domingo, 21 de noviembre de 2010

Fiesta Jesucristo - Rey del Universo - Último Domingo Tiempo Ordinario - Noviembre 21 de 2010


Consagración de la humanidad para el día de Cristo Rey por el Papa Pío XI

¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Miradnos humildemente postrados; vuestros somos y vuestros queremos ser, y a fin de vivir más estrechamente unidos con vos, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a vuestro Sacratísimo Corazón.

Muchos, por desgracia, jamás, os han conocido; muchos, despreciando vuestros mandamientos, os han desechado. ¡Oh Jesús benignísimo!, compadeceos de los unos y de los otros, y atraedlos a todos a vuestro Corazón Santísimo.

¡Oh Señor! Sed Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Vos, sino también de los pródigos que os han abandonado; haced que vuelvan pronto a la casa paterna, que no perezcan de hambre y miseria.

Sed Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Vos; devolvedlos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor.

Sed Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría; dignaos atraerlos a todos a la luz de vuestro Reino.

Conceded, ¡oh Señor!, incolumidad y libertad segura a vuestra Iglesia; otorgad a todos los pueblos la tranquilidad en el orden; haced que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino ésta voz: ¡Alabado sea el Corazón divino, causa de nuestra salud! A Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos.
Amén

Fuente:



Oración a Cristo Rey

¡Oh Cristo Jesús! Os reconozco por Rey universal. Todo lo que ha sido hecho, ha sido creado para Vos. Ejerced sobre mí todos vuestros derechos.

Renuevo mis promesas del Bautismo, renunciando a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Y muy en particular me comprometo a hacer triunfar, según mis medios, los derechos de Dios y de vuestra Iglesia.

¡Divino Corazón de Jesús! Os ofrezco mis pobres acciones para que todos los corazones reconozcan vuestra Sagrada Realeza, y que así el reinado de vuestra paz se establezca en el Universo entero.

Amén

Fuente:



Lectura del Santo Evangelio Según San Lucas 23, 35-43



35. El pueblo lo estaba mirando todo, y a una con él los principales hacían befa de Jesús diciendo:
"A otros ha salvado: sálvese, pues, a sí mismo, si Él es el Cristo, o Mesías, el escogido de Dios".
36. Insultábanle no menos los soldados, los cuales se arrimaban a Él, y presentándole vinagre.

37. Le decían:
"Si tú eres el rey de los judíos, ponte en salvo".
38. Estaba colocado sobre la cabeza de Jesús un letrero escrito en griego, en latín y en hebreo, que decía:
"ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS".
39. Y uno de los ladrones que estaban crucificados, blasfemaba contra Jesús, diciendo:
"Si tú eres el Cristo, o Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros".
40. Mas el otro le reprendía, diciendo:
"¿Cómo, ni aún tú temes a Dios, estando como estás en el mismo suplicio?
41. Y nosotros a la verdad estamos en él justamente, pues pagamos la pena merecida por nuestros delitos; pero éste ningún mal ha hecho".
42. Decía después a Jesús:
"Señor, acuérdate de mí , cuando hayas llegado a tu reino".
43. Y Jesús le dijo:
"En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso".

Palabra de Dios
Gloria a Ti, Señor Jesús