sábado, 21 de diciembre de 2013

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 1, 18-24



18. Pero el nacimiento de Cristo fue de esta manera:

Estando desposada su Madre María con José, sin que antes hubiesen estado juntos, se halló que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo.

19. Mas José, su esposo, siendo como era justo, y no queriendo infamarla deliberó dejarla secretamente.

20. Estando él en este pensamiento, he aquí que un Ángel del Señor le apareció en sueños diciendo:
"José, hijo de David, no tengas recelo en recibir a María tu esposa en tu casa, porque lo que se ha engendrado en su vientre es obra del Espíritu Santo"
21. Así que parirá un Hijo a quien pondrás por nombre JESÚS; pues Él es el que ha de salvar a su pueblo, o librarle, de sus pecados"
22. Todo lo cual se hizo en cumplimiento de lo que pronunció el Señor por el profeta, que dice:
23. Sabed que una Virgen concebirá y parirá un Hijo, a quien pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa Dios con nosotros"
24. Con ésto José, al despertarse, hizo lo que le mandó el Ángel del Señor, y recibió a su esposa.

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Cuarto Domingo de Adviento - Diciembre 22 de 2013



CORONA DE ADVIENTO



Liturgia de las Horas:
Cuarta Semana del Salterio

Color: Morado

Lecturas de la liturgia


Primera Lectura: Isaías 7, 10-14
"Mirad: la Virgen está encinta"

En aquellos días, el Señor habló a Acaz: "Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo". Respondió Acaz: "No la pido, no quiero tentar al Señor". Entonces dijo Dios: "Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la Virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros".


Salmo Responsorial: 23
"Va a entrar el Señor, Él es el Rey de la gloria"


Del Señor es la tierra y cuanto la llena, / el orbe y todos sus habitantes: / Él la fundó sobre los mares, / Él la afianzó sobre los ríos. R.

¿Quién puede subir al monte del Señor? / ¿Quién puede estar en el recinto sacro? / El hombre de manos inocentes / y puro corazón, / que no confía en los ídolos. R.

Ése recibirá la bendición del Señor, / le hará justicia el Dios de salvación. / Éste es el grupo que busca al Señor, / que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

Segunda Lectura: Romanos 1, 1-7
"Jesucristo, de la estirpe de David, Hijo de Dios"

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo, nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo, nuestro Señor.

Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Evangelio: Mateo 1, 18-24
"Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David"

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un Ángel del Señor que le dijo: "José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de los pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta: "Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa 'Dios-con-nosotros'." Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el Ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM:

Novena de Navidad (Día Séptimo) - Diciembre 22 de 2013



Consideración

Representémonos el viaje de María y José hacia Belén, llevando consigo aún no nacido, al creador del universo, hecho hombre. Contemplemos la humildad y la obediencia de ese Divino Niño, que aunque de raza judía y habiendo amado durante siglos a su pueblo con una predilección inexplicable, obedece así a un príncipe extranjero que forma el censo de población de su provincia, como si hubiese para Él en esa circunstancia algo que le halagase, y quisiera apresurarse a aprovechar la ocasión de hacerse empadronar oficial y auténticamente como súbdito en el momento en que venía al mundo.

El anhelo de José, la expectativa de María son cosas que no puede expresar el lenguaje humano. El Padre Eterno se halla, si nos es lícito emplear esta expresión, adorablemente impaciente por dar a su Hijo Único al mundo y verle ocupar su puesto entre las criaturas visibles.

El Espíritu Santo arde en deseos de presentar a la luz del día esa Santa Humanidad, que Él mismo ha formado con divino esmero.


A continuación se reza:

Oración para todos los días
Oración a la Santísima Virgen María
Oración a San José
Gozos para la llegada del Niño Dios
Oración al Niño Jesús

En el siguiente link - Amor Eterno:

Fuente - Textos tomados de la Novena de Navidad - Arquidiócesis de Medellín