miércoles, 6 de agosto de 2014

San Cayetano - Presbítero y Fundador - (1480-1547) - Fiesta Agosto 7



Este santo, muy popular entre los comerciantes y ganaderos porque los protege de muchos males, nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia. Su padre, militar, murió defendiendo la ciudad contra un ejército enemigo. El niño quedó huérfano, al cuidado de su santa madre que se esmeró intensamente por formarlo muy bien. Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.

Se fue después a Roma, y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del Papa Julio II, y notario de la Santa Sede. A los 33 años fue ordenado sacerdote. El respeto que tenía por la Santa Misa era tan grande, que entre su ordenación sacerdotal y su primera misa pasaron tres meses, tiempo que dedicó a prepararse lo mejor posible a la santa celebración.

En Roma se inscribió en una asociación llamada "Del Amor Divino", cuyos socios se esmeraban por llevar una vida lo más fervorosa posible y por dedicarse a ayudar a los pobres y a los enfermos. Viendo que el estado de relajación de los católicos era sumamente grande y escandaloso, se propuso fundar una comunidad de sacerdotes que se dedicaran a llevar una vida lo más santa posible y a enfervorizar a los fieles. Y fundó los Padres Teatinos (nombre que les viene a Teati, la ciudad de la cual era obispo el superior de la comunidad, Msr. Caraffa, que después llegó a ser el Papa Pablo IV).

San Cayetano le escribía a un amigo:
"Me siento sano del cuerpo pero enfermo del alma, al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse"
Y éste era el más grande anhelo de su vida: que las gentes empezaran a llevar una vida más de acuerdo con el santo Evangelio. Y donde quiera que estuvo trabajó por conseguirlo.

En ese tiempo estalló la revolución de Lutero que fundó a los evangélicos y se declaró en guerra contra la Iglesia de Roma. Muchos querían seguir su ejemplo, atacando y criticando a los jefes de la santa Iglesia Católica, pero San Cayetano les decía:
"Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo"
San Cayetano era de familia muy rica y se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. En una carta escribió la razón que tuvo para ello:


"Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico? Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? Oh, qué ganas siento de llorar al ver que las gentes no sienten deseos de imitar al Redentor Crucificado"
En Nápoles un señor rico quiere regalarle unas fincas para que viva de la renta, junto con sus compañeros, diciéndole que allí la gente no es tan generosa como en otras ciudades. El santo rechaza la oferta y le dice:
"Dios es el mismo aquí y en todas partes, y Él nunca nos ha desamparado, ni siquiera por un minuto"
Fundó asociaciones llamadas "Montes de piedad" (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.


Sentía un inmenso amor por Nuestro Señor, y lo adoraba especialmente en la Sagrada Hostia en la Eucaristía y recordando la santa infancia de Jesús. Su imagen preferida era la del Divino Niño Jesús.


La gente lo llamaba: "El padrecito que es muy sabio, pero a la vez muy santo"

Los ratos libres los dedicaba, donde quiera que estuviera, a atender a los enfermos en los hospitales, especialmente a los más abandonados y repugnantes. Un día en su casa de religioso no había nada para comer porque todos habían repartido sus bienes entre los pobres. San Cayetano se fue al altar y dando unos golpecitos en la puerta del Sagrario donde estaban las Santas Hostias, le dijo con toda confianza:
"Jesús amado, te recuerdo que no tenemos hoy nada para comer"
Al poco rato llegaron unas mulas trayendo muy buena cantidad de provisiones, y los arrieros no quisieron decir de dónde las enviaban.


En su última enfermedad el médico aconsejó que lo acostaran sobre un colchón de lana y el santo exclamó:
"Mi Salvador murió sobre una tosca Cruz. Por favor permítame a mí que soy un pobre pecador, morir sobre unas tablas"
Y así murió el 7 de agosto del año 1547, en Nápoles, a la edad de 67 años, desgastado de tanto trabajar por conseguir la santificación de las almas. Enseguida empezaron a conseguirse milagros por su intercesión y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671.

Oración

¡Oh glorioso San Cayetano
padre de la Providencia!,
no permitas que en mi casa
me falte la subsistencia
y de tu liberal mano
una limosna te pido
en lo temporal y humano.

¡Oh glorioso San Cayetano!,
Providencia, Providencia, Providencia.

(Aquí se pide la gracia que se desea conseguir)

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Jaculatoria:

Glorioso San Cayetano,
interceded por nosotros
ante la Divina Providencia.


Oración

¡Oh glorioso San Cayetano!
Aclamado por todas las naciones;
padre de Providencia,
porque con portentosos milagros
socorres a cuantos te invocan
con fe en sus necesidades.
Te suplico me obtengas del Señor
oportuno Socorro en las angustias
presentes y sea ello prueba
de la bienaventuranza eterna.
Amén.

Santísima Trinidad
¡Oh Divina Providencia!
Concédeme tu clemencia,
por tu infinita bondad,
arrodillado a tus plantas,
a Ti portento de toda caridad,
te pido por los míos
casa, vestido y sustento.

Concédenos la salud,
llévanos por buen camino,
que sea siempre la virtud
que guíe nuestro destino.
Tú eres toda mi esperanza,
eres el consuelo mío,
en Ti creo, en Ti confío.
Tu Divina Providencia
se extienda a cada momento
para que nunca nos falte
casa, vestido, sustento
y los Santos Sacramentos
en el último momento.

San Cayetano bendito:
lo que tú más deseabas:
la conversión de los que
somos tan pecadores,
es un favor inmenso
que no hemos logrado conseguir,
pero que tú con tu intercesión
nos puedes obtener.
Pídele a Dios
que nos logremos convertir.

Fuente - Texto tomado de EWTN:

Fuente - Texto tomado de DEVOCIONARIO.COM:

"El demonio no soporta que los esposos se amen": revela exorcista italiano P. Sante Babolin



MÉXICO D.F., Agosto 6 de 2014  / 06:19 am (ACI / EWTN Noticias)
“¡No soporto que se amen!”
Fue la respuesta inmediata y clara que le lanzó un demonio al exorcista italiano P. Sante Babolin durante uno de los “combates”, cuando el sacerdote le cuestionó por qué estaba causando problemas a la esposa de un amigo.
¿Por qué este odio?
En declaraciones al Semanario Desde la Fe, el sacerdote explicó que Satanás detesta el Matrimonio porque es el sacramento más cercano a la Eucaristía.

“Me explico: en la Eucaristía, nosotros ofrecemos al Señor el pan y el vino, que por la acción del Espíritu Santo, se convierten en la Carne y Sangre de Jesús. En el Sacramento del Matrimonio se actúa algo semejante: por la gracia del Espíritu Santo, el amor humano se convierte en el amor divino, así que, de manera real y particular, los esposos, consagrados por el Sacramento del Matrimonio, realizan lo que dice la Sagrada Escritura: ‘Dios es amor: quien conserva el amor permanece en Dios y Dios con él”
En ese sentido, el exorcista abordó el aumento en el número de separaciones, cuya mayoría se debe a la degradación del amor entre hombre y mujer.
“El Papa Benedicto XVI lo señaló en su encíclica Deus Caritas Est:
‘El modo de exaltar el cuerpo que hoy constatamos resulta engañoso. El eros, degradado a puro sexo, se convierte en mercancía, en simple objeto que se puede comprar y vender; más aún, el hombre mismo se transforma en mercancía’
Y cualquier tienda necesita renovar las mercancías para venderla. Así es del matrimonio fundamentado en el sexo sin verdadero eros”, expresó
El sacerdote recordó que:
“El amor humano y divino, ofrecido por el Sacramento del Matrimonio, no es un amor instintivo, como no es instintiva la fe en Cristo; por eso necesita cultivo, vigilancia y paciencia”
Por ello, alertó que:
“A la infidelidad se llega con pequeñas infidelidades; por eso cada esposo debe tener presente siempre, en su cabeza y corazón, el otro; el diálogo y la confianza deben siempre permanecer”
“El Diablo tienta a los esposos cristianos para llevarlos a la infidelidad, exactamente porque él, siente odio, no tolera el amor”, señaló
Ante ello:

"Recomendó: a los esposos rezar juntos el Rosario para alejarse de la tentación de la infidelidad, además de practicar actividades que fortalezcan su unión"
Sobre el perdón, el P. Babolin afirmó que éste juega “un papel decisivo”, pues “renueva la gracia del Sacramento del Matrimonio. Pero el verdadero perdón tiene que ser un acontecimiento excepcional, pues vivir el Matrimonio en una constante búsqueda de perdón, significa vivir el amor en una sala de reanimación”.

“El ideal sería descubrir, con la ayuda de personas competentes en la vida de fe y en la dinámica psicológica relacional, las trampas del Enemigo del Amor. El Sacramento del Matrimonio ofrece la fuerza del Espíritu Santo para que los esposos actúen una especie de personalidad corporativa, que realiza un camino de santidad compartida”, aseguró.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM: