jueves, 11 de septiembre de 2014

Santísimo Nombre de María - Fiesta Septiembre 12






El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Santa Madre, las necesidades de la Iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María. Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España y en 1683, el Papa Inocencio XI la admitió en la Iglesia de occidente, como una acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena, y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia.



Nombre de salvación y de alegría

El nombre de María es un nombre salvador, sobre todo en los peligros de orden moral. ¡Cuántas tentaciones fueron vencidas, cuántos pecados evitados, cuántos corazones inmundos purificados, cuántas penosas confesiones extraídas de almas que se creían para siempre cerradas!

Es también un nombre de consolación y de alegría. Él disipa la tristeza en el alma que lo pronuncia. ¿Tienes miedo de Dios y de su juicio? Pensad en María e invocad su nombre: vuestra confianza en Dios renacerá. ¿Tienes miedo de los hombres, delante de los cuales te cubriste de vergüenza y perdiste la reputación? Pensad en María e invocad su nombre; y no tendréis más recelo de levantar los ojos delante de vuestros semejantes. ¿Os aplasta el peso de la humillación o del dolor físico? Pensad en María, invocad su nombre y seréis aliviados. ¿Temes a la muerte horrible que rompe y pone fin a todo? Pensad en María, invocad su nombre y tendréis el coraje de aceptar ese supremo sacrificio.

Nombre de fuerza

El nombre de María, en definitiva, es un nombre de fuerza. Cualesquiera que sean los enemigos que os amenazan, vengan ellos del infierno, como el demonio que os tienta; o vengan del mundo, como los adversarios que os persiguen, invocad el poderoso nombre de María y a todos venceréis.

Cualesquiera que sean vuestras propias flaquezas, provengan ellas del orgullo, de la envidia, de la sensualidad o de la pereza, confiad vuestro débil corazón a la solicitud de la Virgen, invocad el poderoso nombre de María y os venceréis a vosotros mismos.

Ha sido San Lucas en su evangelio quien nos ha dicho el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios:

"Y su nombre era María"
El nombre de María, traducido del hebreo "Miriam", significa Doncella, Señora, Princesa
Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave Maris Stella. El nombre de María está relacionado con el mar, pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María. También tiene relación con "mirra", que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de África que produce incienso y perfume. Los Magos regalan mirra a María como ofrenda de adoración.
"Y entrando a la casa, encontraron al Niño con María, su Madre, y postrándose, lo adoraron y abriendo sus cofres, le ofrecieron oro, incienso y mirra"
María es el centro de unión de Dios con los hombres. Los lingüistas y los biblistas desentrañan las raíces de un nombre tan hermoso como María, que ya llevaba la hermana de Moisés, y muy común en Israel. Y que para los filólogos significa hermosa, señora, princesa, excelsa, calificativos todos bellos y sugerentes.

El Nombre y la misión


En la Historia de la Salvación es Dios quien impone o cambia el nombre a los personajes a quienes destina a una misión importante. A Simón, Jesús le dice:
"Tú, te llamas Simón. En adelante te llamarás Kefá, Pedro, piedra, roca, porque sobre esta roca edificaré mi Iglesia"
María venía al mundo con la misión más alta, ser Madre de Dios, y, sin embargo, no le cambia el nombre. Se llamará, simplemente, MARÍA, el nombre que tenía, y cumple todos esos significados, pues como Reina y Señora la llamarán todas las generaciones. MARÍA, joven, mujer, virgen, ciudadana de su pueblo, esposa y madre, esclava del Señor. Dulce mujer que recibe a su Niño en las condiciones más pobres, pero que con su calor lo envuelve en pañales y lo acuna. MARÍA, valiente que no teme huir a Egipto para salvar a su Hijo. Compañera del camino, firme en interceder ante su Hijo cuando ve el apuro de los novios en Caná, mujer fuerte con el corazón traspasado por la espada del dolor de la Cruz de su Hijo, y recibiendo en sus brazos su Cuerpo muerto. Sostén de la Iglesia en sus primeros pasos con su maternidad abierta a toda la humanidad. MARÍA, humana. MARÍA, decidida y generosa. MARÍA, fiel y amiga. MARÍA, fuerte y confiada. MARÍA, Inmaculada, Madre, Estrella de la Evangelización.

San Antonio de Padua hace esta comparación:

"Así como antiguamente, según cuenta el libro de los Números, señaló Dios tres ciudades de refugio, a las cuales pudiera acogerse todo aquel que cometiese un homicidio involuntario, así ahora la Misericordia Divina provee de un refugio seguro, incluso para los homicidas voluntarios: el nombre de MARÍA. Torre fortísima es el nombre de Nuestra Señora. El pecador se refugiará en Ella y se salvará. Es nombre dulce, nombre que conforta, nombre de consoladora esperanza, nombre tesoro del alma. Nombre amable a los ángeles, terrible a los demonios, saludable a los pecadores y suave a los justos".

Que el sabroso nombre de Nuestra Madre, unido al de Jesús, selle nuestros labios en el instante supremo y ambos sean la contraseña que nos abra de par en par las puertas de la gloria. Mi doctrina es más dulce que la miel, y mi herencia más que la miel y el panal. Y el nombre de la Virgen era María. Mi recuerdo por todas las generaciones.

Precioso tesoro
de la Santísima Trinidad


Opiniones de los Doctores
sobre el nombre de María:

San Juan Eudes trae esta admirable síntesis: "El nombre de María, dice San Antonio de Padua, es júbilo para el corazón, miel para la boca y dulce melodía para los oídos".

San Buenaventura dijo: "Bienaventurado el que ama vuestro nombre, Oh María, porque este santo nombre es una fuente de gracias que refresca el alma sedienta y produce frutos de justicia. Oh Madre de Dios, qué glorioso y admirable es vuestro nombre. El que lo lleva en su corazón se verá libre del miedo de la muerte. Basta con pronunciarlo para hacer temblar a todo el infierno y expulsar a todos los demonios. Los que desean poseer la paz y la alegría en el corazón, que honren vuestro santo nombre".

San Pedro Crisólogo mencionó: "El nombre de María, es nombre de salvación para los regenerados, señal de todas las virtudes, honra de castidad; es el sacrificio agradable a Dios; es la virtud de la hospitalidad; es la escuela de santidad; es, por fin, un nombre completamente maternal".

San Abad Raimundo Jordán dijo: "Oh María, la Santísima Trinidad os dio un nombre que, después del de vuestro Hijo, está por encima de todos los nombres; nombre a cuya pronunciación deben doblar las rodillas todas las criaturas del Cielo, de la tierra y del infierno, y toda lengua confesar y honrar la gracia, la gloria y la virtud del santo nombre de María. Porque, después del nombre de vuestro Hijo, no hay quien sea tan poderoso para asistirnos en nuestras necesidades, ni de quien debamos esperar más ayuda de la que necesitamos para nuestra eterna salvación. Este nombre tiene más virtud que el de todos los nombres de los Santos para consolar a los débiles, curar a los enfermos, iluminar a los ciegos, ablandar corazones endurecidos, fortificar a los que combaten, animar a los cansados y derribar el poder de los demonios". 

Nombre terrible para los demonios


Palabras del venerable Tomás de Kempis: Los espíritus malignos tiemblan ante la Reina de los Cielos, y huyen como se corre del fuego, al escuchar su santo nombre. Les causa pavor el santo y terrible nombre de María, que para el cristiano es en extremo amable y es constantemente celebrado. No pueden los demonios comparecer ni pueden poner en juego sus artimañas donde ven resplandecer el nombre de María. Como el trueno que resuena en el cielo, así caen derribados al escuchar el nombre de Santa María. Y cuanto más a menudo se profiere este nombre y más fervorosamente se invoca, más rápido y más lejos se escapan.

Nombre que debe ser continuamente invocado


De otro lado, los Santos Ángeles y los espíritus de los justos se alegran y se regocijan con la devoción de los fieles, al ver con cuánto afecto y frecuencia celebran esta memoria de Santa María, cuyo glorioso nombre aparece en todas las iglesias de la tierra, especialmente en las consagradas en su alabanza. Y es justo y digno que encima de todos los Santos sea honrada en la tierra la Madre de Dios, a quien los Ángeles veneran todos a una sola voz, con sublimes cantos.

Sea por tanto el nombre de María venerado por todos los fieles, siempre amado por los devotos, vinculado a los religiosos, recomendado a los seglares, anunciado por los predicadores, infundido a los afligidos, invocado en todos los peligros.

Oración para invocar
el Nombre de María


¡Madre de Dios y Madre mía María! Yo no soy digno de pronunciar tu Nombre pero Tú que deseas y quieres mi salvación, me has de otorgar, aunque mi lengua no es pura, que pueda llamar en mi socorro tu santo y poderoso Nombre, que es ayuda en la vida y salvación al morir.

¡Dulce Madre, María! Haz que tu Nombre, de hoy en adelante, sea la respiración de mi vida. No tardes, Señora, en auxiliarme cada vez que te llame. Pues en cada tentación que me combata, y en cualquier necesidad que experimente, quiero llamarte sin cesar: ¡María!


Así espero hacerlo en la vida y así, sobre todo, en la última hora, para alabar, siempre en el cielo tu Nombre amado: "¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!" ¡Qué aliento, dulzura y confianza, qué ternura siento con sólo nombrarte y pensar en Ti!


Doy gracias a Nuestro Señor y Dios, que nos ha dado para nuestro bien, este Nombre tan dulce, tan amable y poderoso. Señora, no me contento con sólo pronunciar tu Nombre; quiero que tu amor me recuerde que debo llamarte a cada instante; y que pueda exclamar con San Anselmo: "¡Oh Nombre de la Madre de Dios, Tú eres el amor mío!"


Amada María y amado Jesús mío, que vivan siempre en mi corazón y en el de todos, vuestros nombres salvadores. Que se olvide mi mente de cualquier otro nombre, para acordarme sólo y siempre, de invocar vuestros Nombres adorados.


Jesús, Redentor mío, y Madre mía María, cuando llegue la hora de dejar esta vida, concédeme entonces la gracia de deciros: "'Os amo, Jesús y María; Jesús y María, os doy el corazón y el alma mía".


Fuente - Textos tomados de ACIPRENSA.COM:

Fuente - Texto tomado de Heraldos del Evangelio:
http://es.arautos.org/view/show/19372-el-santisimo-nombre-de-maria

Fuente - Texto tomado de CATOLICO.ORG:
http://www.catolico.org/maria/ensenanza/nombre_maria.htm

Fuente - Texto tomado del Libro "Las Glorias de María" - San Alfonso María de Ligorio

Novena a Nuestra Señora de los Dolores - Día Sexto - Septiembre 12 de 2014



Oración
Señor Mío Jesucristo

Señor mio, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois
y porque os amo
sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón
haberos ofendido; 
propongo firmemente
nunca más pecar, 
apartarme de todas
las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y,
cumplir la penitencia
que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor,
mi vida, obras y trabajos, 
en satisfacción de todos
mis pecados, y, así como lo suplico,
así confío en vuestra
bondad y misericordia infinita, 
que los perdonareis,
por los méritos de vuestra
preciosísima sangre,
pasión y muerte,
y me dareis la gracia
para enmendarme,
y perseverar en vuestro
santo amor y servicio, 
hasta el fin de mi vida.
Amén

Oración Inicial


Oh Virgen, la más dolorosa del mundo después de tu Hijo, a cuyos dolores estuviste perpetuamente asociada: te ruego que me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados, como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones y concupiscencias en la cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos de mi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, por tus dolores, que oigas mi petición en esta novena y, si conviene, me la concedas. 

Rezar la oración
del día correspondiente:

Día Sexto

Oh Virgen Dolorosa, por el dolor que tuviste cuando viste a Jesús clavado en la cruz, concédeme que yo me aproveche de los frutos de su pasión, que sea un cristiano verdadero, crucificado con Cristo, y que considere como una honra el padecer y sufrir algo por ser cristiano y practicar las virtudes cristianas.

Terminar con la
oración final
para todos los días

Oración Final
para todos los días


Acuérdate, Virgen Madre de Dios,
cuando estés en la presencia del Señor,
de hablar en favor nuestro y que aparte
su indignación de nosotros.

Oh Santísima Madre,
hazme esta gracia:
fija en mi corazón
con eficacia las llagas
de Jesús crucificado.

Haz que de Cristo
en mí lleve la muerte,
que participe su pasión y suerte
y medite en sus llagas apenado.

Para que no arda
en los eternos fuegos,
defiéndeme tú, oh Virgen,
con tus ruegos, en el día del juicio.

Y tú, oh Cristo,
al salir yo de esta vida,
por tu Madre querida,
haz que llegue a la palma de victoria.

Cuando mi cuerpo muera,
haz que mi alma adquiera
del paraíso la gloria.

Rezar tres Avemarías

Ruega por nosotros,
Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente
junto a la cruz de Jesucristo.

Nuestra Señora de la Buena Muerte,
ruega por nosotros.


Siete gracias concedidas
por la Santísima Virgen María

Favor leer el siguiente link:
7 gracias concedidas por la Santísima Virgen María

Oremos:

Te rogamos, Señor Nuestro Jesucristo,
que interceda ante tu clemencia
la bienaventurada Virgen María
Tu Madre, cuya alma atravesó
la espada de dolor
en la hora de tu Pasión.
Lo pedimos por Ti,
oh Jesucristo, Salvador del mundo,
que vives y reinas con el Padre
y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén

San José,
ruega por nosotros


Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

11 de septiembre - Oración por las víctimas y sus familias





Oración por todos los difuntos

Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles,
conceded a las almas de vuestros siervos y siervas
la remisión de todos sus pecados,
para que por las humildes súplicas de la Iglesia,
alcancen el perdón que siempre desearon;
por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Texto tomado de Devocionario.com:
http://www.devocionario.com/varias/almas_5.html

Link - Amor Eterno
Para orar por todos nuestros difuntos:
Oración por las almas del purgatorio

Virgen de Coromoto - Patrona de Venezuela - Fiesta Septiembre 11


Virgen de Coromoto
Patrona de Venezuela

Entre los Indios que habitaban la región de Guanare había una parte designada con el nombre Cospes.

Cuando en 1591 llegaron los españoles allí y se hizo el reparto de tierras e Indios en encomiendas, unas cuantas familias de los Cospes se disgregaron de su Tribu y huyeron internándose en las selvas de las dilatadas montañas y valles que se extienden entre Boconó de Trujillo y Guanare, hacia las riberas del río Tucupido. En esos lugares apartados se mantuvieron los Cospes muchos años sin acordarse nadie de ellos, hasta que sonó en el reloj de la Providencia la hora de su conversión mediante la maternal intervención de María Santísima.


Un español noble y honrado, buen cristiano, llamado Juan Sánchez, había obtenido años atrás unos terrenos en la margen derecha del Guanare a unas 5 leguas de la Villa de Espíritu Santo que es la ciudad de Guanare.



Varios años llevaban los Indios Cospes sin que los civilizadores extranjeros hubieran podido conseguir que ellos descendieran a tomar parte en el aprendizaje del cultivo de los campos y de la Doctrina Cristiana. Estaban, según refieren en la historia, en aquellos lugares de la montaña en donde ellos se habían ocultado hacia las fuentes del río Tucupido y su margen derecha.



Aquí se dejó ver la Virgen no solo del Jefe de la Tribu sino de varios otros indios y es también donde les mandó a que fueran a donde los blancos Españoles a que los Bautizaran; por indicación de la Virgen, los Indios en número de varios centenares dejaron la montaña y se pusieron a las órdenes de Juan Sánchez quien les fijó para su residencia y trabajo unos campos de su propiedad conocidos con el nombre de Coromoto, nombre propio de una quebrada en la confluencia de los ríos Tucupido y Guanare de la cual toma la denominación de aquel paraje la Santísima Virgen que allí apareció.


Según refiere la Historia la Virgen de Coromoto apareció repetidas veces a los Indios Cospes y no solamente a los mayores sino también a los hijos de éstos según testimonio de los que fueron Párrocos de Guanare en el tiempo no lejano de las apariciones.

La primera Aparición tuvo lugar en el año de 1651 cuando el cacique de los Cospes se dirigía en compañía de su mujer al trabajo de campo. Al llegar a una quebrada, una hermosa Señora que sostenía en sus brazos un precioso niño, apareció caminando sobre las aguas diciéndoles en la lengua propia de los Indios:
"Salgan a donde están los blancos para que les echen agua sobre sus cabezas para subir al Cielo"
El Cacique de los Cospes que en un principio asistía gustoso a las instrucciones catequísticas disgustó luego añorando sin duda la soledad de los bosques y se retiró sin recibir el bautismo. Triste y meditabundo estaba el Indio recostado en su choza días antes de su fuga. Con él se hallaban su esposa, su hermana Isabel y un hijo de éste el cual era llamado Juan.

Todo era silencio en la noche pues las Indias al ver de tan mal humor al Cacique que no se atrevían a decir palabra. Habrían transcurrido algunos instantes desde la llegada del cacique cuando de modo visible y corpóreo se presentó la Virgen Santísima en el umbral del bohío, despidiendo rayos abundantes como los rayos del sol a medio día, según palabras de la India Isabel, que iluminaron el recinto con celestial claridad.

Al verla el Cacique pensó que la Gran Señora venía a reprocharle su mal proceder y le dijo:
"¿Hasta cuándo me quieres perseguir?, bien te puedes volver, no he de hacer más lo que tú me mandes. Por ti dejé mis conucos y he venido a pasar trabajos"
Como las mujeres reprendieron al Indio el modo como trataba a la Bella Mujer, le dijo a la Virgen que lo miraba sonriente:

"¿Con matarte me dejarás?"
Adelantándose entonces la Virgen hacia el Cacique, él se abalanzó sobre ella para asirla del brazo y echarla fuera quedando todo envuelto en tinieblas. 
"Aquí la tengo", dice el Indio en tono de furia y triunfo.
"Muéstrala para verla" responden las mujeres.
Y a la luz de las ascuas que arden en el tosco fogón, abrió el Indio su mano y contemplan todos el retrato de la bella mujer. El pobre Indio resistió por algún tiempo más la acción de la gracia que golpeaba insistentemente a las puertas de su corazón, pero al fin, la Virgen salió triunfante pues el Cacique al verse mortalmente herido por la mordedura de una serpiente cuando huía a la espesura de la selva, pidió a gritos el Bautismo que le fue suministrado por un buen Cristiano de la Ciudad de Barinas.

De las palabras que la Virgen dijo al Cacique y a los Indios Cospes desde la primera de sus apariciones era que:
"Salieran a donde estaban los Blancos para que les echara agua en la cabeza para ir al Cielo"
Se deduce que la Virgen se constituyó en Misionera de los Indios Venezolanos siendo en la Aurora de la Fe del nuevo mundo como un sol brillantísimo que irradiara los más fulgurantes resplandores. Más no hizo sus apariciones solo para convertir a los Indios sino que dejó su retrato en esta tierra privilegiada para que la iluminara en la sucesión de los tiempos. No significa otra cosa los múltiples prodigios que su poder ha obrado en favor de sus devotos y continúa obrando en el orden de la naturaleza como el de la gracia para conservar siempre el vivo rescoldo de la Fe en el pueblo Venezolano.


Muchas son las devociones marianas como las distintas advocaciones de la Santísima Virgen en Venezuela. Todas son sin duda dignas de consideración y aprecio pero ninguna como la de la Virgen de Coromoto. Ella es la primera en el orden del tiempo pues ninguna como ella puede remontarse a los tiempos de la Evangelización primitiva de los Indios cuando la Fe empezaba a nacer en tierras Americanas. Ella es la única que tiene por origen la aparición real de la Santísima Virgen en persona a nuestros aborígenes, dejándoles el don inestimable de su imagen. Ella es la que con más fuerzas atrae los corazones de toda Venezuela pues desde las remotas regiones acudieron llenos de Fe y amor los peregrinos.

Ella, por tanto, tiene más derechos que ninguna otra devoción a ser proclamada Patrona Celestial de Venezuela.


Proclámala tú muy alto en el fondo de tu corazón, entronízala en tu hogar y conviértete en el apóstol de la devoción a Nuestra Señora de Coromoto.

El 1º de mayo de 1942 fue declarada Patrona de Venezuela por el Episcopado Nacional. El 7 de octubre de 1944, S.S. Pío XII, la declaró "Celeste y Principal Patrona de toda la República de Venezuela", su coronación canónica se celebró en 1952. El Santuario Nacional a la Virgen de Coromoto fue declarado Basílica por S.S. Pío XII el 24 de mayo de 1949.




La Sagrada Imagen - Reliquia
Nuestra Señora de Coromoto



La imagen es un daguerrotipo tomado a la Reliquia en 1896 por el fotógrafo francés Émile Favré. Éste fue el sorprendente resultado obtenido. La Bendita Madre nos concedió el inestimable regalo de esta Reliquia, dejada en la mano del cacique de los Cospes, como símbolo y constancia de su aparición en esta Tierra de Gracia. La Milagrosa Imagen –Reliquia- que, aún hoy, es objeto de estudio y análisis, está dentro de uno de los misterios espirituales y religiosos que bien merece un estudio aparte.

La Milagrosa Imagen – Reliquia dejada por la Virgen el día 8 de septiembre de 1652 en las manos del cacique es diminuta, y tiene forma ovalada. Es del tamaño de una moneda de 100 bolívares aproximadamente, midiendo 27 milímetros de alto por 22 milímetros de ancho. En la custodia que la preserva, esta miniatura está encerrada en un óvalo hecho de oro de 41 mm. de alto por 33 mm. de ancho. Según informe de los declarantes del archivo de la aparición de la Virgen, recogido en 1746, es “una impresión hecha sobre algo parecido a un papel como de seda”.



En 1922, 1951 y en 1976, esta reliquia fue examinada y fotografiada por unos potentes lentes. Según consta, es una imagen hecha por trazos de pluma a rayas y puntos muy finos, como si fuera hecho en la técnica de la tinta china. 





En la foto anterior se puede apreciar el estado lamentable que presenta dicha imagen. Los colores están muy apagados que casi no se distinguen y el lugar donde está el Niño Jesús está muy raído y deteriorado, lo cual es bastante alarmante. Según lo descrito con detalle en varios documentos de la época, la imagen presenta a la Santísima Madre con el Niño Jesús en Su Regazo, con la mano derecha levantada en actitud de bendecir y con un globo imperial (una esfera coronada por una cruz) en la otra mano. La Madre Bendita está, aparentemente, sentada en una especie de camarín, un arco que forma como un portal sostenido por pilares delgados, y tanto Ella como el Niño están coronados. Ambos tienen túnicas de color blanco dorado, y Ella tiene un manto carmesí morado que cubre sus espaldas y hombros, dejando al descubierto Sus Manos que sostienen y presentan al Divino Niño.

Una copia hecha en 1766 de la Imagen – Reliquia de la Virgen de Coromoto se conservaba en el convento de las monjas Carmelitas de Caracas. Dichas copias se hacían in situ y eran llevadas y traidas desde y hacia Guanare para ser bendecidas y llevadas por los devotos en sus viajes y mudanzas.


Curiosamente tiene gran similitud con la Virgen del Principio. Pintura que le atribuyen al propio Evangelista Lucas, y que fue venerada en Nápoles desde el siglo IV. La interesante investigación titulada: “Extrañas Coincidencias, Similitud de la Virgen del Principio con la Virgen de Coromoto” escrita por, Medardo D´Ambrosio, en: La Voce D´Italia (27 de mayo del 2002), dejan perplejo a cualquier investigador que esté dispuesto a escudriñar las resonancias de los primeros siglos del cristianismo en suelo venezolano. En tal sentido, tenemos en Venezuela la imagen más próxima a la primera pintura de la Madre de Jesucristo con la cual se inició el culto mariano en el mundo.




En marzo de 2009 se dedica un laboratorio dentro del Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto. Equipo de trabajo compuesto por los restauradores Pablo Enrique González y Nancy Jiménez. Los hallazgos dejaron perplejos a los “incrédulos” científicos. Descubriendo, por ejemplo, que una vez analizadas las aguas empleadas en el tratamiento original, el pH resultó ser neutro. Hecho inexplicable para la ciencia. Detectaron símbolos ancestrales, que para el antropólogo Nemesio Montiel, son claramente de origen indígena. Por observación microscópica, se logró identificar en los ojos de la Virgen, de menos de 1 milímetro (aproximadamente 2 micras), la presencia del iris. Se pensaba que los ojos de la pintura eran simples puntos. Al profundizar en el estudio del ojo izquierdo, se pudo definir un ojo con las características humanas. Se observa claramente el orbe ocular, el conducto lacrimal, el iris y un pequeño punto de luz en el mismo. Maximizando el punto de luz, se pudo observar que el mismo parece formar la imagen de una figura humana con características bien específicas y naturales.
Con el tiempo, dicha imagen se fue dando a conocer con pequeñas variantes, mas sin alterar demasiado lo esencial de la misma. En estos momentos, la Imagen – Reliquia de la Virgen se encuentra en una riquísima custodia elaborada en 1948 en España por la mediación de los Reverendos Padres Paúles, en especial el padre Félix García, y fue sufragado para la época en Bs. 10.000, lo cual equivaldría a la suma de Bs. 25 millones de bolívares netos hoy en día. El simbolismo de este hermoso trabajo de orfebrería es muy bello: en el centro se encuentra representada una choza indígena en la cual está colocada la Imagen – Reliquia de la Virgen, y a su vez la humilde choza se encuentra bajo la representación del Arco Triunfal del Campo de Carabobo, alusión a la visita que hizo el Libertador Simón Bolívar a la Santísima Virgen de Coromoto la víspera misma de la gran Batalla de Carabobo entre finales de mayo y principios de junio de 1821, custodiado por dos ángeles con las alas desplegadas en acto de veneración. El pie de la custodia es una base que contiene los escudos de todos los Estados de Venezuela para la época y el escudo nacional de la patria, y de todos ellos surgen raíces que se concentran en un tronco de árbol que despliega airosamente sus ramas para sostener la custodia de la Sagrada Imagen de la Virgen y el Niño. Este pequeño templete está ubicado en la parte posterior del altar mayor del Santuario Nacional Templo Votivo de la Virgen de Coromoto, justo debajo del pilar que sostiene una imagen grande de la Excelsa y Celeste Patrona de Venezuela.

Oración de S.S. Juan Pablo II
Guanare - 10 de febrero de 1996

¡Virgen y Madre nuestra de Coromoto!



Virgen y Madre nuestra de Coromoto, que siempre has preservado la fe del pueblo venezolano. En tus manos pongo sus alegrías y esperanzas, las tristezas y sufrimientos de todos tus hijos.

Implora sobre los Obispos y Presbíteros los dones del Espíritu, para que, fieles a sus promesas sacerdotales, sean infatigables mensajeros de la Buena Nueva, especialmente entre los más pobres y necesitados.

Infunde en los religiosos y religiosas el ejemplo de tu entrega total a Dios, para que en el servicio abnegado a los hermanos los acompañe en sus trabajos y necesidades.

Madre de la Iglesia, alienta a los fieles laicos, comprometidos con la Nueva Evangelización, para que, con la promoción humana y la evangelización de la cultura, sean auténticos
apóstoles en el Tercer Milenio.

Protege a todas las familias venezolanas, para que sean verdaderas Iglesias domésticas, donde se custodie el tesoro de la fe y de la vida, donde se enseñe y se practique siempre la caridad fraterna.

Ayuda a los católicos a ser sal y luz para los demás, como auténticos testigos de Cristo, presencia salvadora del Señor, fuente de paz, de alegría, de esperanza.

Reina y Madre Santa de Coromoto, ilumina a quienes rigen los destinos de Venezuela, para que trabajen por el progreso de todos, salvaguardando los valores morales y sociales cristianos.

Ayuda a todos y cada uno de tus hijos e hijas, para que, con Cristo Nuestro Señor y Hermano, caminen juntos hacia el Padre, en la unidad del Espíritu Santo.

Amén

Oración por Venezuela



Esta es la oración promovida
por la Conferencia Episcopal,
que se reza diariamente
a la Virgen de Coromoto,
patrona de Venezuela,
en todas las iglesias del país:

Jesucristo, Señor Nuestro,
acudimos a Ti en esta hora de tantas
necesidades en nuestra patria.
Nos sentimos inquietos y esperanzados,
y pedimos la fortaleza
como don precioso de tu Espíritu.

Anhelamos ser un pueblo identificado
con el respeto a la dignidad humana,
la verdad, la libertad, la justicia
y el compromiso por el bien común.

Como hijos de Dios,
danos la capacidad de construir
la convivencia fraterna,
amando a todos sin excluir a nadie,
solidarizándonos con los pobres
y trabajando por la reconciliación y la paz.

Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro,
para que juntos construyamos
"la civilización del amor",
a través de una real participación
y de una solidaridad fraterna.

Tú nos convocas como Nación y te decimos:
Aquí estamos, Señor,
junto a nuestra Madre,
María de Coromoto,
para seguir el camino
emprendido y testimoniar la fe
de un pueblo que se abre
a una nueva esperanza.

Por eso todos juntos gritamos:
¡Venezuela!
¡Vive y camina con Jesucristo,
Señor de la historia!

Amén


Fuente - Texto tomado de OBLATOS.COM:
http://www.oblatos.com/dematovelle/index.php?option=com_content&view=article&id=3048:11-de-septiembre-fiesta-de-nuestra-senora-de-coromoto&catid=124:legion-de-maria&Itemid=166

Fuente - Texto tomado de REPORTECATOLICOLAICO.COM:
http://www.reportecatolicolaico.com/2012/09/la-sagrada-imagen-reliquia-de-nuestra-senora-de-coromoto/

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
http://es.catholic.net/turismoreligioso/845/2925/articulo.php?id=32834

Novena a Nuestra Señora de los Dolores - Día Quinto - Septiembre 11 de 2014


Oración
Señor Mío Jesucristo

Señor mio, Jesucristo, 
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío, 
por ser Vos quién sois
y porque os amo
sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón
haberos ofendido; 
propongo firmemente
nunca más pecar, 
apartarme de todas
las ocasiones de ofenderos, 
confesarme y,
cumplir la penitencia
que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor,
mi vida, obras y trabajos, 
en satisfacción de todos
mis pecados, y, así como lo suplico,
así confío en vuestra
bondad y misericordia infinita, 
que los perdonareis,
por los méritos de vuestra
preciosísima sangre,
pasión y muerte,
y me dareis la gracia
para enmendarme,
y perseverar en vuestro
santo amor y servicio, 
hasta el fin de mi vida.
Amén

Oración Inicial


Oh Virgen, la más dolorosa del mundo después de tu Hijo, a cuyos dolores estuviste perpetuamente asociada: te ruego que me alcances fortaleza para sufrir por mis pecados, como tú sufriste por los nuestros, a fin de que, crucificando mis pasiones y concupiscencias en la cruz de Cristo, llevando la cruz de mi deber por el camino de mi vida, caminando en pos de mi Señor y perseverando constantemente a tu lado, oh Madre mía, al pie de la cruz de tu Hijo, viva siempre y muera contigo, redimido y santificado por la sangre preciosísima de nuestro Redentor. También te pido, por tus dolores, que oigas mi petición en esta novena y, si conviene, me la concedas. 

Rezar la oración
del día correspondiente:

Día Quinto

Oh Virgen Dolorosa, por el dolor que tuviste cuando por la calle de la Amargura acompañaste a tu Hijo hasta el Calvario, haz que yo también le acompañe, llevando la cruz que su providencia me ha dado, con humilde paciencia y digna constancia, sufriendo bien todas las molestias que vengan de mis prójimos.

Terminar con la
oración final
para todos los días

Oración Final
para todos los días


Acuérdate, Virgen Madre de Dios,
cuando estés en la presencia del Señor,
de hablar en favor nuestro y que aparte
su indignación de nosotros.

Oh Santísima Madre,
hazme esta gracia:
fija en mi corazón
con eficacia las llagas
de Jesús crucificado.

Haz que de Cristo
en mí lleve la muerte,
que participe su pasión y suerte
y medite en sus llagas apenado.

Para que no arda
en los eternos fuegos,
defiéndeme tú, oh Virgen,
con tus ruegos, en el día del juicio.

Y tú, oh Cristo,
al salir yo de esta vida,
por tu Madre querida,
haz que llegue a la palma de victoria.

Cuando mi cuerpo muera,
haz que mi alma adquiera
del paraíso la gloria.

Rezar tres Avemarías

Ruega por nosotros,
Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente
junto a la cruz de Jesucristo.

Nuestra Señora de la Buena Muerte,
ruega por nosotros.


Siete gracias concedidas
por la Santísima Virgen María

Favor leer el siguiente link:
7 gracias concedidas por la Santísima Virgen María

Oremos:

Te rogamos, Señor Nuestro Jesucristo,
que interceda ante tu clemencia
la bienaventurada Virgen María
Tu Madre, cuya alma atravesó
la espada de dolor
en la hora de tu Pasión.
Lo pedimos por Ti,
oh Jesucristo, Salvador del mundo,
que vives y reinas con el Padre
y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén

San José,
ruega por nosotros


Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM: