sábado, 26 de abril de 2014

Solemnidad Fiesta de la Divina Misericordia - Abril 27 de 2014

La Fiesta de la Divina Misericordia
se celebra el primer Domingo
después del Domingo de Pascua




Antecedentes

Una devoción especial se comenzó a esparcir por el mundo entero a partir del diario de una joven monja polaca en 1930. El mensaje no es nada nuevo, pero nos recuerda lo que la Iglesia siempre ha enseñado por medio de las Sagradas Escrituras y la tradición:
Que Dios es misericordioso y que perdona y que nosotros también debemos ser misericordiosos y debemos perdonar
Pero en la devoción a la Divina Misericordia este mensaje toma un enfoque poderoso, que llama a las personas a un entendimiento más profundo sobre el Amor ilimitado de Dios y la disponibilidad de este Amor a todos (especialmente a los más pecadores). El mensaje y la devoción a Jesús como la Divina Misericordia está basada en los escritos de Santa María Faustina Kowalska, una monja polaca sin educación básica que, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de alrededor de 600 páginas, que relatan las revelaciones que ella recibió sobre la Misericordia de Dios. Aún antes de su muerte en 1938 se comenzó a esparcir la devoción a la Divina Misericordia.

El mensaje de Misericordia es que Dios nos Ama (a todos), no importa cuán grande sean nuestras faltas. Él quiere que reconozcamos que Su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros. De tal manera de que todos participemos de Su Gozo. Es un mensaje que podemos recordar tan fácilmente como un ABC.
A. Pide su Misericordia: Dios quiere que nos acerquemos a Él por medio de la oración constante, arrepentidos de nuestros pecados, y pidiéndole que derrame Su Misericordia sobre nosotros y sobre el mundo entero.
B. Sé misericordioso: Dios quiere que recibamos Su Misericordia y que por medio de nosotros se derrame sobre los demás.
C. Confía plenamente en Jesús: Dios nos deja saber que las gracias de su Misericordia dependen de nuestra confianza. Mientras más confiemos en Jesús, más recibiremos.

Extracto del Diario
La Divina Misericordia
en mi Alma
Santa María Faustina Kowalska

La imagen de Jesús Misericordioso le fue revelado a Santa Faustina Kowalska en la visión del 22 de febrero de 1931 en su celda del convento de Plock:


“Al anochecer, estando yo en mi celda (escribe en el Diario) vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca. Tenía una mano levantada para bendecir y con la otra tocaba la túnica sobre el pecho. De la abertura de la túnica en el pecho, salían dos grandes rayos: uno rojo y otro pálido. (…) Después de un momento, Jesús me dijo:


"Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: Jesús, en Ti confío (Diario 47). Quiero que esta imagen (…) sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia" (Diario, 49).
El contenido de la imagen se relaciona, muy estrechamente con la liturgia de ese domingo. Ese día la Iglesia lee el Evangelio según San Juan sobre la aparición de Cristo resucitado en el Cenáculo y la institución del sacramento de la penitencia (Jn 20, 19-29). Así, la imagen presenta al Salvador resucitado que trae la paz a la humanidad por medio del perdón de los pecados, a precio de su Pasión y muerte en la cruz. Los rayos de la Sangre y del Agua que brotan del Corazón (invisible en la imagen) traspasado por la lanza y las señales de los clavos, evocan los acontecimientos del Viernes Santo (Jn 19, 17-18, 33-37).

La imagen de Jesús Misericordioso une en sí estos dos actos evangélicos que hablan con la mayor claridad del amor de Dios al hombre. Los elementos más característicos de esta imagen de Cristo son los rayos. El Señor Jesús, preguntado por lo que significaban, explicó:
“El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (….). Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos” (Diario, 299)
Purifican el alma los sacramentos del bautismo y de la penitencia, mientras que la alimenta plenamente la Eucaristía. Entonces, ambos rayos significan los sacramentos y todas las gracias del Espíritu Santo cuyo símbolo bíblico es el agua y también la nueva alianza de Dios con el hombre contraída en la Sangre de Cristo.

A la imagen de Jesús Misericordioso se le da con frecuencia el nombre de imagen de la Divina Misericordia. Es justo porque la Misericordia de Dios hacia el hombre se reveló con la mayor plenitud en el misterio pascual de Cristo.

La imagen no presenta solamente la Misericordia de Dios, sino que también es una señal que ha de recordar el deber cristiano de confiar en Dios y amar activamente al prójimo. En la parte de abajo (según la voluntad de Cristo) figura la firma:


“Jesús, en Ti confío”


“Esta imagen ha de recordar las exigencias de Mi misericordia, porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil” (Diario, 742)
Así comprendido el culto a la imagen, a saber, la actitud cristiana de confianza y misericordia, vinculó el Señor Jesús promesas especiales de: La salvación eterna, grandes progresos en el camino hacia la perfección cristiana, la gracia de una muerte feliz, y todas las demás gracias que le fueren pedidas con confianza.


“Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias. Por eso quiero, que cada alma tenga acceso a ella” (Diario, 570)

La Fiesta de la Misericordia


De entre todas las formas de la devoción a la Divina Misericordia reveladas por Sor Faustina, ésta es la que tiene mayor importancia. El Señor Jesús habló por primera vez del establecimiento de esta Fiesta en Plock en 1931, cuando comunicó a Sor Faustina su deseo de que pintara la imagen:


“Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia” (Diario, 49)
La elección del primer domingo después de la Pascua de Resurrección para la Fiesta de la Misericordia, tiene su profundo sentido teológico e indica una estrecha relación entre el misterio pascual de redención y el misterio de la Divina Misericordia. Esta relación se ve subrayada aún más por la novena de coronillas a la Divina Misericordia que antecede la Fiesta y que empieza el Viernes Santo.

La fiesta no es solamente un día de adoración especial de Dios en el misterio de la misericordia, sino también el tiempo en que Dios colma de gracias a todas las personas.


“Deseo (dijo el Señor Jesús) que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores (Diario, 699). Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia. Si no adoran Mi misericordia morirán para siempre” (Diario, 965)
Las promesas extraordinarias que el Señor Jesús vinculó a la Fiesta demuestran la grandeza de la misma.


“Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida (dijo Cristo) recibirá el perdón total de las culpas y de las penas” (Diario, 300). “Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre aquellas almas que se acercan al manantial de Mi misericordia; (….) que ningún alma tenga miedo de acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata” (Diario, 699)
Para poder recibir estos grandes dones hay que cumplir las condiciones de la devoción a la Divina Misericordia:

  1. Confiar en la bondad de Dios y amar activamente al prójimo.
  2. Estar en el estado de gracia santificante (después de confesarse).
  3. Recibir dignamente la Santa Comunión.
“No encontrará alma ninguna la justificación (explicó Jesús) hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia y por eso el primer domingo después de la Pascua ha de ser la Fiesta de la Misericordia. Ese día los sacerdotes deben hablar a las almas sobre Mi misericordia infinita” (Diario, 570) 
La Devoción a la Divina Misericordia

Tener devoción a la Divina Misericordia requiere de una total entrega a Dios como Misericordia. Es una decisión que comprende en confiar completamente en Él, en aceptar su Misericordia con acción de gracias y de ser misericordioso como Él es misericordioso. Las prácticas devocionales propuestas en el Diario de Santa Faustina están en completo acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia, y su raíz están firmemente en los Mensajes de los Evangelios de Nuestro Señor Misericordioso. Estos propiamente comprendidos e implementados nos ayudan a crecer como genuinos seguidores de Cristo.

Nuestro Señor
le habla a Santa Faustina


"Exijo de ti obras de Misericordia, que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte" (Diario 742)
Así como lo mandan los Evangelios:
"Sean Misericordiosos así como su Padre en el Cielo es Misericordioso"
Piden que seamos misericordiosos con nuestro prójimo "siempre y en todo lugar", parece imposible de cumplir pero el Señor asegura que es posible.


"Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo con tal abundancia de gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia sobre otras almas". (Diario 1074)

¿Cómo irradiamos la Misericordia
de Dios a nuestro prójimo?



Por medio de nuestras acciones, palabras y oraciones. 
"En estas tres formas" Él le dice a Sor Faustina "está contenida la plenitud de la misericordia" (Diario 742). Todos hemos sido llamados a practicar estas tres formas de misericordia, pero no todos somos llamados de la misma manera. Tenemos que preguntarle al Señor, quien comprende nuestras personalidades individuales y nuestra situación, que nos ayude a reconocer las diversas formas con que podemos poner en práctica Su Misericordia en nuestras vidas diarias. Pidiendo la Misericordia de Nuestro Señor, confiando en Su Misericordia, y viviendo como personas misericordiosas nos podemos asegurar que nunca escucharemos decir "Sus corazones están lejos de Mí" sino más bien la hermosa promesa de "Bienaventurados los misericordiosos, ya que ellos obtendrán Misericordia".

Requisitos para celebrar la Fiesta

  • Para celebrar esta Fiesta, deberíamos de comenzar una Novena a la Divina Misericordia, la Novena incluye intenciones especiales para cada día, y concluye con la recitación de la Coronilla de la Divina Misericordia.
  • Celebración de la Fiesta el primer domingo después del Domingo de Pascua.
  • Venir al Señor con un corazón humilde y contrito, arrepentirse de todo pecado.
  • Confiar firmemente en la Divina Misericordia del Señor.
  • Confesarse (con un sacerdote) en ese día si es posible, de otra manera siete días antes o después según aprobación de la Iglesia.
  • Recibir la Sagrada Eucaristía el día de la Fiesta.
  • Venerar la Imagen de la Divina Misericordia.
  • Ser misericordioso como Dios es Misericordioso, practicar obras de misericordia, físicamente ayudando a otros o espiritualmente con oraciones de intercesión.
Palabras
del Santo Padre Juan Pablo II



"Yo le doy gracias a la Divina Providencia porque he podido contribuir personalmente al cumplimiento de la Voluntad de Cristo, a través de la institución de la Fiesta de la Divina Misericordia. Yo rezo incesantemente para que Dios tenga misericordia de nosotros y del mundo entero"
Santo Padre Juan Pablo II (7/6/97)
Santuario de la Divina Misericordia
Cracow (Polonia)

Divina Misericordia
en todo el mundo



Muchas Diócesis y parroquias celebran el Domingo de la Divina Misericordia de diferentes maneras. Algunas tienen una misa durante la hora de las tres de la tarde, "Hora de la Misericordia"; otras tienen una Santa Hora de Adoración Eucarística, la cual generalmente incluye la recitación de la Coronilla de la Divina Misericordia. La bendición de la Imagen de Nuestro Señor Misericordioso y su veneración son como normalmente incluidas como parte de la Misa o de la Hora Santa. Informen a su sacerdote de esta Fiesta tan importante y compartan con él la Devoción de la Divina Misericordia.

Propagación a la Devoción
de la Divina Misericordia



Jesús le dijo a Santa Faustina:
"Haz lo que esté en tu poder para propagar la Devoción a Mi Misericordia y Yo supliré cualquier cosa que te falte"
Propaguemos esta devoción a través de folletos, diciéndole a otros acerca de ella, diciéndole al sacerdote local que celebre el Domingo de Misericordia en la parroquia, y por encima de todo siendo misericordioso con los demás, para honrar la Misericordia de Dios.

Palabras de Jesús
a Santa Faustina Kowalska:



  • "Mi imagen está en tu alma. Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta imagen que pintarás con el pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la FIESTA DE LA MISERICORDIA".
  • "Deseo que esta imagen sea expuesta en público el primer domingo después de Pascua de Resurrección. Ese domingo es la Fiesta de la Misericordia. A través del Verbo Encarnado doy a conocer el abismo de Mi misericordia".
  • "Hija mía, mira hacia el abismo de Mi misericordia y rinde honor y gloria a esta misericordia Mía, y hazlo de este modo: Reúne a todos los pecadores del mundo entero y sumérgelos en el abismo de Mi misericordia. Deseo darme a las almas, deseo las almas, hija mía. El día de Mi Fiesta, la Fiesta de la Misericordia, recorrerás el mundo entero y traerás a las almas desfallecidas a la fuente de Mi misericordia. Yo las sanaré y las fortificaré".
  • "Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia, cuando Mi Corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios. Deseo que el primer domingo después de la Pascua de Resurrección sea la Fiesta de la Misericordia".
  • "Pide a mi siervo fiel que en aquel día hable al mundo entero de esta gran misericordia Mía; que quien se acerque ese día a la Fuente de Vida, recibirá el perdón total de las culpas y de las penas. La humanidad no conseguirá la paz, hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia. Oh, cuánto Me hiere la desconfianza del alma. Esta alma reconoce que Soy Santo y Justo, y no cree que Yo Soy la Misericordia, no confía en Mi Bondad. También los demonios admiran Mi Justicia, pero no creen en Mi Bondad".
  • "Mi Corazón se alegra de este título de misericordia".
  • "Hija mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia, sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión, obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata. Mi misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico. Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia. Cada alma respecto a Mí, por toda la eternidad meditará Mi amor y Mi misericordia. La Fiesta de la Misericordia ha salido de mis entrañas".
  • "Hija mía, si por medio de ti exijo de los hombres el culto a Mi misericordia, tú debes ser la primera en distinguirte por la confianza en Mi misericordia. Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia Mí. Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte ni justificarte".
  • "Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo:

  1. La Acción.
  2. La Palabra.
  3. La Oración.
  • En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Mí. De este modo el alma alaba y adora Mi misericordia. Si el primer domingo después de Pascua es la Fiesta de la Misericordia, pero también debe estar presente la acción, y pido se rinda culto a Mi misericordia, con la solemne celebración de esta Fiesta, y con el culto a la imagen que ha sido pintada. A través de esta imagen, concederé muchas gracias a las almas; ella ha de recordar a los hombres las exigencias de Mi misericordia, porque la fe sin obras por fuerte que sea, es inútil".
Oración para ser misericordioso
Escrita por Santa Faustina Kowalska



¡Oh Señor, deseo transformarme toda
en Tu misericordia y ser
un vivo reflejo de Ti.
Que este supremo atributo de Dios,
es decir su insondable misericordia,
pase a través de mi corazón al prójimo.

Ayúdame, oh Señor,
a que mis ojos sean misericordiosos,
para que yo jamás recele o juzgue 
según las apariencias,
sino que busque lo bello
en el alma de mi prójimo
y acuda a ayudarla.

Ayúdame, oh Señor,
a que mis oídos sean misericordiosos
para que tome en cuenta
las necesidades de mi prójimo
y no sea indiferente a sus penas y gemidos.

Ayúdame, oh Señor,
a que mi lengua sea misericordiosa
para que jamás hable negativamente
de mis prójimos sino que tenga
una palabra de consuelo
y perdón para todos.

Ayúdame, oh Señor,
a que mis manos sean misericordiosas
y llenas de buenas obras
para que sepa hacer sólo el bien
a mi prójimo y cargue sobre mí
las tareas más difíciles y más penosas.

Ayúdame, oh Señor,
a que mis pies sean misericordiosos
para que siempre me apresure
a socorrer a mi prójimo,
dominando mi propia fatiga
y mi cansancio (...)

Ayúdame, oh Señor,
a que mi corazón sea misericordioso
para que yo sienta todos
los sufrimientos de mi prójimo (...)
Que Tu misericordia, oh Señor mío,
repose dentro de mí" (Diario, 163)

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:
Textos tomados del Diario La Divina Misericordia en mi Alma - Santa María Faustina Kowalska - Editorial de los Padres Marianos de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María - Stockbridge, Massachussets"

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 20, 19-31



19. Aquel mismo día primero de la semana, siendo ya muy tarde, y estando cerradas las puertas de la casa, donde se hallaban reunidos los discípulos por miedo de los judíos, vino Jesús, y apareciéndose en medio de ellos, les dijo:
"La paz sea con vosotros"
20. Dicho ésto, mostróles las manos y el costado. Llenáronse de gozo los discípulos con la vista del Señor.


21. El cual les repitió:
"La paz sea con vosotros. Como mi Padre me envió, así os envío también a vosotros"
22. Dichas estas palabras, alentó, o dirigió el aliento, hacia ellos; y les dijo:
"Recibid el Espíritu Santo:
23. Quedan perdonados los pecados a aquellos a quienes los perdonareis; y quedan retenidos a los que se los retuviereis"
24. Tomás, empero, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.

25. Dijéronle después los otros discípulos:
"Hemos visto al Señor"
Mas él les respondió:
"Si yo no veo en sus manos la hendidura de los clavos, y no meto mi dedo en el agujero que en ellas hicieron, y mi mano en la llaga de su costado, no lo creeré"
26. Ocho días después, estaban otra vez los discípulos en el mismo lugar, y Tomás con ellos, vino Jesús estando también cerradas las puertas, y púsoseles en medio, y dijo:

"La paz sea con vosotros"

27. Después dice a Tomás:


"Mete aquí tu dedo, y registra mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado, y no seáis incrédulo, sino fiel"
28. Respondió Tomás, y le dijo:
"¡Señor mío, y Dios mío!"
29. Díjole Jesús:
"Tú has creído, ¡oh Tomás!, porque me has visto; bienaventurados aquellos que sin haberme visto han creído"
30. Muchos otros milagros hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritos en este libro.

31. Pero éstos se han escrito con el fin de que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, creyendo; tengáis vida eterna, en virtud de su nombre.

Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús

Santa Zita - Sirvienta (1278) - Fiesta Abril 27


Una sencilla sirvienta del hogar. Desde los 12 años hasta su muerte sirvió en casa de los Fatinelli de Lucca (Italia), siendo a veces humillada y criticada por ellos. Mereció, no obstante, su respeto gracias a la sincera devoción y a la entrega a su trabajo. El Señor le favoreció con el don de los milagros y carismas extraordinarios. El culto a la sierva de Dios comenzó poco después de su muerte en 1278. Su tumba en la iglesia de San Fridiano fue objeto de veneración y peregrinación por toda clase de gente.

Canonizada en 1696, su nombre entró en el calendario Romano en 1748. Desde Italia su culto pasó ya desde la edad media a todas partes de Europa, sobre todo dentro de las clases populares. Muy vinculada a las asociaciones de jóvenes del servicio doméstico.

Historia

Santa Zita nació en Lucca (Italia), en 1218, de una familia campesina pobre, pero muy piadosa. De pequeñita, bastaba que la mamá le dijera:
"Ésto agrada a Dios"
Para que la niña lo hiciera. Y bastaba decirle:
"Ésto no agrada a Nuestro Señor"
Para que dejara de hacerlo. A los 12 años, a causa de la pobreza de la familia tuvo que emplearse de sirvienta en una familia rica. El consejo que le dio la mamá al despedirse de ella fue ésto:
"En tus acciones y palabras debes pensar: ¿ésto agradará a Dios?"
Fue un consejo que le ayudó muchísimo a comportarse bien. El jefe de la familia donde Zita fue a trabajar, era de temperamento violento y mandaba con gritos y palabras muy humillantes. Todos los empleados protestaban por este trato tan áspero, menos Zita que lo aceptaba de buena gana para asemejarse a Cristo Jesús que fue humillado y ultrajado. Las demás empleadas le tenían envidia y la humillaban continuamente con palabras hirientes. Pero jamás Zita respondía a sus ofensas ni guardaba rencor o resentimiento. Los obreros se disgustaban porque ella demostraba aversión a las palabras groseras y a los cuentos inmorales. La tildaban de "besaladrillos" y de "beata". Pero con el correr de los años, todos se fueron dando cuenta de que era una verdadera santa, una gran amiga de Dios.

Era la más consagrada a sus oficios en toda esa inmensa casa y repetía que una piedad que lo lleva a uno a descuidar los deberes y oficios que tiene que cumplir, no es verdadera piedad.

Un hombre quiso irrespetarla en su castidad, y ella le arañó la cara, y lo hizo alejarse. El otro fue con calumnias ante el dueño de la casa y éste la insultó horriblemente. Zita no dijo ni una sola palabra para defenderse. Dejaba a Dios que se encargara de su defensa. Y después se supo toda la verdad y el patrón tuvo que arrepentirse del trato tan injusto que le había dado y creció enormemente su aprecio por aquella humilde sirvienta. El dinero de su sueldo lo gastaba casi todo en ayudar a los pobres. Dormía en una estera en el puro suelo porque su catre y colchón los había regalado a una familia muy necesitada.

Un día en pleno invierno con varios grados bajo cero, la señora de la casa le prestó su manto de lana para que fuera al templo a oír misa. Pero en la puerta del templo encontró a un pobre titiritando de frío y le dejó el manto. Al volver a casa fue terriblemente regañada por haber dado aquella tela, pero poco después apareció en la puerta de la casa un señor misterioso a traer un hermoso manto de lana. Y no quiso decir quién era él. La gente decía:
"Un ángel del Señor vino a visitarnos"
Un día llevaba para los pobres entre los pliegues de su delantal, todo lo que había sobrado del almuerzo, y por el camino se encontró con el furioso jefe de la casa, el cual le preguntó:
"¿Qué lleva ahí?"
Ella abrió el delantal y solamente apareció allí un montón de flores.

En época de gran escasez y hambre, Zita repartió entre los más pobres unos costales de grano que había en la despensa. Cuando llegó el furibundo capataz de la casa a contar cuántos costales de grano quedaban en el granero, la santa se puso a rezar a Dios para que le solucionara aquel problema. El hombre encontró allí todos los costales de grano. No faltaba ni uno solo. Y nadie se pudo explicar cómo ni cuándo fueron repuestos los que la joven había repartido entre los pobres. Cuando le quedaba un día libre, lo empleaba en visitar pobres, enfermos y presos, en ayudar a los condenados a muerte.

Estuvo 48 años de sirvienta, demostrando que en cualquier oficio y profesión que sea del agrado de Dios, se puede llegar a una gran santidad. Murió el 27 de abril de 1278. Fueron tantos los milagros que se obraron por su intercesión que el Papa Inocencio XII la declaró santa. Y su cuerpo se conservaba incorrupto cuando fue sacado del sepulcro, más de 300 años después de su muerte. Todavía son miles y miles los peregrinos que van a visitar el sepulcro y el templo de Santa Zita. Y ella sigue dándonos esta gran lección:

Que en un trabajo humilde se puede ganar una gran gloria para el cielo

Fuente - Texto tomado de EWTN:

Oración para pedir una gracia por la intercesión de San Juan XXIII


San Juan XXIII

Dios, Padre amado,
que nos diste
como Santo Padre
a San Juan XXIII,
llamado por todos
el Papa de la paz
y el Papa bueno,
te pedimos, Padre,
por su intercesión
ser portadores en esta tierra
del don maravilloso
de tu paz y ser por tanto
hombres y mujeres de diálogo,
comprensión y tolerancia.

Ayúdanos, Señor,
a ver a todos los que nos rodean
como hermanos e hijos
de un mismo Dios
y a buscar en todo
momento el entendimiento
sin desvirtuar tu luz y tu verdad.

Queremos, como San Juan XXIII,
que nos reconozca el mundo entero
porque, como discípulos tuyos,
nos amamos unos a otros.

Gracias por este ejemplo de virtudes.
Y unidos a todos los santos del Cielo
y en especial a este Papa bueno,
te suplico, Padre, esta gracia
particular que necesito (.......).
Gracias te doy de antemano, Señor,
porque estoy seguro de que me
será concedida por el ruego
de tan gran intercesor.
Amén.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Fuente - Texto tomado de NEWS.VA ESPAÑOL:

Oración a San Juan Pablo II (Oficial - Santa Sede - Vaticano)



Cardenal Ángelo Comastri
Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano

Fuente - Imagen tomada de NEWS.VA ESPAÑOL:
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