntos de linderos, protegió de catástrofes a su feligresía. Todas estas circunstancias hicieron de él una copia del Santo Cura de Ars. Es el primer Párroco de América cuya santidad es reconocida por la Iglesia. Fue beatificado en Roma, por el Papa Juan Pablo II, el 9 de abril de 2000. Llamado patrono de la paz para Colombia por San Juan Pablo II.

Semblanza
del Beato Padre Marianito

  • Nacimiento: El 14 de octubre de 1845, en Yarumal.
  • Muerte: El 13 de julio de 1926.
  • Sepultado: En la capilla de El Carmen en Angostura, el 13 de julio de 1926.
  • Exhumación: De su cadáver, el cual se encuentra actualmente momificado.
Beato Padre Mariano de Jesús Eusse Hoyos
Cuerpo momificado



Milagros del Beato Padre Marianito

Son incontables, en realidad, los favores alcanzados; la sola enumeración llevaría muchas páginas. Los milagros más notables fueron de orden físico, intelectual y moral:

Iglesia en Angostura (Antioquia - Colombia)
donde reposan los restos mortales
Beato Padre Mariano de Jesús Eusse Hoyos
Milagros

Extingue el fuego

Prendiéndose en un fuerte verano un rastrojo cercano a la población. Las llamas avanzaron amenazantes hasta los primeros solares del poblado. Llamado el Padre Marianito acudió enseguida; hizo una breve oración y asperjó con agua de San Ignacio y el fuego se detuvo enseguida.

En otra ocasión, por no haber tomado las debidas precauciones, los dueños de una rocería, el día de la quema el fuego llegó con furia hasta los primeros ranchos de la población y en un instante los redujo a cenizas. Al llegar Marianito leyó un exorcismo y el fuego se apagó.

Cerdo que muere

No citamos nombres por respeto a parientes que aún viven. En un campo cercano a la población, sucedió que una madre de familia salió a una fuente un poco distante a lavar ropa y dejó a un niño de poca edad, dormido en una estera tirada en el suelo. Cuando regresó a darle vuelta al niño, encontró un espectáculo desgarrador: un cerdo había entrado y se había comido al niño del que sólo quedaban pequeños trozos de carne y hueso. A los gritos de dolor de la madre, acudió el marido que no estaba lejos. Éste, desesperado, azotó a la señora por descuidada y la condenó a llevar el cerdo en todo momento atado a una pierna. La noticia se propagó, y al saberlo Marianito acudió al lugar de la tragedia a consolar a los afligidos padres. Al llegar, encontró a la señora sola, bañada en lágrimas y con el cerdo amarrado que halando la martirizaba de tal manera que ya tenía la pierna llagada. Después de derramar el Padre Marianito el bálsamo de sus consuelos sobre la pobre señora, se acercó al animal; con saliva le tocó las orejas y se despidió para regresar a su casa; pero aún no había montado en su caballo, cuando el cerdo dio un chillido y cayó muerto.

Castigo

En alguna ocasión, dos señoras, por cualquier causa, se burlaron del Padre y sacaron de él ridículas caricaturas. Poco tiempo después una de ellas se enloqueció y la otra contrajo un dolor de cabeza que le duró ocho meses; al cabo de ellos humillada acudió al Padre Marianito a pedirle perdón, y éste haciéndole en la frente la señal de la Cruz la curó para siempre de ese dolor.

Hinchazón

Francisco Luis Trujillo Roldán, de 49 años refiere: en 1922 tenía yo una hinchazón muy grande en la mejilla derecha. El médico dijo que tenía que operarme porque se trataba de una infección en el hueso. Mi madre muy confundida acudió al Padre Marianito, quien le dijo:
"No sufra hija; el niño se le cura sin necesidad de operación"
Me untó saliva; me acosté enfermo y al día siguiente amanecí deshinchado.

Sorda de nacimiento

María Rosa Gómez era sorda de nacimiento. No obstante la pusieron en manos de los médicos; más, como era natural, sin éxito alguno. Estando de seis años se la llevaron al Padre Marianito; le metió los dedos humedecidos en saliva en los oídos y los retiró rápidamente. La niña quedó curada y oyendo perfectamente.

Serenateros

Una noche ya muy tarde, y estando enfermo el Padre, unos borrachos se dieron a la tarea de dar serenatas y hacer bulla cerca de la casa cural, impidiendo así el sueño a todos los vecinos. Entre ellos estaba Nicolás, hermano del Padre Marianito, quien salió a la ventana y los reprendió diciendo:
"¡Sinvergüenzas! No nos dejan dormir, cuidado les canta el búho"
Al momento la calle se llenó de búhos y los trasnochadores salieron despavoridos.

¿Veía al demonio?


Cuentan que había en Campamento un matrimonio que vivía muy mal. Alguna vez pasó el Padre por esa población y se hospedó adrede en casa de esta pareja. Por la noche se apareció un perro negro; el Padre lo conjuró y el matrimonio quedó libre del poder del demonio.

Lo acompañaba yo un día, dice Agustín Misas, a confesar un enfermo a Santa Ana. Al pasar frente a una casita que había en el camino, encontramos dos niñas que hacían huecos en una barranca. El Padre se detuvo y se encaró con un individuo invisible y le dijo en tono severo:
"¿Qué haces ahí?"
Una voz rara que no supe de dónde salía contestó:
"Estoy cuidando estas niñas"
"Retírate de aquí" -agregó él a tiempo que bendecía- "Y ustedes niñitas, váyanse a la casa que las necesita la mamá"
Las niñas obedecieron y no habían caminado veinte pasos cuando cayó un enorme alud que segó por completo el camino.

Tumor desaparecido

La señora María Jesús Sosa dice: en vida curó a un hijo mío que padecía de un tumor localizado sobre una arteria. Lo sobó con saliva y ésto bastó para curarlo.

Parto difícil

Refiere don Roberto Henao: la señora Ana Felisa de Rada se vio en tan grave peligro de muerte al dar a luz un niño que el médico que la atendía, listo a operar, preguntó al esposo qué prefería, si la vida de la esposa o la del hijo. En tan tremendo trance el Padre Marianito llegó a confesarla y pidió al médico que esperara un poco. Con el dedo pulgar humedecido en saliva y sobre el vientre de la señora pero sobre las ropas, trazó el signo de la Cruz. Antes de cinco minutos nació sin dificultad la criatura y se salvaron madre e hijo.

Cáncer en la laringe

Una señora sufría de un cáncer en la laringe. Los médicos de Yarumal y Santa Rosa que la reconocieron anunciaron la muerte próxima, y afirmaron que no se le podía operar. Llamó a Marianito a que la confesara para prepararse a la muerte. La confesó y luego con saliva, como solía hacerlo, le hizo la señal de la Cruz en la garganta. Esa noche, la señora tuvo un fuerte acceso de vómito y arrojó algo como del tamaño de una mosca grande con largas patas, que parecía hilos de seda. Quedó completamente curada.

Rogativas

Caso referido por muchos testigos: un largo verano había aniquilado cementeras y potreros. Las gentes aterradas por la amenaza del hambre que se cernía sobre la población, pidieron al Padre Marianito que hiciera una procesión de rogativa. Cantando las letanías mayores y llevando las imágenes de Nuestra Señora de Chiquinquirá y de San José, salieron a la plaza. Unos forasteros que habían llegado, informados de lo que acontecía, se rieron a carcajadas y apostaron que no llovería. Mas el cielo se encargó de probarles lo contrario: antes de que la procesión terminara de recorrer la plaza, se descargó un aguacero tal que fue preciso dejar la imagen de San José, que era pesada, en la alcaldía; la de la Virgen, más liviana, pudo llegar al templo.

Una caída

Muy comentado por toda la ciudadanía fue el caso siguiente: estaba un día el Padre Marianito empezando las ceremonias del bautismo de un infante en la puerta del templo, cuando de un alto balcón, a una cuadra de distancia, se cayó una niña de tres años de edad. Antes de que se estrellara contra el empedrado, el Padre que la vio ya en el aire, le dio la bendición. ¡Y cosa rara! La niña Gabriela Trujillo no sufrió lesión alguna, quien luego se hizo religiosa misionera de Santa Teresita en Yarumal.

Quiste

Llegó un día una señora con una niña de unos cinco años de edad, que tenía un grano (quiste) debajo del párpado y le impedía cerrar el ojo. El Padre tomó un poco de agua, introdujo en ella la medalla de San Ignacio y la bendijo. Luego aplicó al ojo de la niña un algodón humedecido; como el agua le fastidiara, la niña se restregó el ojo y al instante cayó al suelo un tumor del tamaño de un fríjol.


Su jaculatoria preferida





"Oh María concebida sin pecado original, rogad por nosotros que recurrimos a Vos" 

Dicen que se le oía repetir con frecuencia en momento difíciles de la vida de Colombia, como las guerras civiles y la persecución contra el clero en la que el sacerdote tuvo que esconderse. Vivir en una cueva, que era también su cocina, su altar, su alcoba y desde donde atendía a sus fieles.

Oración al Padre Marianito

Oh Dios, que otorgaste
a tu siervo Mariano de Jesús,
la gracia del sacedorcio ministerial
y lo hiciste modelo de párrocos,
dotándolo de preclaras virtudes,
especialmente de celo infatigable
por tu gloria y solicitud
amorosa por los hermanos,
concédenos seguir su ejemplo
y gozar de su valiosa intercesión.
Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén

Fuente - Texto tomado de SANTUARIOMARIANITO.ORG:

Novena a Nuestra Señora Virgen del Carmen - Día Séptimo - Julio 13 de 2015



Acto de Contrición
para todos los días

Dios mío y Señor mío, postrado delante de vuestra Majestad Soberana, con todo mi ser, con toda mi alma y todo mi corazón te adoro, confieso, bendigo, alabo y glorifico. A Ti te reconozco por mi Dios y mi Señor; en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío me has de perdonar mis culpas, y dar tu gracia y perseverancia en ella, y la gloria que tienes ofrecida a los que perseveran en tu amor. A Ti amo sobre todas las cosas. A Ti confieso mi suma ingratitud y todas mis culpas y pecados, de todo lo cual me arrepiento y te pido me concedas benignamente el perdón. Pésame, Dios mío, de haberos ofendido, por ser Vos quien sois. Propongo firmemente, ayudado con vuestra divina gracia, nunca más pecar, apartarme de las ocasiones de ofenderos, confesarme, satisfacer por mis culpas y procurar en todo serviros y agradaros. Perdóname, Señor, para que con alma limpia y pura alabe a la Santísima Virgen, Madre vuestra y Señora mía, y alcance por su poderosa intercesión la gracia especial que en esta Novena pido, si ha de ser para mayor honra y gloria vuestra, y provecho de mi alma. Amén.

Oración para todos los días

Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:

(Rezar tres Avemarías)

Rezar a continuación
la oración del día que corresponda:

DÍA SÉPTIMO

¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que en tu santo Escapulario diste a los que devotamente lo visten, un firmísimo escudo para defenderse de todos los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad con tantos y tan singulares milagros. Te ruego, Señora, que seas mi defensa poderosa en esta vida mortal, para que en todas las tribulaciones y peligros encuentre la seguridad, y en las tentaciones salga con victoria, logrando siempre tu especial asistencia para conseguirlo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:

Dios te Salve, Reina y Madre 
de misericordia, etc.


Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena



Oración final para todos los días

Virgen Santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de tu santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de ésta tu querida Insignia. ¡Oh hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen, y concédenos benigna tu amorosa protección.

Te recomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos cómo ofenden a tu divino Hijo, y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

Lectura del Santo Evangelio Según San Marcos 6, 7-13


7. Y habiendo convocado a los doce, comenzó a enviarlos de dos en dos a predicar, dándoles potestad sobre los espíritus inmundos.


8. Y les mandó que nada se llevasen para el camino, sino el sólo báculo o bordón; no alforja, no pan, ni dinero en el cinto, o faja.

9. Con sólo un calzado de sandalias, y sin muda de dos túnicas.

10. Advertíales así mismo:
"Donde quiera que tomareis posada, estaos allí hasta salir del lugar.
11. Y donde quiera que os desecharen, ni quisieran escucharos, retirándoos de allí, sacudid el polvo de vuestros pies, en testimonio contra ellos"
12. De esta suerte salieron a predicar, exhortando a todos a que hiciesen penitencia.

13. Y lanzaban muchos demonios, y ungían a muchos enfermos con óleo y los sanaban.

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Novena a Nuestra Señora Virgen del Carmen - Día Sexto - Julio 12 de 2015



Acto de Contrición
para todos los días

Dios mío y Señor mío, postrado delante de vuestra Majestad Soberana, con todo mi ser, con toda mi alma y todo mi corazón te adoro, confieso, bendigo, alabo y glorifico. A Ti te reconozco por mi Dios y mi Señor; en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío me has de perdonar mis culpas, y dar tu gracia y perseverancia en ella, y la gloria que tienes ofrecida a los que perseveran en tu amor. A Ti amo sobre todas las cosas. A Ti confieso mi suma ingratitud y todas mis culpas y pecados, de todo lo cual me arrepiento y te pido me concedas benignamente el perdón. Pésame, Dios mío, de haberos ofendido, por ser Vos quien sois. Propongo firmemente, ayudado con vuestra divina gracia, nunca más pecar, apartarme de las ocasiones de ofenderos, confesarme, satisfacer por mis culpas y procurar en todo serviros y agradaros. Perdóname, Señor, para que con alma limpia y pura alabe a la Santísima Virgen, Madre vuestra y Señora mía, y alcance por su poderosa intercesión la gracia especial que en esta Novena pido, si ha de ser para mayor honra y gloria vuestra, y provecho de mi alma. Amén.

Oración para todos los días

Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo:

(Rezar tres Avemarías)

Rezar a continuación
la oración del día que corresponda:

DÍA SEXTO

¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para señalar a los Carmelitas por especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la singular prenda del santo Escapulario, vinculando en él tantas gracias y favores para con los que devotamente lo visten y cumpliendo con sus obligaciones, procuran vivir de manera que imitando tus virtudes, muestran que son tus hijos. Te ruego, Señora, me alcances la gracia de vivir siempre como verdadero cristiano y cofrade amante del santo Escapulario, a fin de que merezca lograr los frutos de esta hermosa devoción. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:

Dios te Salve, Reina y Madre 
de misericordia, etc.


Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena



Oración final para todos los días

Virgen Santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de tu santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de ésta tu querida Insignia. ¡Oh hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen, y concédenos benigna tu amorosa protección.

Te recomiendo las necesidades de nuestro Santísimo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos cómo ofenden a tu divino Hijo, y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

San Juan Gualberto - Religioso Benedictino - Año 1073 - Fiesta 12 de Julio



Nació en Florencia, de familia muy rica y su único hermano fue asesinado. Era heredero de una gran fortuna y su padre deseaba que ocupara altos puestos en el gobierno.

Un Viernes Santo iba este santo por un camino rodeado de varios militares amigos suyos, y de pronto se encontró en un callejón al asesino de su hermano. El enemigo no tenía a dónde huir, y Juan dispuso matarlo allí mismo. El asesino se arrodilló, puso sus brazos en cruz y le dijo:
"Juan, hoy es Viernes Santo. Por Cristo que murió por nosotros en la Cruz, perdóname la vida"
Al ver Gualberto aquellos brazos en cruz, se acordó de Cristo crucificado. Se bajó de su caballo. Abrazó a su enemigo y le dijo:
"Por amor a Cristo, te perdono"
Siguió su camino y al llegar a la próxima iglesia se arrodilló ante la imagen de Cristo crucificado, y le pareció que Jesús inclinaba la cabeza y le decía:
"Gracias Juan"
Desde aquel día su vida cambió por completo. En premio de su buena acción, Jesús le concedió la vocación, y Juan dejó sus uniformes militares y sus armas y se fue al convento de los monjes benedictinos de su ciudad a pedir que lo admitieran como religioso. Su padre se opuso totalmente y exigió al superior del convento que le devolvieran a Juan inmediatamente.

Cuando el papá vió al antiguo guerrero convertido en sencillo y piadoso monje se echó a llorar, y dándole su bendición se retiró. En aquellos tiempos, el peor defecto que había en la Iglesia era la simonía, es decir, algunos compraban los altos cargos, y así llegaban a dirigir la Santa Iglesia algunos hombres indignos. En el convento de Florencia, donde estaba Juan, se murió el superior, uno de los monjes fue con el obispo y con dinero hizo que lo nombraran superior a él. También el obispo había comprado su cargo.

Gualberto no pudo soportar esta indignidad y se retiró de aquel convento con otros monjes y antes de salir de la ciudad, declaró públicamente en la plaza principal que el superior del convento y el obispo merecían ser destituidos porque habían cometido el pecado de simonía. Más tarde logró que los destituyeran.

Fundador

Se fue a un sitio muy apartado y silencioso, llamado Valleumbroso y allá fundó un monasterio de monjes benedictinos, que se propusieron cumplir exactamente todo lo que San Benito había recomendado a sus monjes. El monasterio llegó a ser muy famoso y le llegaron vocaciones de todas partes. Con los mejores religiosos de su nuevo convento, fue fundando varios monasterios más y así logró difundir por muchas partes de Italia las buenas costumbres, y fue atacando sin misericordia la simonía y las costumbres corrompidas. Las gentes sentían gran veneración por él.

Después de haber logrado que muchas personas abandonaran sus vicios y se convirtieran, y que muchos sacerdotes empezaran a llevar una vida santa, y gozando del enorme aprecio del Papa y de numerosos obispos, murió el 12 de julio de 1073, dejando muchos monasterios de religiosos que trataban de imitarlo en sus virtudes y llegaron a gran santidad. Que sus ejemplos sean de gran provecho para nuestra alma.

Fuente - Texto tomado de EWTN:
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Juan_Gualberto_7_12.htm

Santa Verónica - Fiesta Julio 12



Su nombre podría proceder del latín significando "verdadero ícono" o, según el parecer del profesor Miguel Angel García Olmo, puede ser una variante del antiguo nombre femenino Berenice (Bereníke), la versión macedonia del griego Phereníke, o sea,"la que lleva la victoria". El caso es que a esta santa mujer, ambos le pegan magistralmente.

Modelo de misericordia


Santa Verónica es recordada por su gesto compasivo hacia Jesús en Su camino al Calvario. Unos le agredían, otros permanecían indiferentes ante tanta crueldad. Ella se le acercó y le enjugó el rostro con su velo. Aquel divino rostro, cruelmente golpeado, ensangrentado y sudoroso suscitó en el corazón de Santa Verónica la misericordia. La fuente de Misericordia recibe de ella en aquel momento un amor que casi todos le negaron. 

Aunque poco sabemos de la vida de Verónica y su acto de amor no aparece en las Sagradas Escrituras, la tradición lo ha recogido como un acto ejemplar que recordamos en la sexta estación del Vía Crucis. Dante lo evoca en el canto XXXI del Paraíso.

Santa Verónica es mujer de gran valentía, ya que su acto de amor le podría haber causado una peligrosa reacción por parte de los romanos o de las turbas. Es mujer de gran compasión, ya que venció todo miedo y decidió amar en medio de una multitud movida por odio o la indiferencia.

Santa Verónica, ruega por nosotros.
Que sepamos consolar a Cristo
en el Vía Crucis de hoy

Descubra el misterio del Santo Rostro de Jesús en el Velo Santo de la Verónica:

http://diosysantidad.blogspot.com/2014/06/gran-misterio-el-santo-rostro-de-jesus.html

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG: