Historia de la Devoción
En el año 1935 llegó el Padre Salesiano Juan del Rizzo (nacido el 16 de mayo de 1882, en Azzano Décimo, Véneto, Italia) al barrio "20 de julio", al sur de Bogotá (Colombia), una región muy solitaria y abandonada en aquellos tiempos. Le habían prohibido emplear la imagen del Niño de Praga, porque una asociación muy antigua reclamaba para ella el derecho exclusivo de propagar esa imagen.
El Padre del Rizzo estaba convencido de que a Dios le agrada mucho que honremos la infancia de Jesús, pues así lo ha demostrado con innumerables y numerosos milagros. ¿Si otros niños son tan inocentes y tan dignos de ser amados, cuánto más lo será el Niño Jesús? Además, recordaba muy bien la promesa hecha por Nuestro Señor a una santa:
"Todo lo que quieres pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado si te conviene conseguirlo"
Por lo tanto, no desistió de propagar la devoción al Divino Niño por eso dispuso adquirir una nueva imagen. Se fue a un almacén de arte religioso llamado "Vaticano", propiedad de un artista italiano, y le encargó una imagen bien hermosa del Divino Niño. Le prestaron una imagen bellísima, el padre la llevó para sus solitarios, desérticos y abandonados campos del "20 de julio". Ahora empezaría una nueva era de milagros en esta región.
Esta es una de las imágenes más hermosas y agradables que han hecho de Nuestro Señor. Con los brazos abiertos como queriendo recibir a todos. Con una sonrisa imborrable de eterna amistad. Atrae la atención y el cariño desde la primera vez que uno le contempla. Allí a su alrededor se han obrado y se siguen obrando maravillosos favores, son muy ciertos para quienes recuerdan la promesa de Jesús:
"Según sea tu fe así serán las cosas que te sucederán"El Padre Juan comenzó a narrar a las gentes los milagros que hace el Divino Niño Jesús a quienes le rezan con fe y a quienes ayudan a los pobres, y empezaron a presenciarse prodigios admirables: enfermos que obtenían la salud, gentes que conseguían buenos empleos o estudio para los niños, o casa o éxito en los negocios. Familias que recobraban la paz. Pecadores que se convertían. Y cada persona que obtenía un favor del Divino Niño Jesús, que se encargaba de propagar su devoción entre amigos y conocidos.
Las Cuatro Condiciones que recomendaba el Padre Juan, para obtener favores
del Divino Niño Jesús:
del Divino Niño Jesús:
- Ofrecerle la Santa Misa durante nueve domingos y confesarse y comulgar al menos en uno de ellos.
- Dar una libra de chocolate (o equivalente en dinero o en comida) a los pobres.
- Si la persona es pudiente dar un mercado para familias pobres (o su equivalente en dinero). No repartir en la calle porque se forma desorden.
- Propagar la devoción al Divino Niño, narrando a otros los milagros que Él hace a sus devotos, y repartiendo novenas, estampas, almanaques, etc., e invitando a otras personas que hagan el ensayo de visitar al Niño Jesús y de pedirle lo que necesitan.
El Padre Juan recomendaba también:
- No dejar ningún domingo sin asistir a Misa. El que abandona a Dios, lo abandona Dios. El que no deja domingos sin asistir a Misa recibe favores que jamás había imaginado.
- No vivir en pecado mortal. Si se vive en unión libre, o en matrimonio civil, o robando o emborrachándose, u odiando, y si se admiten en casa parejas no casadas por lo católico, con todo eso se atraen maldiciones y castigos de Dios sobre el hogar. El Padre Juan repetía mucho esa frase de San Pablo: "Los que viven en impureza, los borrachos, los ladrones, no entrarán en el Reino de los Cielos".
- Que la limosna que se da sea costosa. Si solamente se da a los pobres y a Dios lo que sobra, lo que no vale nada, eso no le gusta a Nuestro Señor. La Sagrada Biblia dice que para Dios y para los pobres hay que dar la décima parte de lo que se gana (el Diezmo), y que Dios le devolverá a cada uno cien veces más de lo que haya dado, y le concederá después la vida eterna.
Santuario del Divino Niño Jesús Ubicado en el barrio 20 de Julio de Bogotá (Colombia) Dirección: Calle 27 Sur N° 5A-27 |
Señor Dios, Rey Omnipotente
en tus manos están puestas todas las cosas.
Si quieres salvar a tu pueblo
nadie puede resistir a tu voluntad.
Tú hiciste el cielo y la tierra,
y todo cuanto en ellos se contiene.
Tú eres el dueño de todas las cosas.
¿Quién podrá pues resistir a tu Majestad?
Señor Dios de nuestros padres,
ten misericordia de tu pueblo,
porque los enemigos del alma quieren perdernos
y las dificultades que se nos presentan
son muy grandes, Tú has dicho:
"Pedid y se os dará.
El que pide recibe.
Pero pedid con fe".
Escucha pues nuestras oraciones.
Perdona nuestras culpas.
Aleja de nosotros los castigos que merecemos
y haz que nuestro llanto
se convierta en alegría,
para que viviendo
alabemos tu Santo Nombre
y continuemos alabándolo
eternamente en el cielo.
Amén.
Oración
Súplicas para tiempos difíciles
Súplicas para tiempos difíciles
Divino Niño Jesús:
Tengo mil dificultades, ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En los desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis soledades: acompáñame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En las horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón paternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Amén.
Divino Niño Jesús
Novena recomendada
por el Padre Juan del Rizzo
por el Padre Juan del Rizzo
Tú lo sabes, pero yo quiero amarte más:
haz que te ame hasta donde no pueda amarte más una criatura,
que te ame hasta morir...
Ven a mí, Niño mío; ven a mis brazos,
ven a mi pecho, reclínate sobre mi corazón
un instante siquiera,
embriágame con tu amor.
embriágame con tu amor.
Pero si tanta dicha no merezco,
déjame al menos que te adore,
que doblegue mi frente sobre el césped
que huellas con tus pies,
cuando andas en el pastoreo de tu rebaño.
Pastorcillo de mi alma, pastorcito mío,
mira esta ovejita tuya
cómo ansiosa te busca, cómo anhela por Ti.
cómo ansiosa te busca, cómo anhela por Ti.
Quisiera morar contigo para siempre
y seguirte a donde quiera que fueras,
para ser en todo momento iluminada
con la lumbre de tus bellísimos ojos
y recreada con la sin par
hermosura de tu rostro
hermosura de tu rostro
y regalada con la miel dulcísima
que destila de tus labios.
Quisiera ser apacentada de tu propia mano
y que nunca más quitaras tu mano de ella.
Más, quisiera Jesús mío:
quisiera posar mis labios
sobre la nívea blancura de tus pies.
impedirme tanto bien;
déjame que me
anonade a tus plantas
anonade a tus plantas
y me abrace con tus pies
y los riegue
y los riegue
con las lágrimas salidas
de mi pecho amante, encendidas en el sagrado fuego de tu amor;
déjame besarte y después...
no quiero más,
muérame luego.
muérame luego.
Sí, muérame amándote, muérame por tu amor,
muérame por Ti, Niño mío que eres sumo bien,
mi dicha, mi hermosura, la dulzura de mi alma,
la alegría de mi pecho, la paz de mi corazón,
el encanto de mi vida.
Ah, morir enfermo de amor
y de amor por Ti,
y de amor por Ti,
luz mía, qué dicha para mi alma,
que consuelo, qué felicidad.
Todo tuyo es mi ser, pues de la nada lo creaste
y me lo diste y otra vez vino a ser tuyo
cuando me redimiste y con el precio de tu sangre
me compraste; y otras tantas veces hasta hoy,
he sido tuyo, cuántos son los instantes
que he vivido pues esta vida que tengo,
Tú mismo a cada instante me la otorgas,
la conservas y la guardas.
Por eso, Jesús mío, a Ti quiero tornarme,
de quien tantos bienes en uno he recibido.
Tú, pues, serás hoy más, mi dueño único.
Tú, el único amado de mi alma,
porque sólo Tú eres mi Padre
y mi Hermano y mi Amigo;
y sólo tú eres mi Rey y Creador
y Redentor y Tú sólo mi Dios
y mi soberano Señor.
Dulce Jesús mío, Divino Niño de mi alma:
dime una vez más que sí me amas
y dame en prenda de amor,
de amor eterno, tu Santa Bendición:
de amor eterno, tu Santa Bendición:
En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros y una Salve
al final de cada día.
Procurar comulgar todos los días de la Novena
o al menos el último día.
Confesarse al inicio o en cualquier día de la Novena.
No dejar de rezar hasta haber obtenido la gracia.
al final de cada día.
Procurar comulgar todos los días de la Novena
o al menos el último día.
Confesarse al inicio o en cualquier día de la Novena.
No dejar de rezar hasta haber obtenido la gracia.
Textos tomados de EWTN y corazones.org:
http://www.ewtn.com/spanish/DivinoNi%C3%B1o/Historia.htm
http://www.corazones.org/jesus/divino_nino.htm
Fuente - Texto tomado de EWTN:
http://www.ewtn.com/Spanish/prayers/sp_pleadsdivinonino.htm
Fuente - Texto tomado de EWTN:
http://www.ewtn.com/Spanish/prayers/sp_pleadsdivinonino.htm
Fuente - Texto tomado del Plegable - Caballeros de la Virgen - Divino Niño Jesús