sábado, 14 de diciembre de 2013

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 11, 2-11



2. Pero Juan, habiendo en la prisión oído las obras maravillosas de Cristo, envió dos de sus discípulos a preguntarle:
3. "¿Eres Tú el Mesías que ha de venir, o debemos esperar a otro?"
4. A lo que Jesús les respondió:
"Id y contad a Juan lo que habéis oído y visto:
5. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia el Evangelio a los pobres.
6. Y bienaventurado aquel que no tomare de mí ocasión de escándalo".
7. Luego que se fueron éstos, empezó Jesús a hablar de Juan, y dijo al pueblo:
"¿Qué es lo que salisteis a ver en el desierto?  ¿Alguna caña que a todo viento se mueve?
8. Decidme si no, ¿qué salisteis a ver?  ¿A un hombre vestido con lujo y afeminación?  Ya sabéis que los que visten así, en palacios de reyes están.


9. En fin, ¿qué salisteis a ver?  ¿A algún profeta?  Eso sí, Yo os lo aseguro, y aún mucho más que profeta.
10. Pues él es de quien está escrito: Mira que Yo envío mi Ángel ante tu presencia, el cual irá delante de Ti dispóniéndote el camino.
11. En verdad os digo que no ha salido a la luz entre los hijos de mujeres alguno mayor que Juan Bautista; si bien el que es menor en el Reino de los Cielos, es superior a Él".
Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Tercer Domingo de Adviento - Diciembre 15 de 2013



CORONA DE ADVIENTO



Liturgia de las Horas:
Tercera Semana del Salterio

Color: Rosado

Lecturas de la liturgia

Primera Lectura: Isaías 35, 1-6a.10
"Dios viene en persona y os salvará"

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón: "Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará". Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.

Salmo Responsorial: 145
"Ven, Señor, a salvarnos"

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, / hace justicia a los oprimidos, / da pan a los hambrientos. / El Señor liberta a los cautivos. R.

El Señor abre los ojos al ciego, / el Señor endereza a los que ya se doblan, / el Señor ama a los justos, / el Señor guarda a los peregrinos. R.

Sustenta al huérfano y a la viuda / y trastorna el camino de los malvados. / El Señor reina eternamente, / tu Dios, Sión, de edad en edad. R.

Segunda Lectura: Santiago 5, 7-10
"Manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca"

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.

Evangelio: Mateo 11, 2-11
"¿Eres Tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?"

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: "¿Eres Tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?" Jesús les respondió: "Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!" Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: "¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de Ti, para que prepare el camino ante Ti". Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él".

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM: