sábado, 23 de junio de 2012

Nacimiento de San Juan Bautista - Fiesta Junio 24


Éste es el único santo al cual se le celebra la fiesta el día de su nacimiento. San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo (de hoy en seis meses -el 24 de diciembre- estaremos celebrando el nacimiento de Nuestro Redentor, JESÚS).

El aire de Jerusalén, y el de toda Judea, estaba encendido de esperanza. Herodes envejecía en su palacio de Jericó. Las almas se agitaban inquietas, y en todas partes se esperaba el cumplimiento de las profecías. De repente, en el templo resuena la voz de un ángel. El sacerdote Zacarías, de la familia de Abías, vivía en Ain-Karem, cerca de Hebrón, en las montañas de Judea, con su esposa Isabel, los dos ya mayores, que han pasado la vida soñando un hijo. Pero Isabel era estéril y ya infértil. Zacarías, sacerdote, oficiaba en el templo. Cuando iba a quemar el incienso ante el altar, resplandeciente de oro y de lámparas ardientes, esperaba con el incienso en las manos, a que sonara la trompeta. Cuando sonó, vació el incienso de la caja de oro y le sorprendió una aparición misteriosa.

Los fieles expectantes le vieron con el rostro desencajado. Había oído al ángel:

"No temas, Zacarías, que tu oración ha sido escuchada; tu mujer, Isabel, te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Será grande a los ojos del Señor, y se llenará de Espíritu Santo ya en el seno de su madre"

Era una noticia demasiado grande y demasiado hermosa y venturosa.

"¿Cómo conoceré ésto?"

El ángel le dijo:

"Yo soy Gabriel, uno de los espíritus que asisten delante de Dios. Pues, mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que todo ésto se cumpla" (Lc. 1, 13)

Y Zacarías quedó mudo por su falta de fe:

"Por no haber creído estas palabras, que se cumplirán a su tiempo"

¿Qué nos enseña la vida de Juan Bautista?

Nos enseña a cumplir con nuestra misión que adquirimos el día de nuestro bautismo: ser testigos de Cristo viviendo en la verdad de su palabra; transmitir esta verdad a quien no la tiene, por medio de nuestra palabra y ejemplo de vida; a ser piedras vivas de la Iglesia, así como era el Papa Juan Pablo II.

Nos enseña a reconocer a Jesús como lo más importante y como la verdad que debemos seguir. Nosotros lo podemos recibir en la Eucaristía todos los días.

Nos hace ver la importancia del arrepentimiento de los pecados y cómo debemos acudir con frecuencia al sacramento de la confesión.

Podemos atender la llamada de Juan Bautista reconociendo nuestros pecados, cambiando de manera de vivir y recibiendo a Jesús en la Eucaristía.

El examen de conciencia diario ayuda a la conversión, ya que con éste estamos revisando nuestro comportamiento ante Dios y ante los demás.

Fuente - Texto tomado de EWTN

Fuente - Texto tomado de ES.CATHOLIC.NET:

Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 1, 57-66, 80


57.  Entretanto le llegó a Elizabeth el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo.

58. Supieron sus vecinos y parientes la gran misericordia que Dios le había hecho, y se congratulaban con ella.

59. El día octavo vinieron a la circuncisión del niño, y llamábanle Zacarías, del nombre de su padre.

60. Pero su madre, oponiéndose, dijo:

"No por cierto, sino que se ha de llamar Juan"

61. Dijéronle:

"¿No ves que nadie hay en tu familia que tenga ese nombre?"

62. Al mismo tiempo preguntaban por señas al padre del niño cómo quería que se le llamase.

63. Y él pidiendo la tablilla, o recado de escribir, escribió así:

"Juan es su nombre"

Lo que llenó a todos de admiración.

64. Y al mismo tiempo recobró el habla y usó de la lengua, y empezó a bendecir a Dios.

65. Con lo que un santo temor se apoderó de todas las gentes comarcanas; y divulgáronse todos estos sucesos por todo el país de las montañas de Judea.

66. Y cuantos los oían, los meditaban en su corazón, diciéndose unos a otros:

"¿Quién pensáis ha de ser este niño?

Porque verdaderamente la mano del Señor estaba con él.

80. Mientras tanto el niño iba creciendo y se fortalecía en el espíritu, y habitó en los desiertos hasta el tiempo en que debía darse a conocer a Israel.

Palabra de Dios,
Gloria a Ti, Señor Jesús