domingo, 3 de noviembre de 2013

La Virgen María vence a Satanás - Hecho histórico y verdadero



Favor de María a Teófilo

Es famosa la historia de Teófilo escrita por Eutiquiano, patriarca de Constantinopla, testigo ocular de los hechos, y que es referida luego por San Pedro Damiano, San Bernardo, San Buenaventura, San Antonino y otros que nombra el P. Crasset.

Teófilo era arcediano de la Iglesia de Adana, en Cilicia. Tan estimado por los fieles que lo querían por su obispo; pero él, por humildad, lo rehusó. Pero habiéndole acusado calumniosamente unos malvados y habiendo sido depuesto de su cargo, concibió tal dolor que, cegado por la pasión, fue en busca de un mago judío a fin de que le evocara a Satanás para que le ayudase en su desgracia. El demonio le exigió que, si quería su ayuda, renegase de Jesús y su Madre María y lo declarase en documento firmado por su mano. Teófilo firmó el abominable documento.


Al día siguiente, el obispo, habiendo reconocido el mal hecho, le pidió perdón y lo rehabilitó en su cargo. Desde ese momento Teófilo, lacerado de remordimientos de conciencia por su enorme pecado, no hacía otra cosa más que llorar.

¿Y qué hizo?

Fue a la Iglesia y postrado a los pies de la imagen de María, llorando, le dijo:
"Oh Madre de Dios, no me quiero desesperar teniéndote a Ti que eres tan piadosa y me puedes ayudar..."
Y así estuvo durante cuatro días ante la Santísima Virgen, llorando y rezando.

Y he aquí que al fin, por la noche, se le apareció la Madre de misericordia y le dijo:
"Teófilo, ¿qué has hecho? Has renunciado a mi amistad y a la de mi Hijo. ¿Y por qué? ¿Por entregarte a mi enemigo y al tuyo?"
"Señora, -respondió Teófilo-, perdóname y consígueme el perdón de tu Hijo"
 Entonces María, viendo su confianza, le dijo:
"Tranquilízate, que quiero rogar a mi Hijo por ti"
Animado por ésto, Teófilo redobló sus lágrimas, sus plegarias y sus penitencias, no apartándose del lado de la imagen. Y he aquí que de nuevo se le apareció María, y con rostro risueño le dijo:
"Teófilo, alégrate, he presentado tus lágrimas y oraciones a Dios y Él te ha recibido y perdonado. De hoy en adelante le serás agradecido y fiel"


"Señora, -le dijo Teófilo-, ésto no basta para consolarme plenamente. El enemigo tiene en su poder aquella impía escritura en que firmé mi renuncia a Ti y a Tu Hijo; Tú puedes hacer que me la restituya..."


Después de tres días, al despertar Teófilo, encontró sobre su pecho la malhadada escritura.

Al día siguiente, mientras el obispo oficiaba en la Iglesia, en presencia de todo el pueblo, fue Teófilo a postrarse a sus pies y le refirió todo lo sucedido llorando a mares, y le entregó la maldita escritura, que el obispo hizo quemar inmediatamente delante de todos los fieles, que no hacían más que llorar de alegría exaltando la bondad de Dios y la misericordia de María para con aquel gran pecador. Teófilo se volvió a la Iglesia de la Virgen, donde después de tres días murió lleno de contento, dando gracias a Jesús y a su Santa Madre.

Fuente - Texto tomado del Libro "Las Glorias de María - San Alfonso M. de Ligorio" - Caballeros de la Virgen

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 19, 1-10



1. Habiendo Jesús entrado en Jericó, atravesaba por la ciudad.

2. Y he aquí que un hombre muy rico llamado Zaqueo, principal o jefe entre los publicanos.

3. Hacía diligencias para conocer a Jesús de vista; y no pudiendo a causa del gentío, por ser de muy pequeña estatura.

4. Se adelantó corriendo, y subióse sobre un cabrahigo o higuera silvestre para verle; porque había de pasar por allí.

5. Llegado que hubo Jesús a aquel lugar, alzando los ojos le vió, y díjole:
"Zaqueo, baja luego; porque conviene que Yo me hospede hoy en tu casa"

6. Él bajó a toda prisa, y le recibió gozoso.

7. Todo el mundo al ver ésto, murmuraba diciendo que se había ido a hospedar en casa de un hombre de mala vida.

8. Mas Zaqueo, puesto en presencia del Señor, le dijo:
"Señor, desde ahora doy yo la mitad de mis bienes a los pobres; y si he defraudado en algo a alguno, le voy a restituir cuatro tantos más"
9. Jesús le respondió:
"Ciertamente que el día de hoy ha sido día de salvación para esta casa; pues que también éste es hijo de la fe de Abrahán.
10. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que había perecido".
Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús