miércoles, 22 de diciembre de 2010

Novena de Aguinaldos - Día Octavo



Llegan a Belén José y María buscando hospedaje en los mesones pero no lo encuentran, ya por hallarse todos ocupados, ya porque se les desechase  a causa de su pobreza. Empero, nadie puede turbar la paz interior de los que están fijos en Dios. Si José experimentaba tristeza cuando era rechazado de casa en casa porque pensaba en María y en el Niño, sentíase también en santa tranquilidad cuando fijaba su mirada en su casta esposa.

El Niño, aún no ha nacido, regocijábase aquellas negativas, que eran el preludio de sus humillaciones venideras. Cada voz áspera, el ruido de cada puerta que se cerraba ante ellos, era dulce melodía para sus oídos. Eso era lo que había venido a buscar. El deseo de esas humillaciones era lo que había contribuido a hacerle tomar forma humana.

¡Oh Divino Niño de Belén! Estos días que tantos han pasado en fiestas y diversiones, o descansando muellemente en cómodas y ricas mansiones, han sido para vuestros padres unos días de fatiga y vejaciones de toda clase.  ¡Ah! el espíritu de Belén es el de un mundo que ha olvidado a Dios.  ¿Cuántas veces no ha sido también el nuestro?  ¿No cerramos continuamente con ruda ignorancia la puerta a los llamamientos de Dios, que nos incita a convertirnos o a santificarnos o conformarnos con su voluntad?  ¿No hacemos mal uso de nuestras penas, desconociendo su carácter celestial, aunque cada uno a su modo lo lleva grabado en sí?  Dios viene a nosotros muchas veces en la vida, pero no conocemos su faz, no le conocemos sino cuando nos vuelve la espalda y se aleja, después de nuestra negativa.

Pónese el sol el 24 de diciembre detrás de los tejados de Belén y sus últimos rayos doran la cima de las rocas escarpadas que lo rodean. Hombres groseros que condenan rudamente al Señor en las calles de aquella aldea oriental, y cierran las puertas al ver a su Madre. La bóveda de los cielos se destacan purpurísimas, por encima de aquellas colinas frecuentadas por los pastores. Las estrellas van apareciendo una tras otra. Algunas horas más se presentará el Verbo Eterno.
(Todo lo demás como el día 1°)

Novena de Aguinaldos - Día Séptimo



Representémonos el viaje de María y José hacia Belén, llevando consigo, aún no nacido, al Creador del Universo, hecho hombre. Contemplemos la humildad y la obediencia de ese Divino Niño, que aunque de raza judía y habiendo amado durante siglos a su pueblo con una predilección inexplicable obedece así a un príncipe extranjero que forma el censo de la población de su provincia, como si hubiese para Él en esa circunstancia algo que halagase, y quisiese aprovechar la ocasión de hacerse empadronar oficial y auténticamente como súbdito en el momento en que venía al mundo.

¿No es extraño que la humillación, que causa tan invencible repugnancia a la criatura, parezca ser la única cosa creada que tenga atractivo para el Creador?

¿No nos enseñará la humildad de Jesús a amar esa hermosa virtud?

¡Ah! Que llegue el momento en que aparezca el deseado de las naciones, porque todo clama por este feliz acontecimiento. El mundo sumido en la oscuridad y en el malestar, buscando y no encontrando alivio en sus males, suspira por su libertador. El anhelo de San José y la expectativa de María, son cosas que no puede explicar el lenguaje humano.

El Padre Eterno se halla, si nos es lícito emplear esta expresión, adorablemente impaciente por dar a su Hijo Único al mundo y verle ocupar su puesto entre las criaturas visibles. El Espíritu Santo arde en deseos de presentar a la luz del día esa Santa Humanidad tan bella, y que Él mismo ha formado con tan especial y divino esmero.

En cuanto al Divino Niño, objeto de tantos anhelos, recordamos que hacia nosotros avanza lo mismo que hacia Belén. Apresurémonos con nuestro deseo el momento de su llegada; purifiquemos nuestras almas para que sean su mística morada y nuestros corazones, para que sean su mansión terrenal; que nuestros actos de mortificación y desprendimiento "preparen los caminos del Señor y hagan rectos sus senderos".
(Todo lo demás como el día 1°)