jueves, 21 de abril de 2011

Novena a la Divina Misericordia - Día Primero

Por todo el género humano, especialmente por los pecadores (Diario, N° 1210)


Jesús misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita.

Acógenos en la morada de tu compasivísimo Corazón y nunca los dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión, muéstranos tu misericordia para que alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.


Invocación para todos los días de la Novena

Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como manantial de misericordia para nosotros, en ti confío.


Texto tomado del Libro: Novena del Señor de la Divina Misericordia - Caballeros de la Virgen

Novena a la Divina Misericordia




La novena consiste en rezar la Coronilla de la Divina Misericordia, sin embargo es recomendable también rezar la Novena particular que Jesús le dio a Sor Faustina y debe comenzarse el día de Viernes Santo. También se puede rezar en cualquier época del año.

He aquí las palabras que dirigió el Señor a Sor Faustina:

"Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas Yo las introduciré en la casa de mi Padre (...)  Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga Pasión". (Diario, N° 1209).

Fuente:
Libro "Novena del Señor de la Divina Misericordia" - Caballeros de la Virgen

Semana Santa - Viernes Santo



En este día recordamos cuando Jesús muere en la cruz para salvarnos del pecado y darnos la vida eterna. El sacerdote lee la pasión de Cristo en la liturgia de la Adoración a la cruz. Ese día no se celebra la Santa Misa.

En las iglesias, las imágenes se cubren con una tela morada, al igual que el crucifijo y el sagrario está abierto en señal de que Jesús no está.

El color morado en la liturgia de la Iglesia significa luto. Se viste de negro la imagen de la Virgen en señal de luto por la muerte de su Hijo.


¿Cómo podemos vivir este día?

  • Este día manda la Iglesia guardar el ayuno y la abstinencia.
  • Se acostumbra rezar el Viacrucis y meditar en las Siete Palabras de Jesús en la cruz.
  • Se participa en la Liturgia de Adoración a la Cruz con mucho amor, respeto y devoción.
  • Se trata de acompañar a Jesús en su sufrimiento.
  • A las tres de la tarde, recordamos la crucifixión de Jesús rezando el Credo.

Fuente - Texto tomado de Catholic.net:

Lectura del Santo Evangelio Según San Juan 13, 1-15


1. Víspera del día solemne de la Pascua, sabiendo Jesús que era llegada la hora de su tránsito de este mundo al Padre, como hubiese amado a los suyos, que vivían en el mundo, los amó hasta el fin.

2. Y así acabada la cena, cuando ya el diablo había sugerido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, el designio de entregarle.

3. Jesús, que sabía que el Padre le había puesto todas las cosas en sus manos, y que como era venido de Dios, a Dios volvía.

4. Levántase de la mesa, y quítase sus vestidos, y habiendo tomado una toalla, se la ciñe.

5. Echa después agua en un lebrillo, y pónese a lavar los pies de los discípulos, y a limpiarlos con la toalla que se había ceñido.

6. Viene a Simón Pedro, y Pedro le dice:
"¡Señor!, ¿tú lavarme a mí los pies?"
7. Respondióle Jesús, y le dijo:
"Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora; lo entenderás después".
8. Dícele Pedro:
"Jamás por jamás no me lavarás tú a mí los pies".
Respondióle Jesús:
"Si yo no te lavare, no tendrás parte conmigo".
9. Dícele Simón Pedro:
"Señor, no solamente mis pies, sino las manos también, y la cabeza".
10. Jesús le dice:
"El que acaba de lavarse, no necesita lavarse más que los pies, estando como está limpio todo lo demás. Y en cuanto a vosotros, limpios estáis, bien que no todos".
11. Que como sabía quién era el que le había de hacer traición, por eso dijo:
"No todos estáis limpios".
12. Después, en fin, que les hubo lavado los pies y tomó otra vez su vestido, puesto de nuevo a la mesa, díjoles:
"¿Comprendéis lo que acabo de hacer con vosotros?
13. Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy.
14. Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, debéis también vosotros lavaros los pies uno al otro.
15. Porque ejemplo os he dado, para que pensando lo que yo he hecho con vosotros, así lo hagáis vosotros también".
Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús