sábado, 18 de agosto de 2012

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 6, 51-58


51. "Yo Soy el pan vivo, que he descendido del cielo.

52. Quien comiere de este pan, vivirá eternamente; y el pan que Yo daré, es mi misma carne, la cual daré Yo para la vida o salvación del mundo".

53. Comenzaron entonces los judíos a altercar unos con otros, diciendo:

"¿Cómo puede Éste darnos a comer su carne?"

54. Jesús, empero, les dijo:

"En verdad, en verdad os digo, que si no comiereis la Carne del Hijo del hombre, y no bebiereis su Sangre, no tendréis vida en vosotros.

55. Quien come mi Carne y bebe mi Sangre, tiene vida eterna; y Yo le resucitaré en el último día.

56. Porque mi Carne verdaderamente es comida, y mi Sangre es verdaderamente bebida.

57. Quien come mi Carne, y bebe mi Sangre, en Mí mora, y Yo en él.

58. Así como el Padre que Me ha enviado vive, y Yo vivo por el Padre; así quien Me come, también él vivirá por Mí, y de Mi propia vida".

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús

San Juan Eudes - Fiesta Agosto 19



Nació en la Diócesis de Séez (Francia) el año 1601; recibió la ordenación sacerdotal y se dedicó por varios años a la predicación en las parroquias. Fundó dos Congregaciones Religiosas, una destinada a la formación de los seminaristas y la otra al cuidado de las mujeres cuya vida cristiana estaba en peligro. Fomentó en gran manera la devoción a los Corazones de Jesús y de María. Murió el año 1680.

San Juan Eudes propagó dos nuevas devociones que llegaron a ser sumamente populares: La Devoción al Corazón de Jesús y la Devoción al Corazón de María. Escribió un hermoso libro titulado: "El Admirable Corazón de la Madre de Dios", para explicar el amor que María ha tenido por Dios y por nosotros. Él compuso también un oficio litúrgico en honor del Corazón de María, y en sus congregaciones celebraba cada año la fiesta del Inmaculado Corazón. Otro de sus libros se titula: "La Devoción al Corazón de Jesús". Por eso el Papa San Pío X llamaba a San Juan Eudes: "El apóstol de la devoción a los Sagrados Corazones". Redactó también dos libros que han hecho mucho bien a los sacerdotes: "El buen confesor", y "El predicador apostólico".

Oración de Misericordia
a los Corazones de Jesús y María



Oh benevolísimo y misericordísimo Corazón de Jesús,
estampa en nuestros corazones una imagen perfecta
de tu gran misericordia, para que podamos cumplir
el mandamiento que nos diste:
"Serás misericordioso como lo es tu Padre".

Madre de la misericordia, vela sobre tanta desgracia,
tantos pobres, tantos cautivos, tantos prisioneros,
tantos hombres y mujeres que sufren persecución
en manos de sus hermanos y hermanas,
tanta gente indefensa, tantas almas afligidas,
tantos corazones inquietos.

Madre de la misericordia, abre los ojos de tu clemencia
y contempla nuestra desolación.
Abre los oídos de tu bondad y oye nuestra súplica.

Amorosísima y poderosísima abogada,
demuéstranos que eres en verdad
la Madre de la Misericordia.

Fuente - Texto tomado de CORAZONES.ORG:

Santa Elena - Reina Año 330 - Fiesta Agosto 18

Santa Elena
Madre del emperador romano Constantino
Santa Elena nació en el año 270 en Bitinia (junto al Mar Negro). Era hija de un hotelero. Llegó a esas tierras el general romano Constancio Cloro y, prendado de la belleza de Elena se casó con ella. Tuvieron un hijo y le llamaron Constantino.

Ya llevaban años de matrimonio cuando Constancio recibió la invitación de Maximiliano, el emperador romano, para ser su colaborador cercano. Pero había una condición: Debía repudiar a su esposa Elena y casarse con la hija del emperador. Constancio, con tal de obtener la codiciada posición, cedió a las demandas del emperador. Elena sufrió 14 años de humillante abandono. Pero aquella gran prueba la llevó a ser una santa cristiana.

Después de la muerte de Constancio Cloro, el hijo de Elena, Constantino, llegó a ser proclamado emperador por el ejército. Aunque era pagano como su padre, aprendió de su madre las enseñanzas cristianas.


Cuando se enfrentó con sus enemigos en la batalla del puente Milvio, llevó como estandarte la cruz "en un sueño Cristo le mostraba una cruz y le decía: Con este Signo vencerás"

Tras la victoria, Constantino declaró que la religión católica tendría en adelante plena libertad (año 313). Así terminó con tres siglos de crueles persecuciones por manos de los emperadores romanos.

Constantino nombró a su madre "Augusta" o Emperatriz. y, mandó imprimir su rostro en las monedas. Le dio plenos poderes para que empleara el dinero del gobierno en las obras buenas que ella quisiera.

Santa Elena fue a Jerusalén en busca de la cruz de Cristo. Milagrosamente la encontró. En Tierra Santa hizo construir tres templos: Uno en el Calvario, otro en el Monte de los Olivos y el tercero en Belén.

Según San Ambrosio, Santa Elena, aunque era la madre del emperador, vestía siempre con mucha sencillez y se mezclaba con la gente pobre y aprovechaba de todo el dinero que su hijo le daba para hacer limosnas entre los necesitados. Era muy piadosa, dedicándose horas a la oración.

Fuente - Texto tomado de CATÓLICO.ORG: