sábado, 26 de julio de 2014

Oración por nuestra familia y seres queridos - Cardenal Newman



Oración por nuestra familia
y seres queridos

Te suplicamos, Jesús, 
por todos nuestros parientes
y seres queridos
y te pedimos estar siempre
dispuestos a rogar por ellos.
Condúcelos a la luz de la verdad, 
consérvalos siempre en esa verdad, 
y concédeles el don de la perseverancia.

Te pedimos por cada
integrante de nuestra familia:
padre y madre;
por nuestros hermanos y hermanas, 
por cada uno de ellos en particular; 
por nuestros primos y todos nuestros parientes;
por nuestros amigos más íntimos; 
por nuestros maestros y alumnos, 
por nuestros jefes y patrones, 
por nuestros servidores y trabajadores; 
por nuestros socios y compañeros de trabajo; 
por nuestros vecinos y por nuestros superiores; 
por todos aquellos que desean nuestro bien
y por los que no nos quieren;
por nuestros enemigos; 
por nuestros competidores y rivales; 
por los que nos insultan y calumnian.

Te pedimos por ellos, no sólo en esta vida, 
sino también en su muerte, para que tengan
la dicha de morir en gracia de Dios, 
para que Dios se digne reducir el tiempo
de su expiación y admitirlos a su presencia.
Amén

Fuente - Texto tomado del Libro Oraciones para la Familia - Caballeros de la Virgen - Bogotá - Julio 2014

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 13, 44-52




44. Es también semejante el reino de los cielos a un tesoro escondido en el campo, que si lo halla un hombre lo encubre de nuevo, y gozoso del hallazgo va y vende todo cuanto tiene y compra aquel campo.


45. El reino de los cielos es así mismo semejante a un mercader que trata en perlas finas.

46. Y viniéndole a las manos una de gran valor, va y vende todo cuanto tiene, y la compra.



47. También es semejante el reino de los cielos a una red barredera, que echada en la mar allega todo género de peces.



48. La cual en estando llena, sácanla los pescadores, y sentados en la orilla van escogiendo los buenos y los meten en sus cestos, y arrojan los de mala calidad.

49. Así sucederá al fin del siglo:


"Saldrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos.
50. Y arrojarlos han en el horno del fuego. Allí será el llanto y el crujir de dientes.
51. ¿Habéis entendido bien todas estas cosas?"
"Sí, Señor", le respondieron.
52. Y Él añadió:
"Por eso todo doctor bien instruido en lo que mira al reino de los cielos es semejante a un padre de familia que va sacando de su repuesto cosas nuevas y cosas antiguas, según conviene".
Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús

San Pantaleón - Médico y Mártir de 29 años de edad (275-305) - Fiesta Julio 27



Pantaleón significa en griego
"el que se compadece de todos"
Médico nacido en Nikomedia (actual Turquía). Fue decapitado por profesar su fe católica en la persecución del emperador romano Diocleciano, el 27 de julio del 305.

Lo que se sabe de San Pantaleón procede de un antiguo manuscrito del siglo VI que está en el Museo Británico. Pantaleón era hijo de un pagano llamado Eubula y de madre cristiana. Pantaleón era médico. Su maestro fue Euphrosino, el médico mas notable del imperio. Fue médico del emperador Galerio Maximiano en Nicomedia.

Conoció la fe pero se dejó llevar por el mundo pagano en que vivía y sucumbió ante las tentaciones, que debilitan la voluntad y acaban con las virtudes, cayendo en la apostasía. Un buen cristiano llamado Hermolaos le abrió los ojos, exhortándole a que conociera "la curación proveniente de lo más Alto", le llevó al seno de la Iglesia. A partir de entonces entregó su ciencia al servicio de Cristo, sirviendo a sus pacientes en nombre del Señor. 

En el año 303, empezó la persecución de Diocleciano en Nikomedia. Pantaleón regaló todo lo que tenía a los pobres. Algunos médicos por envidia, lo delataron a las autoridades. Fue arrestado junto con Hermolaos y otros dos cristianos. El emperador, que quería salvarlo en secreto, le dijo que apostatara, pero Pantaleón se negó e inmediatamente curó milagrosamente a un paralítico para demostrar la verdad de la fe. Los cuatro fueron condenados a ser decapitados. San Pantaleón murió mártir a la edad de 29 años el 27 de julio del 305. Murió por la fe que un día había negado. Como San Pedro y San Pablo, tuvo la oportunidad de reparar y manifestarle al Señor su amor. 

Las actas de su martirio nos relatan sobre hechos milagrosos:

Trataron de matarle de seis maneras diferentes:
  1. Con fuego.
  2. Con plomo fundido.
  3. Ahogándole.
  4. Tirándole a las fieras.
  5. Torturándole en la rueda.
  6. Atravesándole una espada.
Con la ayuda del Señor, Pantaleón salió ileso. Luego permitió libremente que lo decapitaran y de sus venas salió leche en vez de sangre y el árbol de olivo donde ocurrió el hecho floreció al instante. Podría ser que estos relatos son una forma simbólica de exaltar la virtud de los mártires, pero en todo caso, lo importante es que Pantaleón derramó su sangre por Cristo y los cristianos lo tomaron como ejemplo de santidad. En Oriente le tienen gran veneración como mártir y como médico que atendía gratuitamente a los pobres. También fue muy famoso en Occidente desde la antiguedad. Se conservan algunas reliquias de su sangre, en Madrid (España), Constantinopla (Turquía) y Ravello (Italia).

El Milagro de su sangre


Una porción de su sangre se reserva en una ampolla en el altar mayor del Real Monasterio de la Encarnación en Madrid de los Austrias, junto a la Plaza de Oriente, Madrid, España. Fue tomada de otra más grande que se guarda en la Catedral italiana de Ravello. Fue donada al monasterio junto con un trozo de hueso del santo por el virrey de Nápoles. En Madrid lo custodian las religiosas Agustinas Recoletas dedicadas a la oración. Hay constancia de que la reliquia ya estaba en la Encarnación desde su fundación en el año 1616.

La sangre, en estado sólido durante todo el año, se licuefacciona [es decir, que ocurre el fenómeno de licuefacción], como la sangre de San Genaro sin intervención humana. Esto ocurre en la víspera del aniversario de su martirio, o sea, cada 26 de julio, así ha ocurrido cada año hasta la fecha. El monasterio abre las puertas al público para que todos sean testigos. En algunas ocasiones, la sangre ha tardado en solidificarse para señalar alguna crisis, como ocurrió durante las dos guerras mundiales.

Muchas veces se ha intentado explicar el fenómeno mediante mecanismos netamente naturales, como la temperatura o las fases de la luna. Sin embargo, ninguna de las explicaciones ha resultado satisfactoria para la ciencia. La iglesia no se ha definido sobre el milagro. Las hermanas dicen sencillamente que es "un regalo de Dios". 

Para facilitar la vista del público y evitar el deterioro de la reliquia, en el año 1995 las monjas instalaron monitores de televisión que aumentan diez veces la imagen de la cápsula que contiene la sangre del santo. La sangre de un médico mártir se licúa.

 ¿Qué nos dice Dios
con este portento?

Acaso no necesitamos este testimonio valiente de quien dio su vida por la fe. Su sangre nos recuerda nuestra propia responsabilidad de vivir la fe en un tiempo donde tantos caen en la apostasía o simplemente en la indiferencia. Cuánto necesitamos el ejemplo de San Pantaleón, quien supo vivir su profesión al servicio de Jesucristo.

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Santa Ana y San Joaquín - Padres de la Santísima Virgen María y Abuelos de Jesús - Fiesta Julio 26

SANTA ANA Y SAN JOAQUÍN
JUNTO A SU HIJA
LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


Santa Ana era natural de Belén. Descendía del rey David y de Leví (casta sacerdotal).


San Joaquín, según la tradición católica y ortodoxa, fue el padre de la Virgen María y marido de Santa Ana. San Joaquín era natural de Nazareth.

Según el Protoevangelio de Santiago, Joaquín y Ana eran una pareja acomodada, pero estéril. Joaquín fue rechazado al llevar su ofrenda al templo por no tener descendencia. Apenado, Joaquín no volvió a su casa, sino que se dirigió a una montaña, donde rogó a Dios que le diera un hijo ayunando durante 40 días y 40 noches; Ana, mientras tanto, lloraba su dolor. Entonces un ángel se les apareció simultáneamente, anunciando que sus ruegos habían sido escuchados y que concebirían un hijo.



Ana prometió dedicar al niño al servicio de Dios y cumplidos los nueve meses dio a luz a una niña a la que llamó Miriam (María). Al cumplir los tres años, Joaquín y Ana llevaron a María al templo para consagrarla a Dios como habían prometido. María vivió en el templo hasta que cumplió los 12 años, edad en la que fue entregada a José como esposa.


Santa Ana es la Madre de la Virgen María, predestinada desde toda la eternidad para ser Madre de Dios, la santificada desde su concepción, Virgen sin mancilla y mediadora de todas las gracias. Nieto de Santa Ana fue el Hijo de Dios hecho hombre, el Mesías, el Deseado de las naciones. La santidad de Santa Ana es tan grande por las muchas gracias que Dios le concedió. Su nombre significa "gracia". Dios la preparó con magníficos dones y gracias. Como las obras de Dios son perfectas, era lógico que Él la hiciese madre digna de la criatura más pura, superior en santidad a toda criatura e inferior sólo a Dios.



Santa Ana tenía celo por hacer obras buenas y esforzarse en la virtud. Amaba a Dios sinceramente y se sometió a su santa voluntad en todos los sufrimientos, como fue su esterilidad por veinte años, según cuenta la tradición. Esposa y madre, fue fiel cumplidora de sus deberes para con el esposo y su encantadora hija María. Tenemos muchos motivos para escoger a Santa Ana como nuestra intercesora ante Dios. Como abuela de Jesucristo, nuestro hermano según la carne, es también nuestra abuela y nos ama a nosotros sus nietos. Nos ama mucho porque su nieto Jesús murió por nuestra salvación y María, su hija, fue proclamada Madre nuestra bajo la Cruz.




Oraciones
a San Joaquín y Santa Ana

Oración 1

Gloriosísimos padres de María Santísima,
amados abogados míos:
me alegro con vosotros
de aquel consuelo que tuvisteis cuando,
después de muchos ruegos y oraciones,
os avisó el Ángel que habíais
de tener una hija tan santa.
Miradme aquí postrado
a vuestros pies, os suplico me recibáis
por vuestro humildísimo siervo
para que como tal os reverencie y ame.
Es verdad que no merezco esta gracia,
pero confío lo haréis por el amor
de María Santísima, vuestra benditísima hija,
y por los méritos de Jesús. Acordaos
de mi ahora, y sobre todo
en la hora de mi agonía;
asistidme entonces,
junto con Jesús, María y José.
Amén.



Oración 2

Gloriosísimos padres de María Santísima,
felicísimos abuelos de Jesús,
modelos perfectísimos de casados,
y dulces abogados míos,
yo me alegro con vosotros
de aquel gozo y consuelo
que tuvisteis cuando,
después de una larga esterilidad
y de fervorosas oraciones,
os avisó el Ángel que tendrías
tan santa Hija.
¡Oh, quién supiera
imitar vuestras
heroicas virtudes!
¡Quién fuera, como vosotros,
frecuente en la oración,
compasivo con los pobres,
amante de la soledad,
sufrido en los trabajos
y callado en los improperios!
A lo menos por las gracias
con que os previno el cielo
para tan eminente dignidad,
alcanzadme que,
haciendo siempre la voluntad divina,
y venciendo mis pasiones
logre la dicha de gozar
de vuestra amable compañía
en la gloria. Os lo pido
por el amor de vuestra
benditísima Hija,
y por los méritos
de vuestro santísimo
Nieto Jesús.
Amén.

Textos tomados de EWTN y WIKIPEDIA:


Fuente - Textos tomados de DEVOCIONARIO CATÓLICO: