sábado, 10 de agosto de 2013

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 12, 32-48



32. No tenéis vosotros que temer, mi pequeñito rebaño, porque ha sido del agrado de vuestro Padre celestial daros el reino eterno.

33. Vended, si es necesario, lo que poseéis, y dad limosna. Haceos unas bolsas que no se echen a perder; un tesoro en el cielo que jamás se agota, adonde no llegan los ladrones, ni roe la polilla.

34. Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.

35. Estad con vuestras ropas ceñidas a la cintura, y tened en vuestras manos las luces ya encendidas, prontos a servir a vuestro Señor.

36. Sed semejantes a los criados que aguardan a su amo cuando vuelve de las bodas, a fin de abrirle prontamente, luego que llegue, y llame a la puerta.

37. Dichosos aquellos siervos a los cuales el amo al venir encuentra así velando: en verdad os digo, que arregazándose él su vestido, los hará sentar a la mesa, y se pondrá a servirles.

38. Y si viene a la segunda vela, o viene a la tercera, y los halla así prontos, dichosos son tales criados.


39. Tened esto por cierto, que si el padre de familia supiera a qué hora había de venir el ladrón, estaría ciertamente velando, y no dejaría que le horadasen y forzasen su casa.

40. Así vosotros estad siempre prevenidos; porque a la hora que menos pensáis vendrá el Hijo del hombre.

41. Preguntóle entonces Pedro:
"Señor, ¿dices por nosotros esta parábola, o por todos igualmente?"
42. Respondió el Señor:

"¿Quién piensas que es sino un criado vigilante aquel administrador fiel y prudente, a quien su amo constituyó mayordomo de su familia, para distribuir a cada uno a su tiempo la medida de trigo o el alimento correspondiente?

43. Dichoso de tal siervo, si su amo a la vuelta le halla ejecutando así su deber.

44. En verdad os digo, que le dará la superintendencia de todos sus bienes.

45. Mas si dicho criado dijere en su corazón:

"Mi amo no piensa en venir tan presto, y empezaré a maltratar a los criados, y a las criadas, y  a comer, y a beber, y a embriagarse"

46. Vendrá el amo del tal siervo en el día que menos le espera, y en la hora que él no sabe, y le echará de su casa, y darle ha el pago debido a los criados infieles.

47. Así es que aquel siervo que, habiendo conocido la voluntad de su amo, no obstante ni puso en orden las cosas, ni se portó conforme quería su señor, recibirá muchos azotes.

48. Mas el que sin conocerla hizo cosas que de suyo merecen castigo, recibirá menos. Porque se pedirá cuenta de mucho a aquel a quien mucho se le entregó; y a quien se han confiado muchas otras cosas, más cuenta le pediran".

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

Santa Clara de Asís - Fiesta Agosto 11



Nombre: Chiara Favarone
Nacimiento: Julio 16 de 1194 - Asís (Italia)
Fallecimiento: Agosto 11 de 1253 - Asís (Italia)

Religiosa y santa italiana, seguidora fiel de San Francisco de Asís, con el que fundó la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas. Después de abandonar su antigua vida de noble, se estableció finalmente en el Monasterio de San Damiano hasta su muerte.



Milagros de Santa Clara

La Eucaristía ante los sarracenos

En 1241 los sarracenos atacaron la ciudad de Asís. Cuando se acercaban a atacar el convento que está en la falda de la loma, en el exterior de las murallas de Asís, las monjas se fueron a rezar muy asustadas y Santa Clara que era extraordinariamente devota al Santísimo Sacramento, tomó en sus manos la custodia con la hostia consagrada y se les enfrentó a los atacantes. Ellos experimentaron en ese momento tan terrible oleada de terror que huyeron despavoridos.


El milagro de la multiplicación de los panes

Cuando sólo tenían un pan para que comieran 50 hermanas. Santa Clara lo bendijo y, rezando todas un Padrenuestro, partió el pan y envió la mitad a los hermanos menores y la otra mitad se la repartió a las hermanas. Aquel pan se multiplicó, dando a basto para que todas comieran. Santa Clara dijo:
"Aquel que multiplica el pan en la Eucaristía, el gran misterio de fe ¿acaso le faltará poder para abastecer de pan a sus esposas pobres?"
En una de las visitas del Papa al Convento, dándose las doce del día, Santa Clara invita a comer al Santo Padre pero el Papa no accedió. Entonces ella le pide que por favor bendiga los panes para que queden de recuerdo, pero el Papa respondió:

"Quiero que seas tú la que bendigas estos panes".
Santa Clara le dice que sería como un irrespeto muy grande de su parte hacer eso delante del Vicario de Cristo. El Papa, entonces, le ordena bajo el voto de obediencia que haga la señal de la Cruz. Ella bendijo los panes haciéndole la señal de la Cruz y al instante quedó la Cruz impresa sobre todos los panes.

El Santísimo Sacramento
 protege a Santa Clara de Asís



Cuando Federico II, Emperador de Alemania (+1250), en rebeldía contra la Iglesia, saqueó las ciudades de Italia, el valle de Spoleto fue el primero devastado por el furor de los soldados imperiales, y después por los musulmanes.  Un día, las tropas sitiaban la ciudad de Asís, y atacaron el Convento de Santo Domingo, donde vivía Santa Clara con sus hijas espirituales.

Cuando los enemigos comenzaron a escalar los muros con horribles gritos, las hermanas asustadas se aproximaron a su Madre Fundadora, a quien la enfermedad tenía postrada en la cama.

La santa, viéndose afligida por el peligro, mandó a las religiosas que la tomasen de los brazos y la llevasen a la entrada del monasterio.  Pidió que le trajesen el copón que contenía al Santísimo Sacramento. Postrada en ardiente oración, Santa Clara, a dos pasos del enemigo enfurecido, exclamaba:
- ¿Será posible, Dios mío, que dejaréis a vuestras siervas, que he alimentado hasta ahora con el pan de vuestro amor, que caigan en las manos de los soldados?  Guardad, Señor, os lo suplico, guardad estas almas que os pertenecen y que yo sola no puedo defender.
A continuación, Clara oyó una voz, dulce como la de un niño:
- Yo os guardaré siempre.
- Dios mío, añadía Clara, protege también a esta ciudad, que nos sustenta para vuestro amor.
Y el Salvador respondió:
- Gracias a tu intercesión, mi protección se extenderá también a ella.
Entonces, esta virgen levanta la cabeza y con una fisonomía de esperanza exclama:
- "¡Coraje, hijas mías!  No sufriréis ningún daño.  ¡Contad con el amor de nuestro Dios!".

Ese mismo instante, por una inspiración divina, se incorpora, coge el copón y avanza en dirección a la brecha que los invasores estaban a punto de transponer y les enseña el augusto Sacramento.

Milagrosamente, los soldados quedaron cegados por los rayos de una luz celestial.  Toda la tropa fue presa de un intenso pánico y huyó despavorida. El monasterio se salvó y la ciudad fue librada del pillaje.

Bendición de Santa Clara


En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

El Señor os bendiga y os guarde. Os muestre su faz y tenga misericordia de vosotras. Vuelva su rostro a vosotras y os dé la paz, a vosotras, hermanas e hijas mías, y a todas las otras que han de venir y permanecer en vuestra comunidad, y a todas las demás, tanto presentes como futuras, que perseveren hasta el fin en todos los otros monasterios de Damas Pobres.

Yo, Clara, sierva de Cristo, plantita de nuestro muy bienaventurado padre San Francisco, hermana y madre vuestra y de las demás hermanas pobres, aunque indigna, ruego a nuestro Señor Jesucristo, por su misericordia y por la intercesión de su Santísima Madre Santa María, y del bienaventurado Miguel Arcángel y de todos los santos ángeles de Dios, de nuestro bienaventurado padre Francisco y de todos los santos y santas, que el mismo Padre celestial os dé y os confirme ésta su santísima bendición en el cielo y en la tierra: en la tierra, multiplicándoos en su gracia y en sus virtudes entre sus siervos y siervas en su Iglesia militante; y en el cielo, exaltándoos y glorificándoos en la Iglesia triunfante entre sus santos y santas.

Os bendigo en vida mía y después de mi muerte, como puedo y más de lo que puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre de las misericordias ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas en el cielo y en la tierra, y con las que el padre y la madre espiritual ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas espirituales. Amén.

Sed siempre amantes de Dios y de vuestras almas y de todas vuestras hermanas, y sed siempre solícitas en observar lo que habéis prometido al Señor.

El Señor esté siempre con vosotras, y ojalá que vosotras estéis siempre con Él.

Amén.

Fuente - Texto tomado de ES.WIKIPEDIA.ORG:
http://es.wikipedia.org/wiki/Clara_de_As%C3%ADs

Video tomado de Youtube:
https://www.youtube.com/watch?v=7c_awCIxRyI

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:
http://www.corazones.org/santos/clara_asis.htm

Texto Tomado:  Libro "La Eucaristía - Jesucristo con nosotros en la Eucaristía" - Caballeros de la Virgen


Fuente - Texto tomado de FRANCISCANOS.ORG:
http://www.franciscanos.org/esscl/benclae.html