sábado, 7 de diciembre de 2013

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 1, 26-38



26. Estando ya Elisabet en su sexto mes, envió Dios al Ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea.

27. A una Virgen desposada con cierto varón de la casa de David, llamado José; y el nombre de la Virgen era María.

28. Y habiendo entrado el Ángel a donde Ella estaba, le dijo:
"Dios te salve, ¡oh llena de gracia!, el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres"
29. Al oír tales palabras la Virgen se turbó, y púsose a considerar qué significaría una tal salutación.

30. Mas el Ángel le dijo:
"¡Oh María!, no temas, porque has hallado gracia en los ojos de Dios.
31. Sábete que has de concebir en tu seno, y parirás un Hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS.
32. Éste será Grande, y será llamado Hijo del Altísimo, al cual el señor Dios dará el trono de su padre David, y reinará en la casa de Jacob eternamente.
33. Y su Reino no tendrá fin".


34. Pero María dijo al Ángel:
"¿Cómo ha de ser eso, pues Yo no conozco ni jamás conoceré varón alguno?"
35. El Ángel en respuesta le dijo:
"El Espíritu Santo descenderá sobre Ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con Su Sombra, o fecundará: por esta causa el fruto santo que de Ti nacerá será llamado Hijo de Dios.
36. Y ahí tienes a tu parienta Elisabet, que en su vejez ha concebido también un hijo; y la que se llamaba estéril, hoy cuenta ya el sexto mes.
37. Porque para Dios nada es imposible".
38. Entonces dijo María:
"He aquí la esclava del Señor, hágase en Mí según tu palabra"
Y en seguida el Ángel desapareciendo se retiró de su presencia.

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Segundo Domingo de Adviento - Diciembre 8 de 2013


CORONA DE ADVIENTO



Liturgia de las Horas:
Propio del Salterio
Color: Blanco


Lecturas de la liturgia
Primera Lectura: Génesis 3,9-15.20

"Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer"

Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: "¿Dónde estás?" Él contestó: "Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí". El Señor le replicó: "¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?" Adán respondió: "La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí". El Señor dijo a la mujer: "¿Qué es lo que has hecho?" Ella respondió: "La serpiente me engañó, y comí". El Señor Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón". El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.



Salmo Responsorial: 97
"Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas"

Cantad al Señor un cántico nuevo, / porque ha hecho maravillas: / su diestra le ha dado la victoria, / su santo brazo. R.

El Señor da a conocer su victoria, / revela a las naciones su justicia: / se acordó de su misericordia y su fidelidad / en favor de la casa de Israel. R. 

Los confines de la tierra han contemplado / la victoria de nuestro Dios. / Aclama al Señor, tierra entera; / gritad, vitoread, tocad. R.


Segunda Lectura: Efesios 1,3-6.11-12
"Nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo"

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.

Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.

Evangelio: Lucas 1,26-38
"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo"

En aquel tiempo, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El Ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El Ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin". Y María dijo al Ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?" El Ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible". María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra". Y la dejó el Ángel.

Fuente - Texto tomado de ACIPRENSA.COM: